Por Paulo Campos
Cuando la categoría del mejor guión adaptado es tan flojita como este año, se supone que la categoría fuerte será esta, y efectivamente, este año podría haberlo sido. Sí, haberlo sido, pero nominando a las correctas y no dejando la categoría como años donde no había guiones donde escoger. Es tremendamente paradójico que tratándose de la categoría de mejor guión original no tenga mucha idea de como encabezar mi artículo sobre el tema, así que diré simplemente que cuando escucho las palabras de “mejor guión original” siempre espero que sean películas donde la originalidad de la propuesta se una a unos personajes bien creados, a situaciones resueltas de manera inteligente y a diálogos chispeantes que hagan que mi interés por la peli aumente por el visionado. Ahora iré uno a uno comentando a ver si consiguen ese objetivo conmigo los cinco guiones nominados este año:
-The Big Sick de Emily V. Gordon y Kumal Nanjiani
Una comedia romántica nominada a mejor guión. Eso es porque tiene que ser mucho mejor que 500 days of Summer para que vuelvan a fijarse en una peli de esas características. Viene de las manos de un matrimonio real que cuenta sus experiencias reales en una peli a la que quieren dar visos de realidad, y que además coge en muchas partes la cadencia de los monólogos de humor que tan buenos resultados cómicos dan. Pues vale, compro todo ello. The Big Sick es una buena peli pero no es una peli que deba estar en los Oscar. ¿Por qué? Pues simplemente porque no presenta nada que no hayamos visto antes, ya vimos pelis donde monólogos de El Club de la Comedia tienen parte en la trama y en ellos se vuelcan las situaciones que están pasando los personajes, de comedias románticas tenemos el culo pelado. Vamos, que es la My Big Fat Greek Wedding del año, aunque recaudando 10 veces menos e interesando a 100 veces menos gente. Con lo bien que estaría en su lugar Phantom Thread, pero no, los profesionales de los guionistas nos dicen que este guión es mejor.
Opciones de victoria: Ninguna. Ya que esté aquí es una carambola cosa mala y vamos, ¿qué mente enfermiza puede votar esto como el mejor guión del año?
-Get Out de Jordan Peele
Qué ganas tenía de empezar a hablar de esta película y de una de sus cuatro nominaciones, exactamente cuatro más de las que merece. Pues bien, hagamos un ejercicio, pensad en un carro, para los de pueblo como yo es fácil, para los de ciudad buscadlo en Google. Pues coged ese carro y tenedlo en mente y ahora haced que aumente de tamaño en vuestra imaginación, que aumente mucho, mucho, mucho hasta que sea la hostia de grande; pues bien en ese carro es al que se subió Jordan Peele después de que un iluminado dijera que esta película representaba a la América de Trump, de cómo funcionaba la clase blanca imponiendo su voluntad sobre los negros, etc... ¡¡¡MIS COJONES TREINTAYTRES!!! Anda por ahí, hiciste un guión de una peli de ciencia ficción que te costara cuatro duros y ahora vienes como si fueras Cormac McCarthy. A mí no me la das, porque tu guión no se sostiene, sobre todo cuando me intentas explicar los porqués de la familia para actuar así (no te lo pedí en ningún momento, la ciencia ficción es lo que tiene). ¡¡Farsante!!
Opciones de victoria: El mundo está ciego y los guionistas más, de ahí que tenga bastantes opciones de victoria. Ganó el premio del gremio y llega muy reforzada a marzo, por lo tanto diré que ahora mismo es la segunda en la carrera (manda cojones, cómo está el percal).
