23 ABRIL
HÉROES: SILENCIO Y ROCK & ROLL
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Un mundo de cine por descubrir
Por Paulo Campos
Un año tan extraño para todo no podía dejar de serlo también para la Industria Cinematográfica. Los cines cerraros, las ventanas de exhibición saltaron por los aires y la Academia decidió variar fechas, que ahora parece arrepentirse, pues apenas dos o tres películas posteriores a diciembre han entrado en e juego, y ahora tenemos esa sensación de: venga, que gane una rápido y nos centramos en 2022 que ya será una carrera más normal en tiempo, que no en formatos. Porque Netflix, Apple+, HBO han venido para quedarse, ya son las que están haciendo ese cine adulto de presupuesto medio que debe competir por los Oscar.
Otra razón por la que estoy deseando acabar esta carrera 2021 es la chorrada de no saber el número exacto de nominadas a mejor película. El año que viene ya se fijó la cifra de 10 como nominadas finales. Me parecen muchas, pero al menos es un número fijo y permite hacer más fácil las quinielas, que ahora que no sabemos si serán 5, 6, 8 o 10 las nominadas. Este año pocas películas llegaron con opciones hasta el final, y no resultaron nominadas curiosamente dos de ellas cortadas por el mismo patrón, películas basadas en textos teatrales, con historia y actores representantes de la comunidad afroamericana en un época de reivindicación. Tanto Ma Rainey's Black Bottom como A Night in Miami... quedaron fuera de las nominaciones finales donde muchos las daban por segura. Otra película que se desinfló en el momento en que la Industria comenzó a dar sus premios fue Da 5 bloods (gracias a dios), porque parecía una múltiple nominada. Borat y su secuela fue la nota humorística de color a la carrera, pujando por una plaza hasta el final y la demasiado artie First Cow no pudo superar su demasiada independencia para competir por premios importantes.
Finalmente fueron ocho las nominadas, y poco voy a hablar más sobre ellas porque sería repetirme. Simplemente un breve a favor y en contra de sus posibilidades de conseguir el Oscar:
Por Paulo Campos
Era un año para que ocurrieran cosas distintas a los que suele ser habitual en los Oscar. En cada categoría podrían darse dos o tres sorpresas y hacer de unas nominaciones, que en principio, iban a ser de sacarse el bulto de encima y a otro año mariposa, hitos con los que ser recordados en la historia de los Premios de la Academia de Hollywood. Y como no, tenía que ser el gremio de directores, el más valiente de los últimos años, quien se atreviera a batir esos récords. Por primera vez dos mujeres son finalistas a este Oscar, no falta el director extranjero con una de las pelis del año. Tampoco el desconocido americano de ascendencia asiática, ni el director veterano no siempre bien tratado que ve reconocido su trabajo. Unas nominaciones modélicas que debemos celebrar, pese a que, obviamente, dejan fuera trabajos merecedores de figurar entre los mejores del año como el de Aaron Sorkin, Shaka King o Darius Marder
Por Paulo Campos
Desde unos años a esta parte la categoría de película extranjera, que parece incluso que molestaba a cierta parte de la Academia, ha ganado en mucha importancia, tanta que es uno de los premios más seguidos y muchos cines americanos (no es un año de ejemplo para nada y menos de visualizaciones en cine) se han atrevido a proyectar películas con subtítulos llegadas desde otros lugares que no sean su ombligo. También se ha notado en el interés de muchos países a la hora de acercar sus trabajo a Hollywood, están viendo que ya no es una pérdida de tiempo y/o dinero el promocionar su película, que luego no sólo la ganadora del premio lo recupera, es más, las cinco nominadas se abren hueco en taquillas de medio mundo e incluso sólo hace falta que en el cartelito de turno ponga “seleccionada por donde sea como candidata al Oscar internacional” para que haga pasta o sea vista como cine que hay que ver.
El 2020 ha traído un récord también en esta categoría, con un total de 93 películas. Lesotho, Sudán y Surinam debutaron este año en la categoría donde finalmente hubo una primera criba que dejó, excepcionalmente, quince finalistas. Generalmente son diez, pero este año debido a la imposibilidad de reunirse el comité técnico, responsable de la elección del 50% de las candidatas, se pasaron las 15 más votadas de la primera ronda, quizá cortando el paso a películas menos conocidas y más festivaleras.
