Por Paulo Campos
Ya estoy aquí. Sí, ha tardado más de lo que me gustaría, y podría poner mil excusas. Pero no, ha sido pura vagancia. Además, me ha venido encima justo cuando estamos en el año con la carrera al Oscar más breve de la historia, porque apenas superaremos la segunda semana de febrero y ya tendremos ganadores de los que poder olvidarnos en marzo. Os pongo en antecedentes: El pasado año hubo una película -Roma- que lo ganó todo, pero no el Oscar principal. Qué se cree Netflix, que le iban a dar el Oscar a una película no hablada en inglés que (casi) todo el mundo que no está muerto por dentro adoró. ¡Ja! Toma Green Book como mejor película, toma.
Bueno, pues como el tiempo apremia, y probablemente cuando leáis esto será en la pausa de los premios de Ohio y Carolina del Sur (tomáoslo de coña, pero ambos existen), voy a ir directo al grano. Estas son las protagonistas de la próxima carrera:
-Netflix: Nada menos que hasta cuatro competidoras por el máximo premio puede tener la productora. The Irishman, Marriage Story, My Name is Dolemite y The Two Popes. La primera es otra obra maestra de Martin “ese cuerpo pide rumba” Scorsese, que da la oportunidad de volver a llamar actores a Robert “cheque aquí, pero arte también” De Niro, Al “tranquilo Hoffa, tranquilo” Pacino y un Joe “qué bueno verte” Pesci que da una lección de interpretación y cuyo Oscar a mejor secundario -en un mundo ideal- no debería tener discusión (además de una docena más de nominaciones). La segunda es la mejor película que ha hecho hasta ahora Noah “te adoramos por traernos a la Gerwig” Baumbach. Ese recipiente donde caben Bergman y Cassavetes y encuentran un autor que les hace justicia; fue la mejor película de Venecia 76 y el elenco está a un nivel como pocos hemos visto este siglo. Adam “chico de oro” Driver, Scarlett “por fin hija, por fin” Johasson y Laura “presidente del mundo” Dern deberían tener sitio fijo. Otra cuyo guión original debería ser premiado sin discusión. De la tercera hablamos en clave de comedia, porque los guionistas de Ed Wood vuelven a crear el mismo biopic, pero esta vez con un actor en desgracia que con un personaje irreverente, maleducado y soez consigue el éxito rotundo (y no son los años 2010, un pionero de lo actual). Quizá a categoría mayores no opte, pero sí Eddie “si Gary Oldman se hizo el simpático, tú puedes, tronco” Murphy y algún técnico más, sobre todo en vestuario (de un hortera que mola mil).Y por último, y tomando como referencia a los Globos de Oro -que ya es tener referentes de mierda-, tenemos el tercer drama de la Compañía que menos impuestos paga del mundo y a la que debemos agradecer de rodillas que podamos ver en cines sus películas. Es la historia de Benedicto XVI y el Papa Francisco, que no son concursantes de RuPaul, sino jefazos de la Iglesia Católica, que se dedican a pasear sus hábitos ante la pantalla y donde sobresalen Jonathan “siempre el 'marido de' en todas tus pelis” Pryce y Anthony “que es buen actor cuando le cuadra” Hopkins. Vamos, que esta tercera está a verlas caer por si las otras dos no son suficientes. Y por si fuera poco, tienen The King, que es una nadería, pero podría colarse en algún técnico. También The Laundromat, que tiene un buen guión y una Meryl “siempre, siempre, siempre” Streep sorprendente, que podría recoger algún premio de segunda fila. La cosa es que Hollywood sigue mirando con recelo a la compañía con ganas de estamparle todos los Emmy del mundo en la cara. Pero si hay un año para comenzar a convencerse de que esto es el futuro, es este.
-El año pasado el apartado de película internacional (como se llama ahora) fue cien mil veces mejor que la categoría de mejor película. Este año quizá no sea tanto, pero sí tenemos una película que, como la ganadora del pasado año, Roma, puede ser una aspirante a todo. Es Parasite de Bong Joon-Ho. Palma de Oro en Cannes -y en nuestros corazones-, que se conforma como un fenómeno mundial, taquilla millonaria -en USA va para 20 millones de dólares, lo que es una pasada- y prácticamente el Oscar en su categoría asegurado. Pero déjate ver que no se haga con media docena de nominaciones, porque su director es otro que parece con plaza fija, y alguno de sus actores -como el patriarca de la peli Son “no sé muy bien donde ponerle los paréntesis” Kang-Ho- podría colarse. Esto deja la carrera por la categoría poco emocionante, a pesar de la presencia de Pedro “Tú si que eres Marca España” Almodóvar con Dolor y Gloria, que también está haciendo campaña para colarse en actor con Antonio “nunca se vio en una igual” Banderas, o el guión o música. El resto parecen comparsas de calidad, pero ojo con A vida invisivel, Monos, And then we danced, Les Miserables, Honeyland y a las pelis danesa o alemana de turno que siempre se cuelan.
-Las que vienen a última hora: En octubre casi teníamos la papeleta terminada de nuestras quinielas, pero claro, a tres meses vista siempre están los rezagados. Este año faltaban por verse Little Women, 1917 y Richard Jewell. Pues ¡¡ATENCIÓN! ¡¡ÚLTIMA HORA! Las tres han gustado bastante a la crítica que las ha visto, sobre todo 1917, la película bélica de un plano secuencia. Vamos, una sacada de chorra de Sam “no nos dábamos cuenta de que eres uno de nuestros favoritos” Mendes, que se convierte en una seria, pero muy seria, candidata a todo. La adaptación de la novela de Alcott que ha hecho Greta “diosa” Gerwig, de la que destacan las interpretaciones de Saoirse “nunca hace nada mal” Ronan y Florence “ya llegaste” Pugh, y que también estará en varios apartados. Y la crónica de la bomba de las olimpiadas de Atlanta del 96 que ha hecho Clint “otro con el cuerpo rumboso y 329 años encima” Eastwood, que puede posicionar bien a Kathy “siempre está por aquí” Bates y Sam “¿tres consecutivas?” Rockwell.
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