Por Andrea Dorantes
Una mujer fantástica (Sebastián Lelio. Chile, 2017)
Horizontes Latinos
Sebastián Lelio nos vuelve
a sorprender tras su aclamada Gloria (2013), esta vez nos trae la
historia de Marina, Una mujer fantástica.
Marina es una camarera
por el día, mientras que por la noche es cantante. El día de su cumpleaños, su
pareja, Orlando, veinte años mayor, le regala unos pasajes a las cataratas de
Iguazú. Pasan una noche mágica celebrando el día de Marina, pero por la noche
Orlando sufre un ataque, se cae por unas escaleras y más tarde muere de un
aneurisma. En esa noche trágica Marina se debe enfrentar a la policía y a la
familia de Orlando. Es entonces cuando conocemos más a fondo la realidad de
Marina: es una mujer trans.
En esta persecución constante por ser lo que es, y
nada más, en medio de una desmesurada violencia institucional y por parte de la
familia, Marina intenta procesar la muerte de Orlando. La intentan echar de la
casa que compartía con él, despojarla de sus recuerdos. No hay respeto para les
que sufren. Porque para las personas trans no existe el descanso, no hay lugar
para velar a tu muerto, eres deshumanizade. Una miembra de la policía obliga a
Marina a hacerse un examen físico durante el cual se toman fotografías de su
cuerpo desnudo. El cuerpo entonces pasa a ser de dominio público, las personas
son libres de preguntar por tus genitales, exponerlos, ahondar en la disforia,
violentando más el cuerpo.
La película, al puro estilo del director, narra la
historia de Marina con buen ritmo, acompañado de una fotografía que envuelve a
Marina en luces de colores durante la noche, donde habita lo mágico, y expone
sus cicatrices durante el día. Con un diafragma abierto, aísla a la
protagonista de los demás personajes, amplificando más el concepto de otredad.
Junto con el uso del sonido y de la banda sonora y la música diegética, se
genera un aura especial, que nos recuerda quizá a Gloria.
Una mujer fantástica narra la historia de una mujer
que intenta encontrar su paz, su hueco para despedirse de un ser amado, en
mitad de un mundo cissexista, violento y sin escrúpulos para lo no normativo.
El caso de Marina es el caso de una mujer con fuerzas para seguir luchando, por
ella y por todas las demás que se quedaron en el camino.
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