Críticas: Viudas

5/10

Widows (Reino Unido-Estados Unidos, 2018).

Dirección: Steve McQueen.

Intérpretes: Viola Davis, Michelle Rodriguez, Elizabeth Debicki, Cynthia Erivo, Colin Farrell, Brian Tyree Henry, Daniel Kaluuya, Jacki Weaver, Carrie Coon, Robert Duvall, Liam Neeson, Jon Bernthal.

Guión: Gillian Flynn, Steve McQueen; sobre la serie de Lynda La Plante.

Música original: Hans Zimmer.

Fotografía: Sean Bobbitt.

Montaje: Joe Walker.

Idioma: Inglés, español, polaco.

Duración: 129 minutos. 

Good Girls

Por Manuel Barrero Iglesias

Los años pasan, y el cine de Steve McQueen llega cada vez a más público, coincidiendo con un adocenamiento que no para de aumentar. Lejos quedaron sus inicios en el video-arte, así como sus dos primeros largometrajes, trabajos incómodos y de cierta audacia formal. Tanto Hunger (2008) como Shame (2011) son filmes ásperos y con una personalidad apabullante. El punto de inflexión llega con 12 años de esclavitud (2013), en la que sus constantes quedan diluidas en la ambición de llegar a una audiencia más amplia. El Oscar a la mejor película consagró a McQueen como director engrasado en la maquinaria.

Da la impresión de que en su cine importan ya más "los temas" que las formas. De hecho, según sus propias palabras: "Fue entonces cuando decidí que, tras hacer una película sobre la esclavitud, quería hacer una película conducida por mujeres". Sus últimas películas parecen demasiado preocupadas por decir cosas sobre los temas "de moda" en la agenda social. Las ansias por elaborar discursos universales sabotean ese mismo propósito, tendiendo a veces a una grandilocuencia algo impostada.

En Viudas al director no le basta con la reivindicación de la mujer, también vuelve a tocar el tema racial, diversificando a sus protagonistas, tanto por sus orígenes como por nivel socioeconómico. Para completar el cuadro, McQueen también introduce el tema político, con los consabidos chanchullos de las élites locales. La evidencia de la denuncia social es demasiado ostensible, valga como ejemplo la falta de sutileza en el mensaje de empoderamiento, algo que se vuelve obscenamente obvio con el personaje de Alice (eso sí, una gran Elizabeth Debicki, la gran sorpresa del film). 

Hay destellos del talento del director, especialmente en la forma de dirigir la acción, de forma seca y cruda. Es indudable la capacidad que tiene para ejecutar un thriller que se despega de las formas más anquilosadas, aunque no tanto como le gustaría, incluyendo su guión algo tramposillo. Pero los detalles puntuales son poco bagaje para un autor que parece darse importancia, y que hubo una época en la que parecía que de verdad iba a ser relevante.