Por Paulo Campos
Tres serán las películas de sección oficial de las que hablaré en este artículo. Lo primero de todo es que -como pueden ver, señores que mandan en Venecia- no me salto ni por un momento el embargo de los cojones. Y no es tan fácil, porque a ver, ves la película, tuiteas algo inocuo que es como la carrera del último lustro de Dustin Hoffman, luego tienes que hacer encaje de bolillos con el programa para ver cuando es el pase de público de la peli en cuestión y calcular que unos minutos después de que esta empiece tú ya sí puedes hablar de la película. Pero claro, yo soy muy obediente y no quiero que me hagan pillar un vaporetto forzado a mi puta casa.
The Perfect Candidate (Haifaa Al-Mansour. Arabia Saudí-Alemania, 2019)
Sección Oficial
Por el embargo y por no jugarme el pellejo, aunque se pasó la tarde del primer día hablo en este artículo de la primera de las dos películas dirigidas por mujeres, se trata de la directora saudita Al Mansour, que saltó a la fama en el 2012 con aquella Wajda (La bicicleta verde), para luego irse al Reino Unido a intentar hacer algo con el biopic de Mary Shelley sin conseguir nada de lo que se proponía. Regresa ahora a su país para intentar repetir lo de Wajda, y los mimbres son los mismos, una historia simple, sencilla, que sirve de base para exponer de manera muy light lo que es la vida en un país como el suyo, el eterno menosprecio a la mujer en cualquier campo, el choque cultural de una mentes aperturistas contra la gran pared de la cerrazón religiosa y de un gobierno poco interesado en cambiar a mejor las vidas de sus ciudadanos. La película sigue a una joven doctora que además de demostrar su valía como médico en unas condiciones lamentables, una serie de casualidades bastante cómicas la llevan a verse envuelta en una carrera política por la alcaldía de su ciudad. El punto es bueno, el tono es muy relajado y es lo más parecido a una peli para toda la familia y de buenos sentimientos que podemos imaginar viniendo de Arabia Saudí.
¿Premios? Es un poco pronto, pero está bien dirigida, Lucrecia Martel no tendría reparos en darle a Al Mansour un premio de los gordos.
Sección Oficial
Aparecía como una de las películas del Festival, había ganas de ver lo que Gray llevaba años preparando. Recuerdo que esta película ya figuraba en las quinielas de la sección oficial de Venecia, pero del año pasado. Así se ha ido retrasando y haciéndonos pensar o que la post era la hostia o que era un bodrio que a ver cómo coño lo salvaban. Al final ni una cosa ni la otra, simplemente que se tarda por razones desconocidas.
A ver cómo resumo lo que nos cuenta Gray en su película, pues mira, es un astronauta en un mundo donde los viajes espaciales es como ir a Gandía el fin de semana, que le informan que su padre dado un héroe de estos americanos por ir a todo cuanto planeta hay (como no Tommy Lee Jones) puede que no haya muerto como todos creían y puede además estar detrás de una serie de cosas chungas para el planeta, Tierra, claro, el nuestro. Así pues acepta una misión para ver si puede convencerle de que para un poquito. Todo ello aderezado con filosofía de más o menos mercadillo según humor, estado de ánimo y saturación de voz en off que tengas ese día. Por lo demás muy bien rodada, esas pinceladas de acción, que ya es otro cantar si aportan gran cosa a la trama, son chulas y sorprendentes, Brad Pitt llevando todo el peso de la cinta y cumpliendo con su labor (que quien me iba a decir que iba a halagar así yo a Pitt) y bueno, un diseño de producción sucio pero acertado y una música que no sabemos si en definitiva ayudan a crear el clima necesario para la película.
La duda que me corroe es cómo coño van a vender la cinta, porque hoy en día el cine adulto no es que tenga mucho hueco en las carteleras y menos si es denso, a veces un pelín pretencioso, tanto en el bueno como en el mal sentido, y un guión que requiere la complejísima tarea de pensar y tratar de comprender lo que estás viendo. ¡Ah! Y creo que los científicos deberían tomarse un Almax antes de ver las cosicas que hacen en el espacio.Y no confío demasiado en que podamos verla en los Oscars, porque se aleja mucho de cualquier candidatura que podría tener, porque no está mal en ninguna pero tampoco con ínfulas de premio.
Sección Oficial
Desde hace varias semanas el hype por la película de Baumbach estaba por las nubes y en Venecia se esperaba como agua de mayo, y con ganas de que gustara. Y no sólo ha cumplido las expectativas, sino que se ha creado una atmósfera como la que surgió el pasado festival cuando se pasó Roma. Aplausos espontáneos durante el pase de prensa en un par de secuencias y buena ovación final para la que desde ya podemos nombrar una de las películas del año. Parece que este Marriage Story será el Grand Budapest Hotel de Baumbach en cuanto a premios. Y sí, mi sensación es la misma y de que mucho buen cine habrá que ver este 2019 para que ésta no esté en un top 3 del año.
