Road House (Estados Unidos, 2024).
Dirección: Doug Liman.
Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Conor McGregor, Daniela Melchior, Billy Magnusen, Lukas Gage, Joaquim de Alemida, Arturo Castro.
Guión: Anthony Bagarozzi, Chuck Mondry sobre el guión original.
Fotografía: Henry Braham
Música: Christophe Beck
Montaje: Doc Crotzer
Idioma: Inglés.
Duración: 114 minutos.
Octagon House
En 1989 se estrenaba De profesión duro (Road House), película que trataba de aprovechar la creciente fama de Patrick Swayze tras el éxito de Dirty Dancing, con una historia muy sencilla: un hombre es contratado para mantener el orden en un bar en el que las cosas se van de madre todas las noche. Fue una película que tuvo un relativo éxito en taquilla pero que cosechó malas críticas, incluidas cinco nominaciones a los razzie. A día de hoy no es una película especialmente recordada, por lo que el hecho de hacer un remake parece más un acto de pura vagancia que de querer aprovechar la nostalgia ochentera como tantas veces se ha hecho últimamente.
Lo primero que tengo que decir de esta nueva versión dirigida por Doug Liman es que se le pueden achacar muchas cosas, pero no se podrá decir que es una película aburrida. Tiene bastante ritmo y desarrolla bastante menos la relación amorosa que en la original, lo cual hace que sus casi dos horas no sean una condena.
Jake Gyllenhaal está bastante carismático, bastante convincente en su papel de ex luchador de UFC con demonios interiores a los que enfrentarse, dotando al personaje de una socarronería muy propia del cine de acción de los ochenta que le sienta como anillo al dedo. No se puede decir lo mismo de Conor McGregor, otro de los grandes alicientes de la película, ya que se nota a la legua que no es actor y que tampoco parece que haya estado meses preparándose para el papel con un profesor de interpretación, y si lo ha hecho… podría habérselo ahorrado. Parece bastante obvio que solamente está en la película para aprovechar el tirón que tiene la UFC últimamente, y él concretamente, a pesar de llevar retirado un tiempo.
En algún sitio leí que a Doug Liman y Jacke Gyllenhaal les preguntaron desde Prime Video que qué preferían, un estreno en cines con un presupuesto de 60 millones o uno directo a plataformas con 85. Obviamente eligieron el segundo y la verdad es que no lo entiendo muy bien, ya que el dinero no está muy bien invertido. Esta es una de esas películas a las que les vendría muy bien unos cuantos millones menos en su presupuesto para que ni se les pasase por la cabeza meter CGI en las peleas, el cual canta a kilómetros de distancia. Además, seguramente también se hubiesen ahorrado una escena en un barco, la cual tiene pinta de ser de las más caras de la película, y que realmente es de las que menos funcionan en toda la cinta. Esta película triunfa cuando es sucia, cuando hay peleas y chascarrillos mordaces, no cuando intenta ser más espectacular que el original.
Road House no es una mala película, pero es mucho peor de lo que podría haber sido si se hubieran acercado más al espíritu del original. Aun así, es una película que se puede disfrutar y que, con poco, prácticamente supera al original.
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