Dirección y guión: Rian Johnson.
Intérpretes: Daniel Craig, Chris Evans, Ana de Armas, Jamie Lee Curtis, Toni Collette, Don Johnson, Michael Shannon, Keith Stanfield, Katherine Langford, Jaeden Martell, Christopher Plummer.
Música original: Nathan Johnson.
Fotografía: Steve Yedlin.
Montaje: Bob Ducsay.
Idioma: Inglés.
Duración: 130 minutos.
Los diez riquitos
Manuel Barrero Iglesias
Los diez riquitos
Manuel Barrero Iglesias
Rian
Johnson ya ha demostrado su solvencia como narrador de historias en
filmes como Brick (2005) y Looper (2012), cine de
género con enjundia presentado de forma nítida. Una inteligencia
narrativa que no lució tanto es Los últimos Jedi (2017),
aunque tampoco el universo cerrado de Star Wars es el mejor lugar
para según qué alegrías. Tras el paréntesis galáctico, había
ganas de ver qué dirección tomaba la carrera de un director que
había hecho incursiones tan estimulantes en géneros como el cine
negro o la ciencia-ficción.
Puñales
por la espalda queda lejos de mostrar la audacia que exhibían
aquellas dos, pero aún así posee suficientes elementos como para
encontrarnos con una obra estimable. A pesar de su excesiva duración,
y de autosabotearse entrando en algunos laberintos estériles,
Johnson consigue una película dinámica y vibrante. De nuevo, su
habilidad como contador de historias sale a relucir, esta vez
lastrada por algunos defectos llamativos. Por ejemplo, el
desaprovechamiento de los secundarios. Gente de la talla de Jamie Lee
Curtis, Michael Shannon, Toni Collette o Don Johnson solo lucen -y
tampoco demasiado- al principio. Sus personajes se diluyen en una
trama que da alguna vuelta de más.
Para
compensar, tenemos la pareja formada por Daniel Craig y Ana de Armas,
auténticos reyes de la función, que se apoderan de la pantalla con
unos personajes llenos de carisma y encanto. Tampoco es desdeñable
la aportación de un Chris Evans que sabe darle a su rol el cinismo
que necesita. Pero si hay algo que hace destacar al film son esos adecuados apuntes sociales. Con Parásitos (Bong Joon-ho) a la cabeza,
parece que estamos en el año del retrato de las diferencias de
clases. Y Puñales por la espalda se apunta al juego a través
de la ironía y la acidez.
No
es fácil innovar en un subgénero como el de la intriga made in
Agatha Christie, pero Rian Johnson ha conseguido salir airoso del
trance, haciendo de su artefacto un espectáculo -a pesar de todo-
atractivo para el público. Un entretenimiento menor, pero con las
suficientes dosis de calidad como para mantener el tipo.
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