Por Paulo Campos
Era un año para que ocurrieran cosas distintas a los que suele ser habitual en los Oscar. En cada categoría podrían darse dos o tres sorpresas y hacer de unas nominaciones, que en principio, iban a ser de sacarse el bulto de encima y a otro año mariposa, hitos con los que ser recordados en la historia de los Premios de la Academia de Hollywood. Y como no, tenía que ser el gremio de directores, el más valiente de los últimos años, quien se atreviera a batir esos récords. Por primera vez dos mujeres son finalistas a este Oscar, no falta el director extranjero con una de las pelis del año. Tampoco el desconocido americano de ascendencia asiática, ni el director veterano no siempre bien tratado que ve reconocido su trabajo. Unas nominaciones modélicas que debemos celebrar, pese a que, obviamente, dejan fuera trabajos merecedores de figurar entre los mejores del año como el de Aaron Sorkin, Shaka King o Darius Marder
Lee Isaac Chung por Minari
Si el año pasado Bong Joon-Ho se hizo con todo en los Oscars, los autores coreanos no se van de vacío tampoco este año, vale que quizá es una vuelta de tuerca, porque Chung es americano con orígenes coreanos, hijo de inmigrantes, pero desarrolló toda su vida en EEUU. Aun así, su película es una vuelta a sus raíces, está dirigiendo su propia vida, o más bien la de su familia, y se nota que conoce muy bien los sentimientos contrapuestos que tienen todos los personajes de la película.
Minari recordemos que viene como ganadora de Sundance 2020, hace más de año y dos meses de cuando se anunciaron las nominaciones. Fue un extraño caso de aguante absoluto en el candelero y una buena estrategia de marketing. Chung acierta en ello porque plantea una película con muchísima sensibilidad, en la que cree firmemente y se siente cómodo mostrando. Su mejor baza como director la muestra aquí, en meter la cámara en las entrañas de la familia y que no resulte ni abusivo ni pesado, sino que disfrutamos de la cercanía de la familia y de los personajes que pueblan la película para finalmente empatizar con ellos siendo inmigrante o no. Conserva el idioma de su padre y sale ganando con ello y haciéndose con una nominación que puede sorprender, pues da la sensación de que es un trabajo poco vistoso, sin embargo, a mí me parece de los más reales y entrañables del año. Es un abrir las entrañas hecho película y sale bien.
Emerald Fennell por Promising Young Woman
Es la primera mujer nominada por su debut en la dirección de un largometraje. Fennell apenas tiene acreditado un cortometraje titulado Careful you go. Pero sí que nos es un rostro reconocible, porque se encarga de interpretar a Camilla Parker Bowles en la serie The Crown, que se ve ha sido una gran mina para las nominaciones femeninas del año (Colman, Kirby, Fennell). Su nominación no parecía nada clara hace un par de meses, pero el éxito crítico y popular de la película, sorprende ver como una cinta de estas características y en plena pandemia ha logrado unos 7 millones de dólares en taquilla, que parece muy poco pero se ha convertido en uno de los sleepers de la temporada.
Ha competido con el hecho de ser la mujer “invitada” en la categoría, siempre por detrás de Chloé Zhao. pero se ha impuesto a otras contendientes quizá con más nombre, como Regina “flor en el culo” King, que parecía la destinada a ocupar esa plaza entre las cinco finalistas. Su labor tras las cámaras se asienta más bien en un guión salvaje, no es que sus planos o planteamientos cinematográficos sean demasiado originales, pero plantea un película muy arriesgada, con un sentido del humor muy negro, hasta salvaje, y sale airosa de las secuencias más complicadas, como ese clímax final o mostrar la dualidad de su protagonista. Un buen debut que promete cosas muy chulas de seguir trabajando en una línea de personalidad, si es que le dejan.
David Fincher por Mank
Fincher es de esos directores que la Academia parece tener una cuenta pendiente con él que no acabará hasta que le den el Oscar. Desgraciadamente para él tampoco parece que este sea el año, pese a su deslumbrante labor tras la cámara en esta película. Autor de películas de culto, a las que no me uno en absoluto, le reconozco la virtud como director de manejar la técnica como ninguno en la actualidad, pero prefiero menos perfección técnica y algo de entrañas en sus películas. Zodiac está muy bien dirigida pero es fría como un témpano, Seven, pese a ser de las primeras era un batiburrillo pretencioso, The Curious Case of Benjamin Button fue lo que él creía que era un drama oscarizable y el resultado fue un coñazo sin alma alguna. Eligiendo eligiendo diría que The Panic Room es su mejor película hasta que llegó Mank.
