Sin Huellas (España, 2023).
Creadores: Sara Antuña y Carlos de Pando.
Dirección: Koldo Serra, Paco Caballero, Gemma Ferraté y Samantha López Speranza.
Guión: Sara Antuña, Carlos de Pando, Héctor Beltrán Gimeno y Gabi Ochoa
Intérpretes: Carolina Yuste, Camila Sodi, Pastora Vega, Adriana Torrebejano, Leonardo Ortizgris, Silvia Alonso, Álex Gadea, Borja Luna.
Fotografía: Isaac Vila, Unax Mendía y Álex García.
Idioma: Español.
Duración: 8 episodios de 45 minutos.
Plataforma: Prime Video.
Por David Sancho
Nueva producción española de Prime Video creada por los responsables de, la mucho más interesante, ¡García!. Sin Huellas es una combinación de thriller y comedia que nos cuenta la historia de dos limpiadoras, una mejicana y otra de etnia gitana, que mientras están trabajando en la casa de una familia de empresarios muy importantes de Alicante, se encuentran un cadáver y una bolsa con mucho dinero, pasando a convertirse en las principales sospechosas del asesinato.
Y bueno, empecemos por los problemas que le veo a la serie. Lo primero sería la elección de alguien no gitano, Carolina Yuste, para el papel principal. Imagino que esta decisión se debe a la ausencia de actrices gitanas con el tirón suficiente como para protagonizar una serie, pero es que a pesar de los esfuerzos de Carolina Yuste, gran actriz por otro lado, el resultado es un tanto caricaturesco, pareciendo más una imitación con tintes cómicos que otra cosa. Su interpretación me sacaba tanto de la serie como cuando en las producciones estadounidenses utilizan a actores latinoamericanos para hacer de españoles o hacen que en cualquier país del mundo no anglosajón se hable en inglés, simplemente no puedo con ello.
Por otro lado está el guion, el cual tiene agujeros del tamaño de Alicante. Hay cosas pequeñas como por ejemplo que se llame una vez a un teléfono y suene una locución de una empresa para pocos segundos después volver a llamar y que dé simplemente tono porque eso es lo que se necesita que pase para que la historia avance como quieren sus guionistas. Pero luego también hay cosas más graves como cambios poco justificados en la personalidad de los protagonistas y en la relación entre ellos, y es que hay veces que parece que si se trata de una comedia no hace falta cuidar los detalles, que todo vale. Y tal vez podría ser así si la cosa fuese realmente divertida, pero es que no hay buenos chistes, no hay situaciones realmente divertidas u originales, es todo un pastiche de elementos ya usados en demasiadas ocasiones y de un modo mucho más efectivo.
Pero no todo es negativo. La verdad es que según va avanzado se va haciendo más llevadera, probablemente porque uno se va acostumbrando a sus defectos, por lo que sus ocho episodios se ven con bastante facilidad. Tiene múltiples giros de guion, algunos más efectivos que otros, que por lo menos consiguen mantener la atención del espectador sin demasiada dificultad.
Por lo tanto se trata de una serie fallida aunque efectiva, que sin entusiasmar entretiene en muchos momentos, y que puede resultar perfecta para una tarde de domingo en la que no tengamos la cabeza para mucho pensar, y es que al final tiene que haber series para todo.
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