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miércoles, 5 de febrero de 2020

Oscar 2020: Actor de reparto


Por Paulo Campos

El regalazo que nos da la vida es esta categoría de fantasía: el ganador de un Oscar en 1990, el ganador de otro Oscar en 1991, el ganador de Oscar en 1992 y el ganador del Oscar en 1993 y 1994, comparten categoría con Brad Pitt, el que estuvo a punto de ganarlo en 1996. Parece una categoría hecha de encargo, porque sin duda es el “mejor mejor actor secundario de cuantos se han entregado en la historia de los premios”. Puestos a decir hipérboles sin sentido, también que 2019 ha sido un gran año para las actuaciones secundarias, porque vamos a lo primero ¿son todos secundarios, no?
Una interpretación secundaria en una película de tres horas y media puede tener más metraje que una principal en una película de metraje más comedido; pero también está Anthony “otra vez vuelvo a ser actor y no pintamonas”, Hopkins que tiene el doble de metraje en su película de los Papas que cuando ganó como actor principal. Luego está Brad “bienvenido al club” Pitt, que es más coprotagonista que secundario. Pero ya se sabe, él interpreta en la película a un especialista, y estos siempre serán unos segundones para Hollywood. Finalmente, Tom “19 años después” Hanks aparece por la alfombra con un personaje secundario que si fuera Meryl “este año no” Streep estaría nominada como principal.

Los nombres de los nominados hacen olvidar otros candidatos que podrían haber figurado en tamaña categoría, sí, arruinándonos la “mejor categoría de la puta historia”, pero que le darían aun más valor: imaginaos a Kang-Ho Song nominado por su trabajazo en Parasite, o que la Academia viera películas pequeñas y nominaran a Willem Dafoe (por tercer año consecutivo) por hacer casi de Klaus Kinski en The Lighthouse. Y qué me decís si les sale bien la jugada del gremio de actores y Jamie Foxx se terminara colando por Just Mercy. Afortunadamente, nada nos hizo privarnos de los cinco estrellones que tiene la categoría, y que a los Oscar le vienen de puta madre.

