Social Icons

miércoles, 28 de febrero de 2018

Oscar 2018: Actor de reparto


Por Paulo Campos



La victoria de Mahershala Alí el pasado año recordó a muchos de los académicos de qué mierda iba estar categoría. Resulta que es la de premiar a un actor que no es el protagonista de la película, sino que sirve de apoyo (el de llamar a la categoría actor in a supporting role debería de servirles de pista) para el desarrollo de la trama. En esto hay que añadir que no me valen los protagonistas que los hacen colar como secundarios porque: no tienen el caché de estrellas que el secundario real, como hay dos protas hago pasar a uno por secundario y así opto a dos nominaciones,... y demás triquiñuelas. Como bien dije, Alí el pasado año demostró que aún hay sentido común y aunque salga en un tercio de la película, lo que se premia no es su tiempo en pantalla, sino que lo haga bien cuando sale. Pues bien, este año podemos congratularnos porque los cinco candidatos son realmente secundarios y no protagonistas falsos.

Como todos los años faltan nombres entre estos cinco. Para mí, sobre todo, el que se ha ganado el cariño de todos en menos tiempo que es Michael Sthuhlbarg en Call Me by Your Name, con ese monólogo final que bien vale una nominación. También Armie Hammer podría haberlo conseguido por haber estado más que correcto en la peli de Guadangino (clínex tendría que haber apoyado su campaña y no precisamente para secar las lágrimas sino otro líquido, a hectolitros entre la comunidad del anillo). Si había una peli que parecía que iba a tener dos nominados era Call Me by Your Name. Se quedaron en el camino también Patrick Stewart por Logan, al que reivindico desde aquí. Y luego otros que no me molaron tanto, pero que podrían haberse colad,o como Jason Mitchell por Mudbound, Mark Rylance por hacer de muy bueno otra vez en Dunkirk o Steve Carell por hacer de repulsivo y guay en Battle of the Sexes. Al final sólo hay sitios para cinco, son estos:



-Willem Dafoe por The Florida Project

El señor Dafoe ya estuvo nominado en dos ocasiones anteriores, primero por “Platoon” y después por “The Shadow of the Vampire”. Presencia perenne en cantidad de películas, de hecho no conozco película alguna en la que no esté, ya sea haciendo de malo “Spider-man”, haciendo de malo en “Speed 2” o haciendo de malo en “The Grand Budapest Hotel”. Eso sí, a su favor diré que siempre sale en pelis de Wes Anderson. Como es feo de cojones, los entendidos le llaman actor de carácter y yo al verlo desde las fotos (y decidme si no tengo razón o si no lo habíais pensado) tiene pinta de ser aseado pero de tener un problema grave de olor de pies. Sin duda un currante de las pelis de Hollywood, de esos actores a los que jamás les confiarías un protagonista porque no iría ni Perry a la sala de cine, pero que cuando le den un Oscar todos nos alegraremos y aceptaremos sin fliparlo como la platea le dedica una standing ovation. Tras estas sesudas opiniones acerca de la carrera de Dafoe diré que su papel en al peli de Sean Baker recuerda irremediablemente al de Alí en Moonlight al ejercer de una extraña figura paterna de los críos protagonistas. Uno de esos papeles que parecen sencillos porque no se tratan de alardes interpretativos, pero que encierran la dificultad de hacerse con el cariño del espectador por cómo aporta un poquito de esperanza a las vidas de mierda que llevan todos los que pululan a su alrededor, (y hay tanto de eso, no de gente buena, sino de vidas de mierda).

Opciones de victoria: Si por la crítica fuera, ganaba seguro. Comenzó arrasando en los premios de las miles de millones de asociaciones que resurgen cada diciembre, pero en la industria no rascó uno. Así que opciones tiene, y votos va a tener, pero muchos van a tener que apoyarle para que no gane Rockwell.



-Woody Harrelson por Three Billboards Outside Ebbing, Missouri

¿Y ya está? Exclamó medio planeta cuando se dio cuenta que Harrelson había sido nominado por este papel y que estaba claro que no iba a salir más en la película (no quiero que me acuséis de hacer spoilers, que eso me dolería tanto que no tendría sino que pegarme un tiro en una cuadra con una bolsa en la cabeza a mitad del artículo). Pues primero de todo: papel pequeño, bien hecho, esta es su categoría. La cuestión es si este papel es suficiente para que se le nomine a un Oscar por él. Cumple con muchos de los requisitos que a los académicos más rancios les mola -y no es tener tetas y parecerse a la Jolie precisamente-, como son el de enfermedad, buena persona, voz de la conciencia y redención de los malos. Y todo ello lo hace en apenas cuatro o cinco escenas, sobre todo en aquella del interrogatorio a McDormand donde le acaba “escupiendo todo lo que tiene dentro”. Como curiosidad diré que hacía 27 años que no compartían candidatura dos secundarios por la misma película. Fue por Bugsy, esa película que hoy flipamos y nos avergonzamos cuando recordamos que tuvo nominaciones al Oscar e incluso premios de la crítica. Harrelson a lo tonto ya lleva con esta tres nominaciones al Oscar, la primera como prota de The People vs. Larry Flynt y la segunda aquella olvidable y olvidada por la olvidable y olvidada The Messenger. Pero a él tanto le da aparecer en algo de prestigio, como algo de aún mayor prestigio como Zombieland.


Opciones de victoria: Ninguna, a nadie que le guste su película va a votar por él, sino que votarán a Rockwell que tiene más posibilidades. Este año tampoco será el suyo, a la tercera no va la vencida Woody.



