Críticas: Robin Hood

2/10

Robin Hood (Estados Unidos, 2018).

Dirección: Otto Bathurst.

Intérpretes: Taron Egerton, Eve Hewson, Jamie Foxx, Ben Mendelsohn, Jamie Dornan, Tim Minchin, Paul Anderson.

Guión: Ben Chandler y David James Kelly.

Música original: Joseph Trapanse.

Fotografía: George Steel.

Montaje: Chris Barwell y Joe Hutshing.

Idioma: Inglés.

Duración: 116 minutos.

Robando a los espectadores para dárselo a los estudios

Por David Sancho

Nueva película basada en el príncipe de los ladrones, esta vez de la mano de Otto Bathurst en la dirección, dando el salto de la pequeña a la gran pantalla, y con Taron Egerton como Robin Hood. 

Se trata de un blockbuster en toda regla que cuenta los inicio del mítico personaje. Vemos los hechos que hacen que se convierta en lo que es y el proceso que sigue para conseguirlo. La película es bastante académica en este sentido, no se sale ni un ápice del libro de ruta del blockbuster al uso, lo cual hace que quede poco margen para la sorpresa.

En líneas generales, se trata de una película rutinaria y aburrida que no destaca ni como cinta de acción ni como cine de aventuras, y eso que ponen toda la carne en el asador. Sus responsables no se cortan un pelo y meten más explosiones por minuto que en una película de Transformers. 

El argumento es lo de menos, lo que importan aquí son las peleas y las escenas de acción, y éstas no son nada del otro mundo. También había expectación por ver a Taron Egerton como Robin Hood, un joven actor que destacó con Kingsman, y que aquí vuelve a demostrar que se desenvuelve a las mil maravillas como héroe de acción, aunque eso no es suficiente cuando todo lo demás no acompaña.

El diseño de vestuario y peluquería merece una crítica aparte. Han hecho una película ambientada en el siglo XIII repleta de modernos y hipsters. Si tantas ganas tenían de que acercar al héroe a los tiempos modernos, hubiese tenido más sentido que hubiesen ambientado la cinta en la actualidad. Hay momentos bastante ridículos, como por ejemplo una fiesta que parece una rave en Berlín.

Por lo tanto se trata de un blockbuster chapucero, con poco que destacar o salvar, y que para colmo, amenaza en su escena final con continuar con la tortura, pero espero que el pueblo soberano les haga saber que no es necesario.