Críticas: La suerte de los Logan

5/10

Logan Lucky (Estados Unidos, 2017).

Dirección: Steven Soderbergh

Intérpretes: Channing Tatum, Daniel Craig, Riley Keough, Adam Driver, Katie Holmes, Seth MacFarlane, Farrah Mackenzie.

Guión: Rebecca Blunt

Música original: David Holmes.

Fotografía: Peter Andrews.

Montaje: Mary Ann Bernard.

Idiomas: Inglés.

Duración: 118 minutos.

Otra vez lo mismo y no mejor

Por David Sancho

Steven Soderbergh, ese director que parece que se va a retirar cada año pero que nunca acaba de decidirse, vuelve con una película que recuerda en exceso a su saga de Ocean’s Eleven. Esta vez se trata de unos hermanos que viven en Carolina del Norte que deciden robar la recaudación de una carrera de coches cuando uno de ellos se queda sin trabajo. Para ello se asocian con un presidiario especialista en abrir cajas fuertes y sus dos estúpidos hermanos.

Como ya sucedía en Ocean’s Eleven, Soderbergh introduce con mucha habilidad el humor en esta película de atracos, sobre todo gracias a un reparto encabezado por Channing Tatum, el cual brilla por encima del resto. La película es un ejemplo claro de la vertiente más mainstream de Soderbergh, de la cual han salido proyectos casi tan interesantes como de su lado más independiente y experimental.

La cinta es divertida a pesar de su amplio metraje, aunque siempre da la sensación de ser una hermana menor de la primera entrega de la ya mencionada saga, con la que comparte excesivos elementos estructurales que hacen que sea más previsible de lo normal. La habilidad de Soderbergh para la dirección es envidiable, pero da la sensación de que va con el piloto automático y toma pocos riesgos.

La película destaca por encima de la media del género por su reparto, su sentido del ritmo y los chispazos de genialidad cómica, pero yo me quedo con una sensación amarga cada vez que pienso que un director de ese talento está malgastando uno de sus últimos proyectos en algo que ya ha hecho antes y mejor.

En la filmografía de Soderbergh siempre ha habido cierto riesgo, ciertas ganas de reinventarse continuamente, de no hacer la misma película dos veces, a pesar de haber hecho una trilogía, y sin hacer ascos a la televisión cuando el proyecto merecía la pena. Pero en esta película de atracos protagonizada por paletos americanos -no se si serían más rednecks o hillbillies- que buscan una segunda oportunidad en la vida, algo que cambie su suerte de una vez por todas, no hay riesgo alguno, toma la calle de en medio y ofrece una película cien por cien accesible que todo el mundo podrá disfrutar, lo cual sería algo muy positivo si no lo hubiese hecho ya.