Por Paulo Campos
La categoría favorita de las madres, sin duda, es la de fotografía porque “qué paisajes tan bonicos sacan, desde Memorias de África no hay unas fotografías tan bonitas”. Y así ha quedado esta categoría en el imaginario colectivo y, ríete tú de leyendas urbanas, que no hay forma de hacer entender que la fotografía es algo más que poner a los protagonistas besándose a contraluz o frente a un atardecer. Ponte a explicar que por mucho paisajazo que haya, la fotografía no es buena si la luz no está bien o si la colocación de la cámara es regulera. O que aunque no salgas de una habitación, la fotografía de una película puede ser una maravilla.
Este 2019 pasará a la historia como el año en el que Mendes le dio a un genio dos cosas, tal cual así: “Mira, Roger Deakins. Te voy a dar más pasta de la que lleva Rosalía en las uñas para que me hagas una foto que se le caigan las bragas hasta a la Reina de Inglaterra (que deben ser de hierro forjado) y me vas a planificar para que encima parezca que todo es fácil y casi natural, ¿ok?” Deakins, que cobarde no es, le tomó la palabra y ahora tenemos 1917 como uno de los trabajos fotográficos más espectaculares de la historia del cine.
Si celebramos las virtudes del año en términos cinematográficos, hemos de regocijarnos porque tenemos fotografías excepcionales. Las cinco nominadas dan buena muestra de ello, pero si los académicos no pecaran de conservadores podríamos haber tenido cosas aún mejores, como las fotografía de Portrait de la jeune fille en feu, A Hidden Life o Ad Astra, que si son auténticos prodigios en su técnica. Pero hay más, como las fotografías de Parasite o la de Ford v Ferrari. Pero buenos, los cinco que celebramos este año son:
1917 (Roger Deakins)
Poco puedo añadir sobre Deakins, un absoluto genio de la imagen que, después de catorce nominaciones infructuosas, al fin ganó en 2018 su Oscar por Blade Runner 2049 y que ahora a su decimoquinta nominación debería significar su segunda victoria. Tampoco puedo añadir mucho más a los ríos de tinta que han corrido respecto a su labor en la película de Mendes, esa planificación de la fotografía para aparentar ser todo un par de planos secuencia. Además de eso; los movimientos de cámara, la famosa imagen de él en el coche siendo “perseguido” por un veloz George MacKay y finalmente esa voladas de cabeza para ver cómo consigue manejar las cámaras en el charco que bordean los protagonistas dentro de una trinchera. La sacada de chorra que es fotografíar con luces de bengalas una secuencia entera, o el introducirse en una trinchera de tal forma que sintamos que allí estamos nosotros peleando como aquellos soldados de la Gran Guerra, y -como ellos- sin saber muy bien por qué carajo estoy allí. Obra de arte.
The Irishman (Rodrigo Prieto)
Tras Silence y, sobre todo, Brokeback Mountain (que debió sí o sí ganar el Oscar) tercera candidatura para el mexicano -habitual últimamente en las pelis de Scorsese-, que tiene la tarea de dotar de la calidad visual que tamaña película merece. Y va, y lo logra. No hay más que ver la elegancia visual de secuencias como la del homenaje al personaje de De Niro, o la planificación brutal en la secuencia del tiroteo en el restaurante. Además de la elegancia, destaca la forma de encontrar el equilibrio de colores entre las varias décadas que recorre la película: lo gris de los sesenta pasa al coloreado setenta, y eso es labor de Prieto, que es un director de fotografía que funciona muy bien en ambientes íntimos, que es lo que reclama la película del genio de Martin
Joker (Lawrence Sher)
A Lawrence le vino dios a ver, porque creo que en pocas circunstancias se imaginaba él como nominado al Oscar por algo que saliera de Todd Phillips. Desde luego no se le puede tachar al hombre de sutil, porque Phillips le dijo que iba a recrear la oscuridad de un personaje. El tipo se lo tomó al pie de la letra y decidió apagar varias luces de la cámara para conseguir ese efecto de suciedad, de penumbra constante, que da a Gotham el aspecto que quiere el director. Y lo hace también en la propia casa de Arthur, siempre en constante media luz, para contrastar con el programa de televisión conducido por De Niro, donde todo es luz. Y, finalmente, fotografiar la secuencia de la escalera, icónica desde el instante cero, se convierten en las grandes bazas para asentir al enterarte de la nominación
The Lighthouse (Karin Blaschke)
Les gusta una peli en blanco y negro a los académicos cosa mala. Aunque sea una en donde canta un poco que no se ha rodado en blanco y negro, sino que se ha decolorado en postproducción; de ahí que el color de la película de Eggers sea más un gris que un blanco y negro clásico. La película ha dado pie a más de una discusión, y no sólo por su temática, sino por su fotografía (quien no tiene que estar nada contento con esta nominación es Pumares, que me hizo saber, a mí y a las trescientas personas que estaban a menos de 600 metros, que era una tomadura de pelo su fotografía, que si quieres blanco y negro, gástate la pasta), pero romperé una lanza a favor de Blaschke. Porque no sólo su gran trabajo es el de decolorar la imagen, la posición de la cámara y el look visual de la cinta son mérito suyo y me parecen una carta de presentación brutal.
Once Upon a Time... in Hollywood (Robert Richardson)
Richardson es una habitual tanto de Tarantino como de Scorsese, esta es la cuarta vez que es candidato por una peli de Quentin y ya ganó con Scorsese. Su forma de fotografiar sí es la más clásica de las cinco que aquí se presentan, pero es de una elegancia sublime, un sentido de la luz brutal y un sentido del espectáculo como pocos. A destacar varias secuencias, sobre todo las que tienen lugar en el rancho de la Familia Manson, cuando Pitt baja por las escaleras tras visitar a su amigo, o los duelos en las películas dentro de la película. Una fotografía con tintes clásicos que al mismo tiempo es de lo más moderno que ha rodado Richardson, que con tres Oscar es toda una leyenda de la profesión. Yo creo que después de 1917 esta es mi foto favorita del año.
Debería ganar: 1917
Mis nominados serían:
-1917
-A Hidden Life
-The Irishman
-Once Upon a Time... in Hollywood
-Portrait de la jeune fille en feu
Me falta sitio para The Lighthouse
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