Por Alberto Gallardo
Feliz día de tu muerte (Christopher Landon. Estados Unidos, 2017)
Oficial Fantàstic Fuera Competición
Esta revisitación en clave psycho-thriller de la inolvidable comedia Atrapado en el tiempo de Bill Murray, condena a su joven y repelente protagonista, una universitaria bastante estirada, a revivir repetidamente el día de su muerte hasta que logre desvelar quién es su verdugo. Funciona bien mientras aplica humor negro a sus diálogos y elabora situaciones al estilo Destino Final para la sucesión de actos violentos, pero no convence tanto cuando se sumerge en el género puro, pues ni asusta ni sorprende, a pesar de su improbable giro final. Eso sí, aunque sea algo blanda y dedique demasiado metraje a una subtrama romántica prescindible, los fans del slasher noventero apreciarán sus juegos referenciales. Una entretenida propuesta con muchas cartas para funcionar muy bien en taquilla.
FireWorks (Nobuyuki Takeuchi. Japón, 2017)
Anima't
Si el año pasado Your Name fue unánimemente considerada la sensación animada de Sitges (y más tarde uno de los filmes sorpresa dentro del género animado en todo el año cinematográfico) FireWorks parecía llamada a tomar el relevo con una temática que también combinaba romanticismo y cabriolas espacio-temporales. La diferencia primordial entre ambas es la desmedida dulcificación del romance en el film de Takeuchi, que llega incluso a castigarnos con bochornosos números musicales a ritmo de balada pop japonesa. También se resiente debido a una historia con escaso recorrido y una animación bastante discreta y alérgica a cualquier atisbo de riesgo, lo que no hace sino otorgarle al filme un aspecto de obra rutinaria en busca de una fórmula excesivamente sobada y solo apta para fans muy entregados del anime de corte sentimental.
A Ghost Story (David Lowery. Estados Unidos, 2017)
Oficial Fantàstic Competición
Si algo ha demostrado sobradamente hasta hoy el director David Lowery es una sorprendente versatilidad que le permite saltar con notable fortuna del thriller criminal de autor (Ain't Bodies Saints) a la aventura familiar de gran estudio (Peter y el Dragón) y ahora al drama intimista con pretexto fantasmagórico en esta insólitca Ghost Story, que explora una crisis de pareja con Rooney Mara y Casey Affleck como (anecdóticos) protagonistas, desde una sorprendente óptica nostálgico-fantasiosa que parece el reverso indie y minimalista de aquella temible pastelada llamada Ghost' La sensible y discreta parábola sobre la pérdida en que finalmente se erige A Ghost Story, requiere de cierta paciencia ante su buscada morosidad narrativa, pero si se le concede, llega a emocionar.
Wind River (Taylor Sheridan. Estados Unidos, 2017)
Òrbita
Wind River es el debut en la dirección del guionista de Comanchería, aquel convincente neo-western que se convirtió en una de las revelaciones del pasado año. Insistiendo en la revisión con óptica moderna de elementos clásicos, Sheridan nos presenta aquí la investigación de un crimen por parte de una agente del FBI encarnada por Elizabeth Olsen con la ayuda de un cazador con ínfulas de sheriff interpretado por el siempre excelente Jeremy Renner, protagonizan esta truculenta historia centrada en la investigación de la violenta muerte de una joven indígena en una reserva de las montañas nevadas de Utah. Mejor dirigida que escrita, a la película le cuesta arrancar y va de menos a más, pero posee varias escenas de una intensidad que corta la respiración por la sequedad de su realismo. Un debut muy interesante.
Stéphanie (Akiva Goldsman. Estados Unidos, 2017)
Panorama Fantàstic
Nada menos que entre el subgénero de asaltos domésticos y el de invasiones alienígenas, se mueve el segundo filme como director de Akiva Goldsman tras la fallida Cuento de invierno. Su perturbadora escena inicial nos presenta un inquietante escenario con una niña desamparada ante lo que parece un intento de allanamiento de morada. No obstante, el desvió de 180 grados que experimenta el film para poner patas arriba las expectativas del espectador, no está desarrollado con la suficiente convicción y el film fracasa en su intento de equilibrar la inquietud de los elementos sobrenaturales y el devenir melodramático de la subtrama familiar. Stéphanie es en resumen un apreciable esfuerzo de resultados fallidos, que no deja huella en el espectador muy curtido en premisas argumentales alrededor de niños con intenciones sospechosas.
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