Tom Hanks por A Beautiful Day in the Neighborhood
Nada menos que 19 años han tardado en volver a traer a Hanks a los Oscar, y no por falta de méritos, porque parecía que con Captain Phillis, The Post o alguna de estas, al fin se iba a colar. Finalmente ha sido por la que tenía que ser, un biopic a medias de una de las figuras más bondadosas, queridas y admiradas de la pequeña pantalla, Mr. Rogers, al que los niños de un par de generaciones más antiguas adoraban y se sentían parte de su vecindario cuando empezaba el programa en blanco y negro. Aquí se explora la relación de amistad con un periodista y el porqué era un de esos seres de luz que todo el mundo adora y están en la tierra para hacer feliz a la gente. Ojo, todo esto no lo digo de Ton Hanks, que también, es del tal Fred Rogers, que para ser tan querido o famoso fuera de USA, no tenemos ni puta idea de quién es. Vamos, un James Stewart de la tele, que es interpretado por lo más perecido a un James Stewart cinematográfico que tenemos en este cambio de siglo. Bienvenido, Hanks. No tardes tanto en volver
Anthony Hopkins por The Two Popes
Como decía en la entradilla, Hopkins vuelve a ser legítimamente capaz de ser elegido como “mi actor favorito de toda la vida”, porque a pesar de que le gusta más el dinero que a un loro pirata sigue, muy de vez en cuando, eligiendo proyectos que al menos le supongan un retillo interpretativo. Hopkins, que está a un papel mediano de que le den su segundo Oscar, se mete en la piel aquí del ex Papa, o Papa vitalicio -no entiendo mucho de gentuza- Benedicto XVI, nombre artístico del cardenal Ratzinger, que te indica mejor por donde van los tiros. Una persona ya con años encima, con una mentalidad que abochornaría hasta al cuñado más rancio de Españita y que pretende dejar todo atado y bien atado -como la Justicia en España- para cuando venga su sustituto. Vale que el personaje está trazado con brocha más gruesa que sus cejas, porque es malo porque sí. Pero es que luego viene el Papa Francisco que parece que llegó, no sé, Tom Hanks a nuestras vidas, y tampoco va a ser el caso. Simplemente Hopkins paladea la maldad, la ranciedad y la verborrea paterno alemana para ser, sin duda, lo mejor de la película.
Al Pacino por The Irisihman
La contención nunca ha sido el detonante de la carrera de Pacino, ni falta que le hace. Y aquí no vuelve a ser menos. Cuando le presentaron su personaje -Jimmy Hoffa, lo más histriónico que ha dado la segunda parte de siglo XX en USA- lo tuvo claro: esto es mi show. Y así lo procura, apagando cualquier cosa que se encuentre a su alrededor en pantalla y saliendo como un caballo pura sangre a comerse la película, los personajes y siendo el agujero negro de la película de Scorsese. Lo bueno es que Pacino es listo, sabe hasta dónde puede llegar y se queda en la construcción del personaje, no se pasa de ahí. Su Hoffa se convierte en todo un ejemplo de carácter y de arrollador carisma que comprendes el amor que es capaz de provocar a los que se le acercan. Una interpretación brutal, seca y algo de fuegos artificiales. Con momentos divertidísimos (como cuando el mafiosete de turno llega tarde a una reunión y encima viene de pantalones cortos)  y otros en los que se muestra más debilitado por las circunstancias. Una nominación que le llega 27 años después de la última (aquel 93 de doblete con Esencia de mujer y Glengarry Glenn Ross), así que alegrémonos de tenerlo de vuelta. Y a ver si le da por más papeles donde demuestre que nos mola mil.
Joe Pesci por The Irishman
Cuando Joe Pesci ganó el Oscar por Goodfellas, se limitó a subir al escenario, coger el premio y decir “muchas gracias”. Y así podemos ejemplificar la carrera cinematográfica de Pesci, siempre humilde, o más bien en segundo plano. Sin hacer mucho ruido, pero dejando las cosas muy claritas desde el principio. Desde aquel Oscar, no había vuelto a estar en la pomada. De hecho, la otra vez que lo estuviera fue también con Scorsese por Ranging Bull, en 1981. Es decir, tres nominaciones con Scorsese repartidas a lo largo de 40 años. Y la verdad es que a punto estuvimos de no toparnos con esta tercera, porque el actor está retirado desde 2010 (supongo que la pasta que ganó con Home Alone no fue ni medio normal) y sólo la intromisión de De Niro pidiéndole por favor que fuera Russell le sacó de su confort. Y menos mal, porque vista la película es imposible ver a otro actor como Russell Bufalino. Contrastando con sus otras dos nominaciones, aquí no se le acelera la patata ni un segundo, todo es tranquilidad y con mano de hierro -o mirada de hierro- le basta para manejar todo el cotarro. Su espléndida interpretación es de lo mejor que hay en The Irishman, y mira que hay donde elegir. Y porque se la sudó hacer campaña, porque a poco que se moviera le iba a plantar cara a Pitt. Y por justicia este Oscar debería ser suyo. Es, así, sin más, la interpretación del año.
Brad Pitt por Once Upon a Time... in Hollywood
Llegó la hora, esta es la película y este es el personaje por el que Pitt se va a llevar el Oscar. Los astros se han conjurado y Hollywood entero así lo ha decidido. ¿Es porque es su mejor interpretación? No, no lo creo. ¿Es porque es lo mejor de su película? No, no lo creo. ¿Es porque es el mejor de los cinco nominados? No, estoy seguro que no. ¿Entonces? Entonces, que esto son los Oscar y funcionamos así. ¿Pasa? Pitt fue propuesto como actor en otras tres tres ocasiones: 12 Monkeys, Benjamin Button Moneyball; además sí que ganó como productor de 12 Years a Slave. Se ve que el 12 marcó su vida. Y ahora es el momento en que la Academia reconocerá a uno de los suyos con un premio de interpretación. La verdad es que Pitt tira de carisma absoluto para dar vida a Cliff Booth, un especialista que más bien se encarga de la cara oscura de la vida de la estrella de turno. No es que requiera mucha construcción o introspección para interpretar, de hecho cualquiera vemos que tienen mucho de sí mismo, pero sí hay que tirar de oficio, de buen hacer ante la cámara y que en cero coma dos el público te quiera lo suficiente para convertirte en el bueno de la película. Y eso Pitt lo hace como nadie, se come la cámara y se come la peli. Mientras DiCaprio interpreta, él demuestra el porqué es una estrella de las más grandes de la pantalla. Y eso, queridos, se premia por ser “uno de nosotros, uno de nosotros”.


Debería ganar: Joe Pesci por The Irishman

Mis nominados serían:

-Tom Hanks por A Beautiful Day in the Neighborhood
-Kang-Ho Song por Parasite
-Al Pacino por The Irishman
-Joe Pesci por The Irishman
-Brad Pitt por Once Upon a Time... in Hollywood

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