5/10
Bombshell (Estados Unidos-Canadá, 2019)
Dirección: Jay Roach.
Intérpretes: Charlize Theron, Margot Robbie, Nicole Kidman, John Lithgow, Allison Janney, Kate McKinnon, Malcolm McDowell, Mark Duplass.
Guión: Charles Randolph.
Música original: Theodore Shapiro.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Montaje: Jon Poll.
Idioma: Inglés.
Duración: 108 minutos.
Rentabilizando el #MeToo
Por Manuel Barrero Iglesias
Si algo tiene Hollywood es que no escatima en medios para retratar las vergüenzas de algunos de sus personajes públicos, sin miedo a poner nombres y apellidos. Un año antes de la explosión mediática del caso Weinstein, el presidente de Fox News (Roger Alies) fue protagonista de un escándalo similar. Acusado por la presentadora Gretchen Carlson de acosarla sexualmente, el fundador de la cadena acabo dejando su puesto tras unirse varias mujeres más a las acusaciones de Carlson. Apenas tres años han tardado en llevar esta historia (mucho menos conocida que la de Harvey, al menos por estos lares) a la gran pantalla.
La película tiene mucho de producto prediseñado, con un director que parece haber abandonado la comedia de sus primeros años (Austin Powers, Los padres de ella) para abrazar un cine más serio, más "político". Trumbo ya nos mostraba a un Jay Roach más preocupado por hacer "películas de Oscar" (entre medias, también es responsable de la TV Movie All the Way, biopic sobre el presidente Johnson). Con El escándalo confirma esa tendencia, y el film sigue la senda marcada por directores de Adam McKay. Aunque a Roach le falta mucha de la personalidad que tiene aquel, algo que se nota en un resultado final al que le falta mucha fuerza.
Tiene todos esos elementos que la convierten en un producto de cierta solidez, cumpliendo con holgura sus objetivos mínimos. Un reparto de lujo, una muy esmerada labor de maquillaje (Oscar incluido), tema sensible de actualidad, con una narración atractiva y dinámica. El acercamiento al gran público es evidente, pero queda la sensación de no existir verdadera ambición por ahondar en la problemática que trata. La película es superficial y es inevitable esa sensación (ocurre mucho con este tipo de productos) de estar asistiendo a una sucesión de hechos (expuestos con más o menos gracia), pero sin profundidad. Tampoco provoca demasiada incomodidad, más allá de los momentos obvios, una obra que debería crear esa sensación casi cada segundo de su duración. Y más allá.
Es cierto que se busca dar cierta dimensión a algunos de los personajes, debatiéndose estos en dicotomías que tratan de dar complejidad al relato. Quizás el más acertado sea el retrato del propio Alies, al que se trata de humanizar sin caer en el estereotipo de villano despojado de matices. Los apuntes del guion y el trabajo de Lithgow ayudan a hacer creíble un personaje siempre complicado de mostrar. Pero más allá de eso ligeros toques, a la película le falta mucha reflexión y le sobra bastante acción para de verdad ser una obra significativa sobre el acoso sexual sistemático de los hombres poderosos.
Rentabilizando el #MeToo
Por Manuel Barrero Iglesias
Si algo tiene Hollywood es que no escatima en medios para retratar las vergüenzas de algunos de sus personajes públicos, sin miedo a poner nombres y apellidos. Un año antes de la explosión mediática del caso Weinstein, el presidente de Fox News (Roger Alies) fue protagonista de un escándalo similar. Acusado por la presentadora Gretchen Carlson de acosarla sexualmente, el fundador de la cadena acabo dejando su puesto tras unirse varias mujeres más a las acusaciones de Carlson. Apenas tres años han tardado en llevar esta historia (mucho menos conocida que la de Harvey, al menos por estos lares) a la gran pantalla.
La película tiene mucho de producto prediseñado, con un director que parece haber abandonado la comedia de sus primeros años (Austin Powers, Los padres de ella) para abrazar un cine más serio, más "político". Trumbo ya nos mostraba a un Jay Roach más preocupado por hacer "películas de Oscar" (entre medias, también es responsable de la TV Movie All the Way, biopic sobre el presidente Johnson). Con El escándalo confirma esa tendencia, y el film sigue la senda marcada por directores de Adam McKay. Aunque a Roach le falta mucha de la personalidad que tiene aquel, algo que se nota en un resultado final al que le falta mucha fuerza.
Es cierto que se busca dar cierta dimensión a algunos de los personajes, debatiéndose estos en dicotomías que tratan de dar complejidad al relato. Quizás el más acertado sea el retrato del propio Alies, al que se trata de humanizar sin caer en el estereotipo de villano despojado de matices. Los apuntes del guion y el trabajo de Lithgow ayudan a hacer creíble un personaje siempre complicado de mostrar. Pero más allá de eso ligeros toques, a la película le falta mucha reflexión y le sobra bastante acción para de verdad ser una obra significativa sobre el acoso sexual sistemático de los hombres poderosos.
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