The Old Man and the Gun (Estados Unidos, 2018).
Dirección: David Lowery.
Intérpretes: Robert Redford, Sissy Spacek, Casey Affleck, Danny Glover, Tom
Waits, Elisabeth Moss, Tika Sumpter.
Guión: David Lowery
y David Grann sobre los artículos de David Grann.
Música original: Daniel Hart.
Fotografía: Joe Anderson.
Montaje: Lisa Zeno Churgin.
Idioma: Inglés.
Duración: 93 minutos.
Pasión criminal
Por David Sancho
La última película de Robert Redford es una hstoria dirigida
por David Lowery -con quien ya había trabajado en Peter y el dragón- sobre
Forrest Tucker, un ladrón de bancos poco convencional.
Se trata de la historia real de un atracador extremadamente
educado y que nunca utilizaba la violencia, un hombre que pasó muchos años en
la cárcel y que consiguió escaparse de la mayoría de ellas. Una película
pequeña pero con un encanto muy especial. Si a la sencilla y efectiva dirección
de Lowery unimos la inevitable emoción de estar viendo, conscientemente, la
última película de un auténtico mito del cine, resulta complicado valorar la
película en su justa medida y no dejarse llevar por la emoción.
No es una obra maestra, pero se trata de una película muy
agradable de ver, con una dirección sencilla, tirando a clásica, que es lo que
pide la película, unas actuaciones más que estimables, mención especial,
obviamente, a Robert Redford, pero también a Sissy Spacek, ya que las mejores
escenas de la película se dan entre ambos.
La historia de amor entre ellos está muy bien contada,
especialmente si tenemos en cuenta las contadas escenas que tienen juntos. Por
otro lado está la faceta criminal de Forrest, la cual es contada con cierto
sentido del humor. Esto no podría suceder con otro tipo de atracador, pero al
ser éste uno que no utilizaba la violencia y que hasta caía bien a sus
víctimas, pues se presta a ello. No es que se disculpe en la película lo que
hacía o que se le alabe, puesto que más bien trata de contarnos la historia de
un hombre que hace lo que ama, y sabiendo que se trata de algo ilegal, no puede
dejar de hacerlo porque es la vida que le gusta y lo que quiere hacer hasta que
muera. Una pasión que va más allá del amor o la familia, algo que le hace
sentir vivo más que cualquier otra cosa.
Se trata, como ya he dicho, de una película pequeña, más que
correcta, que gana muchos puntos debido a su derroche de encanto y a la
nostalgia que nos evoca ver imágenes de la filmografía de Robert Redford
insertadas en la película. Por lo tanto un broche final bastante aceptable a
una de las carreras cinematográfias más importantes de la historia.
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