Por Paulo Campos
Pues ya está, ya pasaron. Los Globos de Oro 2017 ya tienen dueño, y lo más importante de la gala fue que todos iban vestidos de negro. Esto indica dos cosas: la importancia de los gestos más que los hechos para la prensa, y que las películas de este año no tiene entidad suficiente para protagonizar la carrera por sí solas. Ojo, que no hablo de la calidad, sino que no hay ese sentimiento de antaño en las que las películas presentaban filias y fobias. Este año es todo intranscendente. Pero no deja de ser paradójico que en uno de los años más abiertos que se recuerdan (vale, es verdad que el ruido que viene haciendo Three Billboards Outside Ebbing, Missouri desde septiembre es mayor que el de las otras, pero...) es uno de los años más anodinos donde no hay expectación desbocada por los premios (o igual son impresiones mías).
Lo que nos dejaron claro es que lo pequeño triunfa este año en la carrera de premios. La película más taquillera en la carrera es la SOBREVALORADA (sé que este término hoy día carece un poco de sentido, pero es que no hay mejor ejemplo) Get Out, que se hizo con unos 175 millones en USA, en el resto del mundo nos la sudó a todos. El resto son películas que si bien no van a dar pérdida,s tampoco van a importar al espectador medio (que vete a saber quién es) y no es que Frances McDormand, Gary Oldman, Willem Dafoe, Sam Rockwell o Allison Janney sean las estrellas que tienen legión de fans detrás para ver si ganan un Oscar. Seamos claros, yo sí que lo soy de McDormand.
Pero bueno, habrá tiempo, ahora este artículo es para destacar lo que dio de si la gala de los Globos de Oro:
-Seth Meyers: Bien, correcto. Se fue apagando a lo largo de la gala, pero es normal, no puede estar haciendo el monólogo de inicio todo el rato y presentar a Halle Berry, Dakota Johnson o Carol Burnett no es que dé mucho juego. Fue directo al grano y para los que se preguntaba si tocaría el tema de los abusos sexuales, feminismo o Trump pronto hubo respuesta (¿de qué coño pensaban que iba a hablar? ¿de cine?) enlazó vario chistes al respecto iniciando su monólogo con “Buenas noches señoras y a los caballeros que quedan".
Para seguir diciendo que este era el primer evento en tres meses donde a los hombres no les importaba escuchar su nombre en alto. Después atizó a Trump recordando los inocentes tiempos en los que Seth Rogen era el que ponía en peligro la relación con Corea del Norte. Y luego manos a la obra Wenstein y Spacey, pero tampoco mucho, no fuera a ofender a quienes queríamos sangre, es decir, todos los espectadores. Cuando habló, por compromiso, de las pelis nominadas fue bueno el punto de que una chica salió con un puñado de Globos cuando Meyers nombró a Spielberg, Streep y Hanks para decirle “aún no, ya veremos luego”. Para hacerse el bruto como en su progama utilizó “Lo que Seth no puede decir” con la ayuda de Chastain (nombrada ya la feminista abanderada de Hollywood), y a parte de la platea, para terminar con Amy Poehler que eclipsó a Meyers en tres segundos.
-Como nunca escribo de televisión, no va a ser esta la primera vez, así que pocas referencias a las series haré. Sólo decir que el feminismo también llegó a la caja tonta, cada vez menos tonta porque hay mejor material en ella que en el 90% del cine que se estrena. Así que para mí la gala empezó con el premio a mejor secundario donde el morbo estaba en dos sitios: uno en si eran capaces de premiar a Plummer por sustituir a Spacey, rodar en tres minutos sus escenas que duran 15 y estrenar la película tres días después. El otro sitio era por ver si Dafoe ganaba y finiquitaba la carrera. Pero no, Rockwell ganaba y dejaba claro en su discurso que es un ídolo de masas “no hay duda que trabajo en el cine independiente pero es bueno estar en una película que la gente ve”.
-La primera, y sorprendente standing ovation fue para Carol Burnett, a la que Jennifer Aniston no pudo evitar tocar la oreja en un gesto tan guay como estúpido y estudiado y cursi. Pero son esos gestos los que nos molan. Luego salió la presidenta de rojo absoluto, pero como es India todo bien, demostrando que está capacitada para doblar a su figura de cera en las escenas de riesgo. Y terminando con este bloque Sterling K. Brown hacía un buen discurso pidiendo eliminar prejuicios racistas al ser el primer negro en ganar en su categoría de actor dramático.
-Pero lo bueno venía cuando se presentaba el clip de The Disaster Artist y veíamos en la platea al gran Tommy Wiseau, convirtiéndose en ese instante el el Rey de la gala y en el rey de Hollywood. Es el sueño americano del siglo XXI, triunfar 15 años después de hacer una soberana mierda que adoramos los que nos criamos en los 80. EL TRIUNFO. Luego quedaría claro que es el rey, porque cuando James Franco quería hacer un emotivo discurso todos nos quedamos con las ganas de saber que coño iba a decir cuando Franco le paró como si a un caniche fuera, en el mejor gesto de la ceremonia sin duda alguna.
-Llegó Mariah Carey, un meme profesional con piernas, que para hacerse más personaje demostró que ni siquiera puede leer en una tarjeta que pone “Alexandre Desplat, The Shape of Water”. Genio y figura. Bueno, tampoco fue mucho mejor la cancioncita inventada por Kelly Clarkson y Keith Urban (que cada vez es más Nicole Kidman).
-Laura Dern recogiendo un premio. A la madurez viruelas y cómo ser la más cool cuando las demás se agostan y se les ponen cara de intérpretes sesudas. Ella lo es y además mola, no puede ser tan difícil.