Resumen muy facilito, la historia de un divorcio, lo que afecta, lo que involucra, ¿Se pierde? ¿Se gana? El porqué se llega a esa situación y de lo que somos capaces de hacer por una persona de la que nos hemos enamorado y que ahora, en ocasiones, es el enemigo inventado por gente ajena a esa relación. Por supuesto que vais a escuchar que es la Kramer vs. Kramer del siglo XXI, pero sigue manteniendo las cualidades del cine de marca de la casa Baumbach, guiones de hierro situaciones en las que cualquiera de nosotros nos podemos ver identificados y unas salpicaduras de humor que vienen genial a las dos horas de la cinta.
Si elogio a Baumbach no me quedo atrás con el reparto, Scarlett Johasson está mejor que nunca, que ya es decir, vulnerable, fuerte en ocasiones, atractiva, madura, pasa por cientos de estados de ánimo y se funde en un personaje que parece que le lleva la vida y nos regala un monólogo de 7 minutos abrumador y absolutamente brillante, todo ello en el despacho de una abogada que no es otra que Laura Dern, que aprovecha su tiempo en pantalla para dotar de la frialdad de una abogada y al mismo tiempo de crear un apoyo férreo a su defendida, tiene un monólogo que levantó risas y aplausos en toda la sala. Alan Alda, que pese a tener muy poco tiempo en pantalla convence con su personificación de abogado más honesto que el resto y dejo para el final al inmenso Adam Driver, que si bien comparte protagonismo con Johansson se queda quizá con mayor peso en la trama cuando se nos muestra como un director teatral que aun no entiendo el porqué de su situación matrimonial y de los esfuerzos para remediar la situación. Su interpretación es tan sincera, tan sencilla, tan a flor de piel que desde ya lo hace un candidato perfecto para que le den el Oscar que tanto merece. Vamos, lo merece todos. La película los merece todos.
Me queda la duda de qué hara Netflix, porque joder, lo tiene todo y si van a meter pasta en promocionar la peli de qualité del año que es esta, o ante el evento cinematográfico que supone The Irishman o si aun jugarán una tercera vía. No sé si el jurado premiará esta película, debería, es de justicia, pero de aquí os digo que ya ha iniciado la carrera Oscar y sin duda dará mucho mucho que hablar. Y lo bien que quedaría en una lista con Sucedió una noche, Alguien voló sobre el nido del cuco y El silencio de los corderos.
La jornada transcurre a ritmo vertiginoso, porque entre ver a Brad Pitt, enamorarme de Scarlett Johasson, certificar la improbabilidad absoluta de que Adam Driver se convirtiera en la estrella que merece y de que aún sigo asombrado por la belleza de la Binoche también me queda tiempo para otras secciones, en este caso mi admirada Orizzonti donde hay cosicas a ver.
Verdict (Raymund Ribay Gutierrez. Filipinas-Francia, 2019)
Orizzonti
Sorprendente ópera prima filipina que se pasa por la sección Orizzonti, digo sorprendente, por el pulso que el director le pone a la película. Garra, energía y convirtiendo ese estilo Lav Díaz en una marca del cine filipino. La historia de una mujer que sufre malos tratos por parte de su marido y el calvario médico, policial y judicial al que es sometida para llevar ante los tribunales a su marido. Una historia candente, que muestra la violencia machista como una de las lacras del mundo actual y de la indefensión de muchas de sus víctimas que además de recibir esos golpes también sufren los de una victimización secundaria.
La película se ve con ganas, aunque esa cámara mareante y, sobre todo, unos ruidos ensordecedores que quieren causar incomodidad, estrés o agobio, se convierten en una molestia al írsele la mano al director. Se perdonan lo picos de intensidad, aunque acaba uno agotado de tanto movimiento para una visita a un abogado y quizá algo de mesura hubiera estado mejor. También en la tijera, porque dos horas y diez se me antojan demasiadas. Pero vamos, que es una película que no me extrañaría verla en el palmarés pese a una tibia acogida del público de la sala.
Y en breves me voy a ver la primera peli italiana a competición oficial, Il sindaco de Rione Sanitá, de la que como hay embargo no podré hablar de ella hasta mañana, donde vendrá (o no) Polanski a cantarle las cuarenta a Martel, y espero que lo haga acusando con su película (J'accuse) y que sea buena. También vendrá Kristen Stewart y presentará Larraín su esperada Ema. Así que sin más queridos y queridas nos seguimos leyendo.
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