Las perdedoras han sido películas celebradas como la guatemalteca La Llorona, la mexicana Ya no estoy aquí, la chilena El agente topo (aunque sí entró en documental), la colombiana El olvido que seremos, en un mal año para el cine latinoamericano. De Asia se quedó en el tintero la última de Kawase representante de Japón True mothers, o la celebrada taiwanesa A sun. La nuit des rois de Costa de Marfil fue una de las principales favoritas africanas mientras que la iraní Sun Children y la palestina Gaza mon amour eran las esperanzas de oriente próximo. Finalmente desde Europa se quedaron con las ganas la francesa Deux, la rusa Dear Comrades!, Portugal, que sigue siendo el país que más veces envió película sin nominación alguna; este año su apuesta era Vitalina Varela pero dependía del finalmente desaparecido comité para lograrlo. Chrlatán, Preparations to be together for an unknown period of time, Never gonna snow again, La trinchera infinita, Notturno, Beginning, la sorpresa georgiana de San Sebastián, Apples o una de mis favoritas absolutas, la ucraniana Atlantis.
Por Paulo Campos
Si hay alguna categoría que con los años ha pasado de una oscura habitación y a punto de quedar fuera de la gala en directo, a revalorizarse y ser una de las más esperadas ha sido esta. Nos guste o les guste o no, mucho tienen que ver en ello dos cosas: la primera es Bowling for Columbine y Michael Moore, que abrió camino para demostrar que el género interesaba si se le ofrecía a la audiencia temas innovadores y dejaban de aparecer señores con pelos estrambóticos y gafas de pasta agradeciendo el premio por un documental de imágenes de archivo del Holocausto. La segunda razón, unida a al éxito de la anterior, es que la exposición del género ha aumentado, ahora se estrenan documentales en salas, mucho, cosa que antes se reducía a festivales y poco más que salas de arte y ensayo.
Otra pista de la importancia que ha cobrado la categoría es que este año se ha batido el récord de documentales enviados para la valoración de los académicos, más de 200 películas de este género confirman el interés por hacer este tipo de cine y mucho han ganado con las nuevas ventanas donde verlos. De todo ese porrón de films los cinco que han pasado los múltiples cortes y son los finalistas son estos:
Por Paulo Campos
Tenía que llegar 2020 para darnos una de las carreras a mejor actriz más inciertas, emocionantes y locas de las últimas décadas. Lo normal en esta categoría es encontrarnos con una favorita bastante clara desde el inicio de la carrera, o ya quizá dos actrices que van pugnando por ese puesto de cabeza; pero que con los premios de la crítica y luego los televisados de la industria se van aclarando. Hay años como en 2001 que aparece de pronto una tercera vía (Halle “una vez fue actriz” Berry), pero básicamente dos ya son multitud en esta vitola de mejor actriz.
Este año las cinco nominadas llegan con posibilidades de llevarse la estatuilla a casa, claro que podríamos establecer un orden de como llegan a la noche decisiva; pero que si para ti el Globo de Oro, a ti te doy los premios de la crítica, para ti te dejo el Sindicato de Actores y para la de más allá el Bafta, que también es un premio que dicen de verdad. Pues así se han repartido este año y mucho nos mola que así sea, este apartado siempre es uno de los que más afición crea entre los Oscar-fan-boys, ya en anteriores ocasiones traté de explicarme a mí mismo, sin éxito, el porqué, pero así es. Pues imaginaos los foros este año, cada uno con su diva a la que sin duda se le debe un primer, segundo o tercer Oscar de toda la vida de dios.
El quinteto final si pareció decidirse un tiempo antes de las nominaciones finales y en un año bueno para los trabajos protagonistas femeninos fueron descartados trabajazos como el de Sidney Flanigan por Never, Rarely Sometimes Always (para mí debería ser nominada fija), sorpresas como la de Zendaya en Malcolm & Marie, el regreso, no tan espectacular como ella misma cree, de Sophia Loren en La vita davanti a sé o el olvidado después de la tabarra de la primera parte del año de Elisabeth Moss en The Invisible Man. Finalmente las cinco elegidas son:
Por Paulo Campos
Por muy compacto que hayan llegado los cinco a las nominaciones, todos sabemos que este año ha sido una carrera con dos protagonistas, nunca mejor dicho, desde el inicio de las “hostilidades”. Por un lado tuvimos a Anthony Hopkins, favorito absoluto desde que The Father se vio por primera vez en el Sundance de hace casi año y medio. Y el otro, Chadwick Boseman, cuya muerte en agosto del pasado año hizo esperar que el amor de EEUU se fuera para él aún sin ver su película. Lo mejor es que en Ma Rainey's Black Bottom brilla y terminó de un plumazo lo de si era porque había muerto su puesto de favorito.
