Por Paulo Campos
Desde hace años esta es una de las categorías que vienen marcadas por las aspirantes a mejor película. Antes no les importaba a sus votantes el otorgar premios a trabajos que no iban a aspirar al Oscar principal, como Legends of the Fall, A River Runs Through It, El laberinto del fauno o la más reciente ganadora sin ínfulas de mejor película como fue Blade Runner 2049. Este año se repite el mantra de que debe ser una de las pelis del año la que se alce con el triunfo, no en vano cuatro de las cinco nominadas en este apartado lo están en la categoría principal. La excepción es News of the World, que no se coló por el canto de un duro, la verdad.
Como en el resto de apartados de estos Oscar, nos encontramos en un año de renovación, todos los contendientes a mejor fotografía son novatos en las nominaciones, con excepción de Papamichael, que tiene otra nominación. Pero vamos, que se renuevan los nombres y sorprende no encontrar vacas sagradas de esta especialidad que coinciden todos tomándose un año sabático artístico. Pero la calidad media es más que decente, allá vamos:
Judas and the Black Messiah de Sean Bobbitt
Es el fotógrafo de referencia de Steve McQueen, ya a todos nos extrañó cuando en ese 2013 se quedó sin nominación por, a la postre, mejor película de aquel año, Twelve Years a Slave. Por fin consigue su nominación después de una carrera muy prolífica con más trabajos además de la peli con Michael “¿dónde está este señor?” Fassbender. Como, por ejemplo Stronger, Oldboy o Queen of Katwe, que podían perfectamente siendo candidatas.
Para esta segunda ,película del director Shaka King ha sacado lo mejor de si mismo y realiza un gran trabajo de emulación de luz, colores y control de cámara de las películas de los años setenta. Mezcla el thriller y el Blaxploitation lo que confiere a la película un tono realista y a la vez envejecido como si de una diapositiva se tratase para tratar un tema que parece recogido de un documental y ese toque de realismo añade fuerza al conjunto. Un trabajo que podría haber pasado desapercibido (de hecho los propios fotógrafos la ignoraron en los premios del sindicato) pero que creo que la Academia ha hecho bien recuperando y permitiendo su entrada entre las cinco mejores del año.
Mank de Erik Messerschmidt
Si en la introducción hablaba de novatos en los Oscar, lo de este chico ya es rizar el rizo. No sólo es que debute en esto de los Oscar, es que además Mank es su primer largometraje como director de fotografía. Fincher confió en él después de su trabajo en la serie Mindhunter (¡Viva!), que ya contenía escenas que destilaban gusto y estilo de sobras.
En los años 40 causó sensación el trabajo de Gregg Toland, que le reportaría su quinta candidatura al Oscar, para Citizen Kane. Una nueva concepción de la fotografía en el cine dejó como legado el bueno de Toland, y los halagos han continuado hasta hoy en día. La ciega Academia del momento prefirió premiar la foto de How Green Was My Valley. Mucho me temo que este homenaje a Toland se va a quedar también con las ganas.
Messerschmidt recurre, con total razón, al blanco y negro, sobrio y elegantísimo, para dar luz al Hollywood de los 40, mostrando un estilo poco habitual en un principiante. Secuencias de interiores perfectamente iluminadas y exteriores con luz artificial camufladas perfectamente hacen de Mank un trabajo soberbio merecedor de cualquier premio que sólo podría perder el Oscar por la coincidencia con otra maestra fotografía, como es la de Nomadland.
News of the World de Dariusz Wolsky
Sorprende encontrarse con un nombre tan conocido entre los fotógrafos como Wolsky, que nos encontramos ante la primera nominación del polaco, fiel colaborador de Ridley “quiere el Oscar por Gucci, está claro” Scott, en películas como The Martian, All the Money in the World, The Counselor y, por supuesto, House of Gucci el año que viene y la que él mismo dijo que era su mejor trabajo: The Last Duel, con Matt “otro con cara de que le debemos algo en un par de años máximo” Damon, de la que aun no tenemos ni una imagen. Aunque si se quedó cerca por alguna, creo que fue Sweeney Todd. Bueno, vamos, que ya tiene una carrera hecha en Hollywood.
Paul Greengrass parece haberse propuesto alejarse del aspecto visual que él mismo imprime a sus película y le dijera algo como “quiero un Deakins pasado por el tamiz de Centauros del desierto”. Dicho y hecho, Wolski propone una fotografía naturalista, llena de luz natural en interiores, eso teatros iluminados con candiles y velas y exteriores en plena naturaleza llenos de lunas y soles iluminadores. Como la propia película, una vuelta a lo clásico que recuerda al True Grit de los Coen, pero se queda un poco a medio camino en los planos abiertos, aún así un trabajo bonito, que tampoco me resulta nada incómodo ver nominado.
Nomadland de Joshua James Richards
El ejemplo de cómo saber sacar partido de un lugar que conoces a la perfección. Las tres películas de Zhao están fotografiadas por Richards y las tres ambientadas en Dakota del Sur (la cuarta película de su filmografía vuela a Gran Bretaña, porque es God's Own country, con otra fotografía espléndida) y sabe exprimir cada rincón del terreno para aportar belleza a la película.
Yo creo que a todos nos queda claro que a Richards le gusta el cine de Malick, y de ahí que su factura visual parezca heredera de los trabajos que plasma el director de The Tree of Life, se tratan de fotografías centradas en espacios naturales, huyendo de luz artificial y anteponiendo los tonos cromáticos que tierra y cielo aportan a la cámara sobre el terreno llano. No creo que nadie ponga en duda que nos encontramos ante uno de los mejores trabajos fotográficos del año, con una sensibilidad acorde a la de la dirección de Zhao, que habiendo arrasado entre los premios de la crítica lo tenga medio hecho para llevarse un merecido Oscar.
The Trial of the Chicago 7 de Phedom Papamichael
Sideways, W, Nebraska (su única nominación anterior), The Idus of March o Ford v. Ferrari son algunas de las películas que destaco de la filmografía de Papamichael para hacer ver que es uno de los mejores fotógrafos actuales. Quizá poco dado a la pirueta, pero muy efectivo en su elección de acabados finales de la película. Vuelve a demostrar con Sorkin que no quiere ser el protagonista de la función dando un carácter muy impersonal a su trabajo, lo que no quiere decir que esté falto de calidad.
Lo que no me cabe duda aquí es que Sorkin sabía que tenía una “Spielbergrada” en la mesa de guión y le bastó con decirle a Papamichael “quiero que te posea Kaminski y la luz sea igual, entre por grandes ventanales en la sala de juicio, me importa poco de donde venga y en los exteriores me grabas con claridad, sin necesidad de exagerar la luz natural que quiero que se vea todo todito” Y eso es lo que nos da, un trabajo nada espectacular, evidentemente no es el Kaminski de Bridge of Spies, pero si cumple perfectamente la labor. Un trabajo modélico que a nadie vuelve loco pero que nadie puede criticar por su falta de calidad.
Merece ganar: Nomadland
Mis nominaciones:
I'm thinking of ending things
Mank
News of the World
Nomadland
Tenet
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