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lunes, 21 de mayo de 2018

Entrevista: Andrew Haigh


"No me gustan que las emociones manipulen"


Andrew Haigh (Harrogate, 1973) irrumpió con fuerza en el panorama cinematográfico con Weekend (2011), una de las sensaciones independientes de aquel año. Aunque el director británico ya había debutado en el largometraje con Greek Pete (2009), otro film con la homosexualidad en primer plano. Un tema también muy presente en Looking (2014-2015), serie de HBO para la que dirigió la mayoría de capítulos, además de un posterior largometraje (2016). Su consagración llega con 45 años (2015), película con la que cambia de registro. De jóvenes homosexuales pasamos a una pareja anciana heterosexual. Ahora estrena en nuestro país Lean on Pete (2017), un nuevo cambio de registro en el que habla sobre la adolescencia desamparada en la América profunda. Y en su paso por España pudimos charlar con él sobre su último film.

Por Manuel Barrero Iglesias


El protagonista absoluto del film es un adolescente desarraigado que entabla una relación de amistad con un caballo desahuciado. Una de las decisiones más importantes era elegir al actor que interpretaría a un personaje que acabaría en la piel de Charlie Plummer. Así nos explica Haigh su elección.
"Hicimos un casting abierto, con muchísima gente. También nos mandaron muchos vídeos. Yo no sabía quién era Charlie, ya que la película de Ridley Scott se rodó después, pero me encantó el vídeo que mandó. Era muy sensible, es una persona muy sutil. Luego vi King Jack, y eso me indicó que podía escogerle, que podía llevar la película en sus hombros. Tiene dieciséis años, pero se entrega completamente. Es muy profesional."

El director ahonda en la forma de trabajar junto a Plummer para construir al personaje.
"Pasé bastante tiempo hablando con él antes de empezar a rodar. Estudiamos el guion juntos, hablamos de toda la progresión de su personaje. Sobre todo hablamos de lo que empujaba al personaje, lo que él buscaba, su necesidad de estabilidad y protección. Hablamos mucho también de su historia previa y cómo se siente por su madre. Y creo que todo esto sale de las primeras conversaciones que tuvimos. Me parece que es el momento en el que un director realmente debe trabajar. La película se rodó cronológicamente, a medida que se desarrolla el personaje la historia le desarrolla también. Pero no hizo falta hablar tanto durante el rodaje."

Nos llama la atención la presencia de Steve Buscemi, al que por primera vez vemos en pantalla como un anciano (algo que nos ha hecho sentir también un poco viejos). Le preguntamos a Haigh por esta decisión.
"Me gusta el hecho de que haya envejecido. Cuando lo conocí me di cuenta de que ya no es como lo recordamos. Me encantó, me pareció que tenía sentido para el personaje. También creo que es un personaje diferente de Steve Buscemi, quizás más contenido y más triste. Me pareció muy interesante y él quería que fuera así. En las primeras conversaciones entendió muy bien lo que era el personaje, que no era ni bueno ni malo, sino una mezcla de las dos cosas."

El contraste entre juventud y vejez está muy presente en su cine. Lo vemos en estos dos personajes, pero también en su filmografía. La mayoría protagonizada por jóvenes, pero también con esa incursión en la senectud que fue 45 años.
"Supongo que la juventud es la edad en la que empiezas a entenderte a ti mismo, y empiezas a entender que el mundo no es lo que esperabas. Que los adultos te pueden fallar, que no toda la gente es buena, que tu vida puede ser miserable y muy infeliz. Intentas buscar un sitio en el mundo. Y creo que en la otra punta, cuando eres mayor ya no puedes cambiar mucho. Miras hacia atrás y ves toda tu vida. Me fascinan ambos espectros. Uno es el principio, y el otro el final."
Era obligado preguntarle al director por la dificultad de trabajar con caballos.
"Me gustó el hecho de que Charlie y el caballo son casi lo mismo. A los dos se les abandona, no se les quiere. Charlie quiere proteger al caballo, al igual que le gustaría que le protegiesen. El trabajo con el caballo no fue muy complicado. Sí fue difícil planificar algunas de las escenas de las carreras. Pero el caballo era muy bueno, y tenía un gran domador que siempre estaba cerca. Hacía lo que yo quería que hiciera, pero sin estresarlo, que también es muy importante."