Como decía, los cinco nominados finales llegaron con una amplia ventaja sobre el resto de contendientes al día de las nominaciones. Fue una carrera con poco sobresaltos y apenas hay nombres que presentaron batalla real por un puesto de nominado. Quizá el que más batalla dio, sobre todo al inicio de los premios de la crítica, haya sido Delroy Lindo, lo mejor, sin duda de Da 5 bloods, que obtuvo críticas elogiosas y varios premios hasta que la Industria decidió ignorar la película de Spike Lee dejándole sin posibilidades. Después vendría un grupo que llegó sin apenas posibilidades reales de conseguir el objetivo, como Sacha Baron Cohen, que el Globo de Oro a mejor actor de comedia parece que va servido, la sorpresa de última hora, como fue Tahar Rahin en The Mauritanian, que dio conversación hasta el final, Tom Hanks por su bonachón, como no, cuentacuentos cowboy de News of the World; el Malcolm X de A Night in Miami... Kingsley Ben-Adir y el que se debió quedar más cerca de todos y que si no llega a cancelarse Cannes 2020 estaría nominado seguro, Mads Mikkelsen por Druk. El que sorprendió a inicios de año, pero no pudo aguantar el paso de los meses fue Ben Affleck y su celebrada interpretación en The Way Back.
Por Paulo Campos
Si este año las productoras respetaron la división de secundarias y protagonistas en cuanto a las actrices se refiere (menos quizá Viola Davis, aunque sin ser un caso matador), no pasa lo mismo en esta categoría. Desde los apenas 18 minutos en pantalla de Raci en Sound of Metal a uno (o dos) protagonistas claros de Judas and the Black Messiah. Lo de Kaluuya tiene un pase, pero lo de Stanfield como secundario no hay por donde cogerlo. Entre medias se queda un Odom, que bueno vale, de acuerdo en que es secundario y otro, Baron Cohen, que está en una película sin protagonistas, en la que todos fueron propuestos para esta categoría.
Como suele pasar en los apartados de secundarios cuesta atisbar en el inicio de la carrera cinco nombres para reforzar la categoría, pero en estos momentos ya podemos decir que queda una categoría decente, aunque echamos de menos algunos nombres como el de Bill Murray, algún otro intérprete de la peli de Sorkin (me sorprende como apenas ha tenido relevancia en la carrera una interpretación como la de Frank Langella). Afinando un poco más, Bo Burnham tiene su público en Promising Young Woman e incluso Orion Lee fue muy alabado por su papel en First Cow. Vamos, que como casi siempre, con los descartado te da para hacer una lista tan buena o más que la de los cinco nominados finales, que son:
Por Paulo Campos
¿Soy yo o la categoría de actriz secundaria lleva repitiéndose unos años en sus tiempos? Comienza con un páramo yermo en septiembre, cuando se empiezan a configurar las otras categorías, y aquí no sabes ni a quién meter para rellenar. Y luego llega diciembre y ¡pam!, empieza a faltarte sitio, porque de pronto es una de las categorías más disputadas del año. También es verdad que luego te queda alguna ganadora que, bueno, es un poco de baratillo y ya nominaciones que parecían imposibles cuando vimos la película por primera vez.