En la película sobre Manckiewicz el reto era presentar mil y un personaje del Hollywood clásico e introducirlos en el mundo que se forma a través de la producción de la RKO Citizen Kane. Un monumental desafío del que sale reforzado, menos en un aspecto muy importante, que es el que le separa de ser la película arrasa todo que pretendía ser, la falta de amabilidad con el espectador. Fincher exige conocimientos de los personajes que el espectador medio no tiene, quizá sea el guión, no en vano su escritura quedó fuera de las candidaturas, pero lo compensa con una puesta en escena maravillosa. Las reuniones de personajes influyentes, ya sean en oficinas, casas o rodajes, la dirección de actores, el aprovechamiento de los decorados hacen que estemos ante el mejor trabajo de Fincher hasta la fecha. Si no estuviera Zhao...
Thomas Vinterberg por Druk
La película danesa creo que ha sido la más perjudicada del año por la ausencia del Festival de Cannes, de allí hubiese salido reforzadísima y estaríamos hablando de nominaciones más esperadas como esta y nominaciones seguras como la de Mikkelsen o incluso el guión. De todas formas siempre es positivo el que el gremio de directores está dispuesto a no votar lo obvio y nominar a gente como Vinterberg, que desde hace tiempo venía llamando a la puerta de los grandes premios, EFA aparte.
Druk o Another Round es una de las mejores películas del año, de eso no tengo duda, pero es que además es un ejercicio de dirección brutal. El mantener el ritmo que propone de un punto de partida es absolutamente un trabajo ejemplar, a ver, es poner a cuatro actores de ser unos tristes a ser unos borrachos simpaticotes que comienzan a disfrutar de la vida. No sólo es una dirección de actores modélica, sino que durante toda la película sabe mantener la dirección marcada y ser directa cuando se necesita y moralista, las menos afortunadamente, cuando da el toque. Me alegro mucho de esta gran nominación y más de que sea por una película sin piruetas visuales y se centre en mostrar una historia, con muchas aristas, eso sí, pero cine sencillo en apariencia que eleva un gran director como es Vintenberg.
Chloé Zhao por Nomadland
La mujer que tiene toda la presión del mundo sobre ella, la primera de origen asiático en optar a mejor dirección y todas las papeletas para seguir a Bigelow como ganadora del Oscar. Desde que la película se vio un viernes en Venecia para ser anunciada ganadora al día siguiente, se convirtió en favorita a que yo estuviera escribiendo sobre ella. Después volvió a ganar un festival, en este caso el de Toronto, hecho único en la historia y claro, ya teníamos favorita, y Zhao era la que había logrado tamaña empresa. Vale que McDormand tenía mucha culpa, pero la personalidad en la dirección quedó patente desde el primer visionado de la película.
Totalmente fiel a lo que ya demostró en la maravillosa The Rider, Zhao mantiene ese gusto por la historia reposada, secuencias largas y ritmo constante pero sin prisas en su narración. Mostrando interacciones verdaderas (de esas que se ganan el apelativo “qué aburrida es, no pasa nada” de muchos espectadores no acostumbrados a esa forma de dirigir. The Rider llegaba al corazón con sus personajes que decían, hacían y reaccionaban como la directora quería, pero sin que ella forzara eso, ahí vuelve a estar el mérito de su dirección en Nomadland, la paciencia, el acercamiento a sus personajes como si de una semidiosa se tratara para sin alteraciones mostrar las reacciones que ella necesita de ellos. Es todo lo contrario de la dirección de Fincher, la naturalidad vs. La técnica pero si encima tienes técnica a raudales para saber colocar la cámara y te rodeas de un equipo que tiene intenciones y gusto estético te sale una maravilla como esta.
Merece ganar: Chloé Zhao por Nomadland
Mis nominaciones:
Lee Isaac Chung por Minari
David Fincher por Mank
Aaron sorkin por The Trial of the Chicago 7
Thomas Vintenberg por Druk
Chloé Zhao por Nomadland
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