Por Manuel Barrero Iglesias
En este último artículo sobre la sección oficial repasamos los cuatro títulos restantes, en los que no hay ningún nexo de unión aparente. Sin más en común que no encontrar cómo encajarlos en el resto de artículos, aquí tenemos una película estadounidense dirigida por una peruana, un thriller chino, uno político que viene de Francia y un biopic con estrella de Hollywood.
Claudia Llosa dirige Distancia de rescate, auspiciada por Netflix, y que fue otro de los grandes fiascos para la opinión mayoritaria. De nuevo, debo discrepar, ya que encontré varios méritos en la película de la peruana. Para empezar, su atmósfera. Turbia, enrarecida. La directora consigue trasladar ese desasosiego en las imágenes que nos llevan a un terreno cercano a la pesadilla. Y luego, la narración. Con lo que suelo rechazar las voces en off, encontré muy estimulante la solución que aplica Llosa aquí, haciendo que la narración sea un diálogo entre dos de los personajes. De hecho, hay incluso juegos con el propio lenguaje cinematográfico que resultan muy divertidos. Luego, sí, la película se vuelve confusa y farragosa, pero no hay que desdeñar del todo sus logros.
Para farragosa la china Fire on the Plain, un thriller con aspiraciones que se queda a medio camino de todo. Bueno, ojalá fuera a medio camino. Pero es que ya al poco de empezar el film se pierde sin saber muy bien hacia donde nos lleva. El que sí tiene el camino claramente marcado es Undercover, film sobre investigación periodística que trata de demostrar la existencia del narcotráfico de estado, que se apoya en unos diálogos omnipresentes. Una película (muy) hablada, con algún momento destacable, con pequeño pero jugoso papel para Vincent Lindon. Aunque curiosamente se llevó un premio tan visual como el de la fotografía, para sorpresa de casi todos.
Acabamos con Los ojos de Tammy Faye, biopic hollywoodiense de estos diseñados para que la estrella de turno intente llevarse el Oscar. Y ojo, que adoro a Jessica Chastain como el que más, pero me pareció una catetada mayúscula su premio a la mejor actriz en el palmarés final. Más aún, compartiendo premio (el nivel de actrices este año era muy bueno). No era necesario, ni para Chastain ni para el festival. Pero da la impresión de que estaban obligados a dárselo, aprovechando que estaba por Donosti. En fin, me detengo en estos asuntos veredes porque a película tampoco da mucho más de sí. Un biopic del montón, en el que todo está cuidado y calculado al milímetro, pero que no aporta nada nuevo.
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