Por Andrea Dorantes
Le Semeur (Marine Francen. Francia, 2017)
Nuev@s Director@s
Le semeur es la primera película de la cineasta Marine Francen. Ella ha sido ayudante de dirección de grandes realizadores como Olivier Assayas o Michael Haneke. Quizá por ello nos sorprende el nivel de refinamiento que tiene la cinta para haber sido dirigida por una directora novel. El filme está ambientado en el año 1852 en Francia, en un pueblo aislado en las montañas, durante la represión por parte de Napoleón Bonaparte hacia los republicanos.
En este pueblo ya sólo quedan mujeres después de que se llevasen a todos sus hombres cautivos en una última visita hecha por el ejército de Bonaparte. Las mujeres del pueblo pasan meses organizándose para sobrevivir sin la ayuda de los hombres, creando un auténtico matriarcado, ellas siegan los campos, se ocupan de las cosechas y cuidan al ganado. Después de un tiempo, creen poco probable que vuelvan los hombres y con ellos, la posibilidad de generar descendencia, así que deciden llegar a un acuerdo: si un hombre llega al pueblo, ese hombre será para todas.
El conflicto comienza cuando aparece por allí un joven herrero, dispuesto a quedarse ayudando a las mujeres en sus cosechas a cambio de alojamiento y comida.
En esta película es fácil ver paralelismos con La seducción de Sofia Coppola, ya que encontramos en ella el enaltecimiento del empoderamiento femenino y de su sexualidad ante el hombre intruso: son ellas las que eligen, son ellas las que se organizan y deciden sobre los hombres.
Por si no fuera poco, esta interesante trama junto con su rompedor enfoque llega de la mano de una magnífica fotografía, que reproduce estampas propias de la pintura del romanticismo francés e inglés. En un preciosista entorno natural, nos encontramos con imágenes bellísimas en formato 4:3 que nos recuerdan a la pintura de la escuela de Barbizon, iniciada en Francia en 1845. En estos planos podemos reconocer rasgos de artistas como Jean Dupre, Daubigny o Corot, pero se hace más evidente cuando al ver la secuencia del grupo de mujeres segando el trigo, parece que estuviésemos contemplando la pintura de Jean-François Millet, 'Las espigadoras'. En interiores se aprecia una delicadeza a la hora de retratar la luz y la sombra, que dibuja de manera muy cuidada las siluetas de los personajes.
'Las espigadoras' (Jean-François Millet, 1857). Museo de Orsay de París |
Se entiende que la apuesta pictórica para la fotografía de Le semeur es algo muy meditado por su directora, no solo por el deleite estético y la correspondencia histórica con la pintura de la época, sino porque este mismo cuadro anteriormente mencionado, 'Las espigadoras', fue considerado en su época como “peligroso” al retratar sin tapujos la realidad de la sociedad rural del siglo XIX en Francia, y al pintarlo, el artista rompió muchos estereotipos y se atrevió a hablar de realidades paralelas a la historia normativa, al igual que se podría pensar de Marine Francen al dirigir esta película, con su trama antipatriarcal que retrata a un pueblo sólo de mujeres que decide compartir al primer hombre que llegue.
Una apuesta interesante, se mire por donde se mire, tanto a nivel narrativo como estético, que trata de manera natural los sentimientos más puros y salvajes del ser humano.
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