Este año seguimos con el mismo patrón, pero sí es verdad que aunque en las últimas semanas va cogiendo un tono coreano bastante claro, no tuvimos muy claro quién podría llegar al domingo de los Oscar un pie por delante de sus contrincantes por el premio. Lo mejor es que no es un año donde haya mucho fraude de categoría, de hecho creo que Viola Davis debería haber estado aquí y no en protagonista, pero tenemos un poco un revival de aquellas nominaciones noventeras con desahogo cómicos, veteranas entrañables, maquilladas de culto, actrices de carácter con papeles potentes y actrices que nunca creerías ver compitiendo por un Oscar por su carrera anterior. Se han ganado el sitio que bien podrían haber disputado Dominique “un escena de bofetada y era suya” Fishbak, que visto el éxito de Judas and the Black Messiah se debió quedar a un puñado de votos de la nominación; Ellen “Netflix nos arruinaste el récord de la señora” Burstyn faltándole un poquito de interés de Netflix en promocionarla por Pieces of a Woman; incluso Jodie “no faltan tres años para verla pelear por uno” Foster con su Globo de Oro por The Mauritanian estoy convencido que la tuvo a huevo. Por último la niña Helena “niña gritona en alemán y en inglés” Zegel también podría haber sido una de las elegidas para el premio por dar la réplica a Tom “sigue siendo bueno” Hanks en News of the World. Había cantera a fin de cuentas, siempre la hay, y estas son las cinco que estarán la noche del 25 de abril:
Por Paulo Campos
Al contrario que ocurría en las nominaciones de antes de los 2000 la categoría de adaptado era básicamente donde encontrábamos las películas que luego copaban las cinco (¡ay, qué añoranza cuando había cinco!) nominaciones a mejor película y luego se colaba la refrescante nominada a guión original. Este año podemos ver que es al revés, de hecho las cinco nominadas originales se han colado en la categoría reina y de aquí rescataron dos para el premio a mejor película. Por cierto, tiene tela que Mank sea la única que se cae de guión de las ocho.
Un año un pelín flojito en la categoría que dejó con muy pocas alternativas reales, pese a la sorpresa de Bahrani. Así a bote pronto debería de haberse colado el guión de First Cow y oportunidades serias eran las de Ma Rainey's Black Bottom (que no lo merecía), I'm Thinking of Ending Things (que pese a la división provocada, tiene uno de los guiones más premiados del año), News of the World (aunque su clasicismo jugó en contra), The Personal History of David Copperfield (que al final ignoraron totalmente mereciendo tres o cuatro nominaciones, quizá pensaron que era de hace dos años, como de hecho lo era) y luego ya películas que en cuanto se vieron se descartaron por fallar en lo básico, que sus guiones eran malos como The United States vs. Billie Hollyday o Pieces of a Woman. Tras este repaso nos quedamos con las que sí lo han conseguido:
Por Paulo Campos
Una de las mejores cosas que nos trae esta categoría es que todas las películas contendientes son de autor, sus directores son también sus guionistas y eso se nota en la intensidad, garra y convencimiento con el que se ruedan. Hacía años que no veíamos tanta autoría propia en las categorías de guión, pero claro, todo debía pasar en este 2020, aunque fuera bueno. Así resumiendo, creo que estamos ante una categoría más que digna, donde cualquiera de las cinco nominadas refleja un tipo de cine personal que se está haciendo en Hollywood, desde el más mainstream hasta el más independiente. Y, como antaño, encuentran sitio en esta categoría que hasta hace unos años solía ser la de proyectos más originales, difíciles de concebir en pantalla y que poco a poco fueron decayendo en el lado de las adaptaciones por secuelas, comics, o novelas en principio poco cinematográficas.
Este año volvemos a llenarnos los oídos con buenos diálogos, situaciones radicales o personajes que saben mucho más que nosotros y no les importa presumir de ello. En general creo que ha sido un gran año para los guiones originales, porque los cinco nominados finales son mucho más que aceptables y, en general, no tengo problema con sus nominaciones. Eso sí, han dejado fuera uno de los mejores, que es el de Soul (volviendo a mostrar que como tiene su propia categoría es más fácil dejar sin nominación que a otras); pero no sólo el de Pixar es bueno, la muy indie Never, Rarely, Sometimes, Always tiene un guión directo, sin concesiones y espléndido. Mank, pese a obligar al espectador a tener un máster en cine de Hollywood de los 40 es excelente y si añadimos guiones como el de Druk, Palm Springs u On the Rocks nos quedarían suplentes de lujo para las nominadas finales que son estas:
Por Paulo Campos
Desde hace años esta es una de las categorías que vienen marcadas por las aspirantes a mejor película. Antes no les importaba a sus votantes el otorgar premios a trabajos que no iban a aspirar al Oscar principal, como Legends of the Fall, A River Runs Through It, El laberinto del fauno o la más reciente ganadora sin ínfulas de mejor película como fue Blade Runner 2049. Este año se repite el mantra de que debe ser una de las pelis del año la que se alce con el triunfo, no en vano cuatro de las cinco nominadas en este apartado lo están en la categoría principal. La excepción es News of the World, que no se coló por el canto de un duro, la verdad.