-Richard Jenkins por The Shape of Water

Si el premio se decidiera por el que mejor nos cae de todos y el que nos llevaríamos para casa, Jenkins arrasaría sin duda alguna. Comienza como narrador, pero a todos nos gana como ese buen vecino, apoyo de la protagonista y viceversa, que no gana para disgustos vitales y aún así siempre demuestra la buena persona que es, y eso que intuimos que la vida lo trató regulero: gayer, ex alcohólico, pintor, tiene gatos, le gustan los musicales antiguos y encima de ello se está quedando calvo. Y por si fuera poco, tiene que aguantar a una vecina que se emperra con un jurelo humano y él, después de todo lo que vio en su vida, lo ve como algo de los más normal. Anda que no hay aquí por donde agarrar a un personaje. Pues aún así nos encanta, nos da ternurica y nos divierte. ¡¡Richard Jenkins forever!! El bueno de Jenkins ya me conquistó hace diez años con su papelón en la pequeñita The Visitor, un pequeño milagro que lo llevó a su primera nominación a los Oscar, en esa ocasión como protagonista, y desde entonces es presencia constante como secundario robaescenas.


Opciones de victoria: Es el tercero en la carrera. No se lo va a llevar, pero que tiene más votos de los que creemos también lo digo. Si a alguien le gustó la peli de del Toro, y esta claro que es así, no va a poder de dejar de votar por él, roba media peli y queremos ser sus amigos durante la otra media.



-Christopher Plummer por All the Money in the World

Lo que sonó a broma en los Golden Globes (lo digo como si alguna cosa no sonara como tal en estos premios) al nominarlo como secundario, se fue haciendo más grande y al final nos encontramos con Plummer como el actor más viejuno nominado ever a los Premios de la Academia. Vamos a recordar la historia: Resulta que Kevin Spacey había hecho ese mismo papel con un maquillaje que ni Gary Oldman después de pasar tres días de farra con la careta de Churchill -y, de hecho, sonaba a posible candidato a los premios-, pero fíjate tú por donde que se descubre, justo cuando empezaban a salir los trailers, que Spacey era un sirvengüenza que en más de una fiesta se propasó con jovencitos. Spacey culpó al alcohol y de paso anunció que era gayer, como si nadie se oliera la tostada. Pero claro, alguno de esos jovencitos dijo que “ni de coña te paso una más” y saltó el escándalo. De potencial nominado Spacey pasó a ser el gran repudiado, después o a la altura de Wenstein, e hizo peligrar el estreno de la peli. Ridley Scott, que más sabe por viejo que por director, dijo “cooooomo, que no me van a estrenar la peli, pa una que me queda bien” y dijo (recreación textual según mis fuentes secretas): “Christopher Plummer, Chrisopher Plummer ven acá pa cá, que en un par de horas ruedas las escenas del pavo este y listo, le pago a Wahlberg un pastizal para que vuelva a rodar las escenas contigo y luego a Michelle Williams, que como es una tía, le digo que venga gratis y viene porque no le queda otra para seguir currando en Hollywood y estrenamos la peli pasado mañana, ya se encargarán de que me nominen a cosas en los Globos de Oro para que vean que la peli mola aunque no la vean”. Y Plummer, que quedó traumatizado por los niños de Sonrisas y lágrimas, no tuvo el valor de decir que no. Y mira, es que no se le puede objetar nada en su papel. Sale poco, lo hace bien y su presencia es lo que más mola de la peli. Así que mira, en tres días, de jugar a la petanca pasó a ser nominado a premios. Después de que la única nominación de su vida la convirtiera en premio con Beginners, ya tiene la segunda.

Opciones de victoria: Ninguna, vamos sería ya el colmo de la risión.



-Sam Rockwell por Three Billboards Outside Ebbing, Missouri

“Estar en un película que la vea alguien está muy bien”. Con esa frase del propio Rockwell resumió su carrera en el cine hasta que llegó esta película. Porque sí, es un actor que siempre moló desde que flipamos con él los siete que lo vimos en Confessions of a Dangerous Mind de George Clooney, los seis que flipamos con Moon (la peli con el mejor uso de una canción de mierda dentro de su trama, vedla, vedla) y los tres que creyeron que iba a ser nominado a algo por Conviction (él incluido). Pero al fin le llegó su momento, su Dixon de la peli de McDonagh, un policía white trash, racista, homófobo, misógino, pero que al final puede que tenga buen corazón, porque otro señor se lo recuerda en una carta. Un personaje con más aristas que la cara de Melania Trump que él recrea con total convicción y hasta tienes algo de empatía con él, porque al fin y al cabo con todo lo que dije antes, no es más que un discapacitado mental. Así Rockwell se estrena por fin en esto de los premios y lo hace a lo grande, porque se llevó todos los importantes como son Globos de Oro (ejemmm), Critic’s Choice (ejem, ejem), Sindicato de actores (uff) y el Bafta del cine británico. Así que este actor currante como el que más, sin madera de estrella, más bien porque es bajito, ni guapo ni feo, no sabemos si simpático o no (ahora sí, que se ve que presentó en Saturday Night Live después de que su agente no parara de chup... de hacer bien su trabajo). Vamos, que es uno de esos premios que no molestan a nadie y además es merecido, lo ideal, ideal.


Opciones de victoria: Mucho tendría que remontar Willem Dafoe para quitárselo, sería un bombazo que no lo viéramos posar con la estatuilla el cuatro de marzo.



Gana: Sam Rockwell

Debería ganar: Sam Rockwell

Debería estar nominado: Michael Stuhlbarg

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates