Críticas: Aguas profundas

2/10

Deep Water (Estados Unidos, 2022).

Dirección: Adrian Lyne.

Intérpretes: Ben Affleck, Ana de Armas, Kristen Connolly, Tracy Letts, Jacob Elordy, Rachel Blanchard, Dash Mihok.

Guión: Zach Helm y Sam Levinson sobre la novela de Patricia Highsmith.

Música original: Marco Beltrami

Fotografía: Eigil Bryld

Montaje: Andrew Mondshein y Tom Squyres.

Idioma: Inglés.

Duración: 115 minutos.

Ahogándose en un vaso de agua

Por David Sancho

Con 81 años, Adrian Lyne vuelve a rodar un thriller erótico, género que le reportó fama gracias a películas como Atracción fatal o Una proposición indecente. Y aunque hay directores por los que parece que no pasan los años y que con la vejez has seguido generando obras muy interesantes, en este caso la cosa hace aguas por todos lados.

Lo cierto es que, para tratarse de un thriller erótico, ni genera suspense ni es demasiado excitante. El mayor problema que tiene la película es que pasa sin pena ni gloria antes nuestros ojos. No he leído la novela de Patricia Highsmith que trata de adaptar, la cual es una absoluta maestra a la hora de generar tensión a pesar de que sepamos de antemano lo que ha pasado, pero estoy seguro de que la novela poco tiene que ver con este despropósito. Probablemente la trama será muy similar y solamente la habrán adaptado a la actualidad, pero dudo mucho que Highsmith escribiese algo tan anodino como esta película.

Tiene el pulso narrativo de una película de sobremesa. Básicamente es una sucesión de escenas sin ritmo que se alargan innecesariamente durante dos agónicas horas. A pesar de ello los actores no están mal. Ben Affleck hace un personaje parecido al de Perdida y no sale mal parado, para variar, y Ana de Armas hipnotiza con su sola presencia, pero esto no consigue paliar los estragos de una dirección poco aguerrida y un montaje que quizás hubiese necesitado ser algo menos lineal para así guardarse algún as en la manga.

Por lo tanto no consigue generar intriga, todo es bastante anodino, no le veo demasiadas virtudes más allá de la presencia de Ana de Armas. Y es que justamente lo peor que se puede decir de la película es que incluso con la presencia de la actriz, no merece la pena enfrentarse a la cinta, y eso es mucho decir.