Como en el resto de apartados de estos Oscar, nos encontramos en un año de renovación, todos los contendientes a mejor fotografía son novatos en las nominaciones, con excepción de Papamichael, que tiene otra nominación. Pero vamos, que se renuevan los nombres y sorprende no encontrar vacas sagradas de esta especialidad que coinciden todos tomándose un año sabático artístico. Pero la calidad media es más que decente, allá vamos:
Por Paulo Campos
Una de las cosas que más me sorprende de la labor de dirección es que haya un total pasotismo a la hora de supervisar el trabajo de montaje. Una cosa es que confíes ciegamente en tu montadora o montador, porque para mí un montaje mediocre te puede estropear una película que te había quedado chuliña. Ya no hablo de hacer el pino con el rollo de película o, para los que no son viejunos, con la digitalización (o cómo coño se llame con lo que se rueda ahora, me entendéis). En los últimos años se han impuesto películas con trabajos de montaje basados en planos rápidos y cortos y sucesión de imágenes que apabullan al espectador, como son los trabajos de Ford v.Ferrari o el absurdo premio al locurón de edición de Bohemian Rhapsody. Este año, como vengo repitiendo casi en cada artículo de cada categoría, las nominadas no buscan la excelencia sino que son películas bien montadas, pero de una forma más a “la antigua usanza”, ciñéndose a lo que piden los guiones y sin afán de protagonismo. Así llegamos con la ausencia de una favorita clarísima, aunque por trabajo sí que las hay mejores que otras. Son estas cinco las nominadas:
Por Paulo Campos
Si me leísteis alguna vez hablar sobre este Oscar sabréis que tengo el corazón y la mente dividida en si es un Oscar que debe seguir en la parrilla o si debe ser eliminado de la faz de la tierra. Hay años como este, donde las canciones son tan poco necesarias en las películas, es decir, no aportan nada a la trama. Si elimináramos las canciones candidatas (quizá salvo a una en este sentido), la película sería exactamente la misma, con lo que puedes no ver la película y valorar la canción como un ente aparte. No, este año no pasará a la historia de los Oscar como una de sus mejores hornadas de canciones, por lo tanto este año mi cerebro se inclina en que, de seguir esta línea, mejor ahorrarnos el bochorno y dejar aquí la categoría. Estas son las cinco canciones nominadas:
Por Paulo Campos
Así como el Oscar asociado al mismo gremio, el de canción, sí que muestra dudas en cuanto a si influye en el resultado final de la película. Desde que Dimitry Tiomkin le respondió a Hitchcock cuando el segundo dudaba de incluir música en Náufragos porque no se sabría de donde venía la música, el compositor le espetó ”cuando tú me digas de dónde sale la cámara yo te diré de dónde sale la música”. Así luego vinieron titanes de la música que elevaron a ARTE el score de cine y bebemos de aquellas fuentes en unos momentos que las bandas sonoras está en plena evolución olvidando las melodías tan tarareables para incluir en los scores todo tipo de géneros que sitúan la música de cine a la última y por suerte muy apegada a lo que se transmite en la imagen. Este año los cinco scores nominados son:
Por Paulo Campos
Como tónica habitual en el cine de este pasado 2020, la categoría en cuestión no va a pasar a la historia como una de las mejores hornadas de la animación. Es un poco lo que ocurre en el resto de categorías, que hay cosas muy rescatables y que, sin duda, otro año hubiesen acabado igualmente nominadas; pero impera una sensación de que hubo que recurrir a la pedrea para rellenar las cinco plazas disponibles. De nuevo Pixar campa como dueña y señora de la categoría haciéndose nada menos con dos de las nominaciones, dos estudios ya veteranos vuelven a intentarlo y una coproducción china completa el quinteto, son estas:
Por Paulo Campos
Los que me leéis estos resúmenes anuales sabéis que esta es, quizá, mi categoría favorita. Me parece increíble como crear arte a través de decorados y lo que gana o pierde una película cuando cuenta con una buena o mala decoración, por muy minimalista o barata que sea. Envidio a aquellos directores con gusto estético para la decoración y a equipos de diseñadores que dándoles mano abierta crean o recrean mundos existentes, pasados, presentes o futuros o imaginarios. La pega que casi siempre pongo es que a la hora de las nominaciones se prima más un trabajo de época, más vistoso que uno actual y que da más sentido a personajes, tramas o desarrollo de guión. No quiero enrollarme más porque con ocho líneas de introducción ya son ocho menos que debo poner en las nominadas para que esto no se eternice al leer. Voy al grano, estos son los nominados del año:
Por Paulo Campos
La categoría más loca de todas es siempre la de maquillaje y peluquería. Porque claro, hay que recurrir estrictamente a lo que pide la categoría y hay ocasiones en que la calidad de la película (Norbit, Click) dista mucho de merecer en su póster la leyenda de “nominada a un Oscar”, aunque luego añada en pequeñito que se trata de esta categoría.