-Kit Harrington en la sala, alcohol en las mesas, fin de año fue duro para él, yo de vosotros se lo apartaba porque va a haber lío y Oprah le parte la cara en menos de nada.
-La imagen de la gala fue a Kirk Douglas celebrando sus 101 vividos (envidia) años cogido de la mano de la Zeta Jones espectacular. Y escuchar llamar suegro a alguien de Hollywood fue toda una experiencia nueva para mí.
-Aus den nichts ganando el premio a peli extranjera fue lo más desconcertante de la gala, en Cannes no gustó ni al Tato pero en USA encontró su público. Eso es que es mala de cojones, seguro, segurísimo.
-Penélope, espectacular no, lo siguiente acompañada de Ricky Martin, Edgar Ramírez y Darren Criss en lo que es el casting más extraño después del de Leyendas de pasión presentando el premio que fue para Ewan McGregor en una escena que parece sacada de cualquier peli de Lynch.
-Oprah y su discurso, temas raciales, tópicos y necesarios, gritos contra los hombres cabrones que dominan a las mujeres y a los que si no quedó claro “Time’s up” (habrá que verlo, pero ojalá, y ya). Curioso que muchos claman porque Oprah sea presidenta y hay foros abiertos a ello. En España al máximo consenso que llegaríamos es a nombrar como candidata a Dakota de Hermano Mayor.
-Todo iba muy bien, las mujeres eran lo más, hasta que vino Natalie Portman y nos devolvió y les devolvió a la realidad cuando exclamó la frase de la noche “estos son los hombres nominados a mejor dirección”. La escala Ritcher se vio sobrepasada por tremendo zascón! Te amamos Portman, gracias. Guillermo del Toro -al que Meyers dijo de su The Shape of Water es una peli de una chica muda que se enamora de un monstruo, en lo que es otra peli más de Woody Allen”- estaba dedicando a sus monstruos el premio cuando apareció la música (con Oprah no hubo cojones u ovarios) y dijo “no, bajen la música, me ha llevado 25 años llegar hasta aquí”)
-Si saben como se ponen para que llevan a Kit Harrington o Dakota Johnson y sus putas caras de acelgas a presentar algo en la gala. ¿Se puede tener menos carisma o presencia que estos dos tontos de remate?
-Hablando de presentadores, molaron Poehler y Sandberg, Salma, y como no Jessica Chastain y Chris Hemsworth que decidieron continuar con el feminismo imperante y algo hipócrita diciendo que este año habían decidido eliminar a los hombres de la categoría de mejor actriz de comedia. Luego salía la reina de la gala: Saoirse Ronan que se hacía con su Globo y veíamos la sonrisa de Chalamet, qué pena que no ganara y ver la foto de ellos dos en plan: viejos, fuera, somos el presente y el futuro de Hollywood. Pero no, ganó Gary Oldman, que hizo como si fuera simpático y le molaran los Globos de Oro. Aunque sí tuvo una buena frase “mi mujer se acostaba con Winston Churchill y se despertaba con Gary Oldman, mejor que no hubiera sido al revés”. No sé Gary, igual le ponía la papada de corchopán.
-Frances McDormand aplaudida como si fuera Amaia de España cuando se leen las nominaciones y más una cuando gana su primer Globo de Oro igualando así a Pia Zadora en el palmarés. Desde luego es una absoluta Queen de Hollywood y sólo con la expectación y atención con la que la peña escuchaba su discurso, como si fuera Moisés declarando los mandamientos, o Paula Echeverría dando consejos de belleza, quedó claro. Y además en ese escenario ESTABAN JUNTAS Isabelle Huppert, Angelina Jolie y Frances McDormand, no pude ver la gala los siguientes 35 segundos que tuve que ir al baño.
-Streisand tuvo que recordar, por si no nos acordábamos, que ella es la única ganadora del Globo a mejor dirección, por Yentl (no sé yo si es para presumir) y eso fue hace 34 años, la cámara enfoca a Greta Gerwig, lo cual es de agradecer y quedarse en plan: “Sí, Globos de Oro, vosotros no habéis nominado a Gerwig así que lecciones no eh”, No!” “¿Que no sois machistas? Madre mía te digo yo a ti que sí?.
-Finalmente y para sorpresa de todos “Velaske yo soy guapa” no ganaba a mejor película lo hacían Lady Bird y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, que las coloca como las favoritas para unos Oscar que pintan extraños, aunque yo con que digan los ganadores correctos me conformo.
Y así transcurrió la gala, como la carrera en general. Pasó, y la olvidamos, pese a que tenía mucha más chicha que años anteriores. El morbo está ahora con los gremios que son los que van a dar pistas más fiables de los nominados finales que pinta que tienen sitio seguro: Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, “Dunkirk”, The Post”, The Shape of Water, Lady Bird y la maldita Get Out, que hay que reconocerlo y tratar de asimilarlo es la gran ganadora de los premios de los críticos. Me gustará ver cuando dentro de 20 años alguien quiera buscar cine de 2017 y se deje “aconsejar” por los críticos y vea que esta fue la mejor para muchos de ellos “va a pensar que vaya puta mierda de año”. Luego veremos si Call me by your name se convierte en la Carol del año y se come las ganas, si The Florida Project es visible para la Academia, si Wonder Woman se beneficia de la ola feminista y nominan la peli por nombre y no por calidad, porque es la más flojita de superheroinas de este año, porque Justice League vamos a decir que es un drama social.
Pues colorín colorado, hasta aquí mis fuerzas han llegado. Para envíos, gratificaciones o insultos recordad @opaulocampos
Bicos a todas!!
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