Buena parte de la película está rodada en territorios amplios y abiertos, al contrario que el resto de sus películas. Queríamos saber que supuso esta experiencia para el director, que además lo hacía en un país que no es el que le vio nacer.
"Curiosamente no me pareció tan diferente. Tal y como me aproximo a cualquier paisaje, lo importante es el entorno. Sea una casa, un piso, o el desierto. Trabajo con la reacción de los personajes al entorno, y me gusta mostrar el mundo que les rodea. Me gustó trabajar en algo diferente. En cuanto a Estados Unidos, he recorrido mucho el país, haciendo cuatro o cinco viajes largos. Creo que puedo meterme en la piel de un americano. Posiblemente sepa más de Estados Unidos que de Inglaterra en ciertos aspectos."
Nos resulta curioso que nunca haya repetido director de fotografía en ninguna de sus películas, así que queríamos conocer el motivo.
"Dos razones. Cuando hice Weekend pensé usar la misma fotógrafa en 45 años, pero no estaba disponible. Y al director de fotografía de 45 años lo quería para Lean on Pete, pero tampoco estaba disponible tampoco. Y luego he descubierto que es muy interesante usar diferentes directores de fotografía, porque puedes tener relaciones diferentes, crear cosas diferentes. Pero volvería a trabajar con Magnus, igual que volvería hacerlo con el fotógrafo de 45 años o la de Weekend. Me gusta tener a gente diferente. Eso sí, siempre el mismo montador y el mismo productor."

Y en este caso concreto, nos interesaba saber qué buscaba en Magnus Nordenhof Jønck."Había visto cosas que había hecho y me gustaba mucho su trabajo. Y cuando hablé con él, el tipo de persona que es. Es como el personaje de la película, muy sensible. Necesito que el director de fotografía entienda los matices del personaje. Quiero que las imágenes sean maravillosas, pero que no estén por encima de la historia."

La película está basada en una novela de Willy Vlautin. Qué fue lo que le atrajo de las novelas y las dificultades que encontró para adaptarla, fueron nuestras siguiente preguntas.
"La escogí porque me encantaba, no podía dejar de pensar en ella después de leerla. Pero una adaptación siempre es difícil, porque intentas saber qué dejas atrás, lo que no necesitas, cómo redefinir la historia en una película. La novela tiene una estructura muy diferente, no tiene tres actos. Entonces intenté encajar esto en la película."

Uno de los temas de la películas es la pérdida, esto es lo que nos cuenta Haigh sobre ello.
"Más que perdido, Charlie está desarraigado, no tiene ancla. Nunca ha vivido mucho tiempo en un sitio. Se ha mudado mucho e intenta conectarse al mundo desesperadamente. Ir a un colegio de verdad, conocer gente, tener amigos. No ha podido por cómo ha sido su vida, y esa es la tristeza. Es un niño que quiere ser parte del mundo, porque el mundo lo rechaza. Nadie lo protege. No solo su familia, tampoco la sociedad, el gobierno o quien sea."

El tono, esa cosa tan difícil de conseguir, es algo fundamental en Lean on Pete. Es una película triste, pero sin caer nunca en lo lacrimógeno, ¿cómo consiguió equilibrar ese tono?
Es muy difícil saber exactamente por qué existe ese tono. Creo que viene de muchas cosas, de todas las decisiones que tomas desde el principio. No me gustan que las emociones manipulen. Si consigues controlarla, creo que afecta mucho más al público. No le hace llorar, pero provoca un eco en su interior. Si la película es manipuladora, en cuanto acaba te olvidas de ella. La emoción de verdad es mucho más complicada que llorar. La emoción real la llevas contigo, no te abandona.
Pasando a cuestiones más generales, preguntamos por la distribución del cine independiente y su relación con la irrupción de las plataformas digitales.
Es un tema muy complicado. Creo que lo más triste es que se hacen muchas películas que el público luego igual no ve. Algunas películas independientes, como Lady Bird, tienen éxito, pero la mayoría no se ven y pierden dinero. Están una o dos semanas en el cine, y adiós. Personalmente me gusta ver películas en el cine, y ojalá se sigan viendo ahí. Y Netflix está bien, pero cuando hago una película quiero que se vea en cine. Verla en casa es otra experiencia muy diferente.

Para terminar, le pedimos que nos hable de sus próximos proyectos.
Estoy escribiendo un par de películas, pero también estoy con una miniserie para la BBC que transcurre en un ballenero a mitad del siglo XIX, en el ártico canadiense. Está basado en una novela llamada The North Water, y es muy diferente de lo que he hecho antes, pero hay también semejanzas.

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