Me encanta imaginar como en las reuniones de los académicos de este ramo, en sus comilonas de navidad de los gremios, están siempre a punto de liarse a navajazos entre aquellos partidarios del plasticorro con exageradas caretas contra los que abogan por un maquillaje más natural. De todas formas, no soy un experto en la materia, pero creo que si no es una película donde requieras de efectos especiales de maquillaje, a lo monstruos o extraterrestres siempre voy a preferir un trabajo con menos fuegos de artificio.
El año no daba para grandes o icónicos nominados, no hay un Churchill de corchopan para colocarlo de claro favorito, por lo que podemos ver ganando casi a cualquiera de las cinco nominadas, que son estas:
Por Paulo Campos
El gremio de vestuario siempre es uno de los más especialitos de la Academia, porque no les importa el resultado crítico o taquillero de las películas a la hora de darles nominaciones; casos como las nominaciones de WE, Anonymous, Allied o The Invisible Woman -que hoy apenas recordamos- pueden presumir en su póster de tener una candidatura al Oscar. Este año además no había un grupo de películas muy de época, porque sabemos que se pirran por una enagua isabelina, resultaba curioso ver qué películas podrían meter en el grupo y si recurrían a trabajos más contemporáneos o a cine extranjero para llenar el cupo. Digamos que ha quedado un grupito de los más extraño al inicio, pero con suficiente calidad si analizamos en profundidad. Estas son las cinco películas nominadas:
Por Paulo Campos
2020 será el año en el que por fin podremos hacernos una idea de lo que se está premiando en la categoría de sonido. Tras años intentando en vano de saber qué puñetera diferencia había entre mezcla de sonido y efectos de sonido, y con películas que cuando creíamos haberlo conseguido nos ponían de nuevo en duda (como La la land o Roma), en esta edición a los del gremio no le ha quedado más remedio que bajarse los pantalones y admitir que no había ninguna diferencia. Bueno o algo así. Pero que vamos, ahora se premia todo lo que se escucha, sea sonido directo o hecho a posteriori en casa de alguien. Estas son las cinco películas que después de casi cuatro décadas se juntan en una única categoría de sonido:
Por Paulo Campos
La falta de grandes estrenos deja un poco huérfana de espectacularidad a esta categoría -la categoría del pueblo-, donde normalmente se dan cita las películas que lo rompieron en taquilla y que todo el mundo conoce, al contrario de lo que está pasando en la categoría de mejor película, la verdad. Este año sólo se cumple muy a medias esta premisa, porque sí están algunas de las películas que más espectadores han tenido y que son reconocidas por el gran público, pero da la sensación de que han tenido que acudir a un mercadillo en Notting Hill para rellenar las cinco plazas de nominaciones. Son estas:
Por Jorge Fernández-Mayoralas
Se me invita en esta tierra amiga a hablar de eso que tanto defiendo, que tanto valoro y comparto, eso con lo que trabajo, que son los cortometrajes. Y me encuentro en la encrucijada de defender lo que está casi en indefensión completa, cuando en realidad pienso que la mejor defensa sería no hacer siquiera la distinción con los largometrajes.
Porque si constatamos que cualquier película es película tenga la duración que tenga, ¿por qué los cortometrajes no tienen 27 candidaturas en los Goya, en los Oscar, en el Festival de Cannes...? ¿por qué nadie habla de cortos pero si de la última película de algún director importante, y entendemos por películas sólo los largometrajes? ¿Por qué podemos escuchar: "has visto la última de Almodóvar", si Almodóvar solo ha rodado un cortometraje este último año pero con el resto de directores eso sería imposible?
La voz humana |