-Lady Bird de Greta Gerwig
Una adolescente deslenguada que se cree más de lo que es ya lo vimos en “Juno”, y acabó ganado el Oscar. Pero en esta ocasión el cambio es a mejor, es obvio, entre Diablo Cody y Greta “Diosa del Universo” Gerwig no hay comparación posible. Aquí la muchacha no es tan odiosa como Juno, y tenemos más de un personaje que puede atreverse a enfrentarse cara a cara a la verborrea de alguien que se hace llamar a si misma Lady Bird. Por fin este año tenemos un guión bueno, con grandes diálogos y personajes apegados a una realidad en las que las expresiones que antes veíamos antinaturales hoy las asociamos con una personalidad de adolescente perfectamente identificable. Es como los niños de cinco años que ven a youtubers y mierdas de estos por la pantalla del teléfono de sus padres, ahora utilizan grandes expresiones, se creen alguien importante y tratan de aplicar su superioridad que les da la ESO para convencerte de votar a “Lo malo” en una preselección. Pues esto es lo mismo, mucha lengua para que defender la mierda. Así Lady Bird es la primera película en tratar esa enfermedad mental que se llama “Millenials”.
Opciones de victoria: Debería de tenerlas todas, y a estas alturas parece la tercera en discordia, el tener a Greta nominada en dirección y no dárselo, podría suponer la compensación en esta categoría.
-The Shape of Water de Guillermo del Toro
Del Toro es un buen director, con más o menos aciertos es innegable, que sabe como manejar el juguetito, pero en cuanto a guionista ya tengo más problemas en aceptarlo como bueno. Quiere escribir cuentos, quiere que compartamos él amor que el siente por sus monstruos (como Mercedes Milá) y que nos sintamos niños ante unas historias que deberían aterrarnos de cojones, pero que mucha gente extraña cree románticas y necesarias, como las propuestas de Ciudadanos. Por lo tanto, la labor fundamental que se autoimpone como guionista es dotar de vida y de sentimientos a criaturas que en principio deberían de ser quienes nos asustaran por las noches, como los asesores de Albert Rivera. En esta ocasión lo cumple con buena nota, no cabe duda que la protagonista bebe de las princesas más Disneys y el bueno-malo es mucho mejor que el malo-malo. Vamos, que no inventa nada que no conozcamos, pero que tiene los santos huevos de ponérnoslo en una época extraña y le compramos el chiringuito. Desde luego no es el mejor guión del año, pero la nominación está más que justificada.
Opciones de victoria: No es su categoría y no creo que rasque mucho aquí, aún así la marcianada de la propuesta nominada hace que tenga un poco de fe en los guionistas serios de la Academia.
-Three Billboards Outside Ebbing, Missouri de Martin McDonagh
Cuando hace unos años le nominaron de forma sorprendente el guión de In Bruges todos nos congratulamos de tener una especie de Tarantino de Hacendado que en unos años podría hacerle la competencia. Ahora, tiempo después, vuelve a los Oscar con un guión de los Coen de Hacendado. La cuestión que surge ahora es si MacDonagh es una marca blanca en sí mismo o si nos va a sorprender en el futuro con más cosecha propia que ser un copiota. Bueno, pero copiota. En esta película hay un par de cosas que no encajan, una ya lo traté en el apartado de montaje y otra es su guión, que quiere contar demasiadas cosas y a veces parece un batiburrillo por acumulación, que molan las cosas que cuenta, pero que chico, hay que centrarse, centrarse. Me refiero a escenas como la del cura, como la de la bronca con la muchacha antes de que se pire hacia su muerte o el cuchillo en el cuello del ex, demasiados temas serios para tomados a broma en una sola película. Por eso, el guión -que no es malo- peca de ambicioso y de ser demasiado guay. Pero vamos, como todos los personajes de ese pueblo infecto que tiene que ser Ebbing. Eso sí, las réplicas, por muy de sabiondos que sean, molan, y te los pasas teta viendo y oyendo reacciones tan imposibles que si es verdad que compras el pack.
Opciones de victoria. Muchas, está entre Peele y MacDonagh y si quieren convertir a esta de los anuncios en la ganadora de la noche tendrán que darle algo. La compensación por no nominar a Martin en director puede ser esta y marcarse un Affleck.
Gana: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri (pero en la prórroga con Get Out)
Debería ganar: De estas cinco Lady Bird (el mejor guión original del año es el de Phantom Thread)
Debería estar nominado: Phantom Thread, The Post, The Florida Project, I, Tonya, Wind River, Coco (anda que no quedaría una categoría cojonudísima)
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