Críticas: La niebla y la doncella

3/10

La niebla y la doncella (España, 2017).

Dirección y guión: Andrés M. Koppel (sobre la novela de Lorenzo Silva)

Intérpretes: Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Roberto Álamo, Aura Garrido, Paola Bontempi, Sanny van Heteren, Isak Férriz, Cristobal Pinto.

Música original: Adrián Foulkes y Lucio Godoy.

Fotografía: Álvaro Gutiérrez.

Montaje: Irene Blecua.

Idiomas: Español.

Duración: 104 minutos.

Balas de fogueo

Por David Sancho

El guionista Andrés M. Koppel debuta en la dirección adaptando una novela policiaca de Lorenzo Silva. Un cadáver es encontrado junto a un río de la Gomera, que resulta ser el amante de la hija menor de edad de un importante político de las islas. Dicho político es acusado del crimen y declarado inocente. Años después, se reabre el caso y para la nueva investigación mandan a dos agentes de Madrid para resolverlo.

Este tipo de película está muy de moda en nuestro país, moda que se generó gracias a grandes thrillers que nos ha dado nuestro cine en los últimos años y que ahora se explota hasta la saciedad. Cuando se empiezan a producir thrillers como churros, pues es normal que sean más los que no cuajen que los que acaben funcionando.

La niebla y la doncella es una película fallida. Tiene entre sus grandes defectos el no conseguir generar tensión, ya que la intriga es torpe e incluso al final de la película hay cosas que no acaban de quedar claras o que no tienen mucho sentido. Además, la construcción de los personajes es bastante esquemática, cuando no perezosa. A lo que tampoco ayuda el mediocre nivel general de las actuaciones, especialmente la de alguno de los secundarios de la película, los cuales parece que están leyendo, y no muy bien, el guión mientras se rueda.

Se trata de uno de esos thrillers en los que se pretende que todo el mundo parezca que tiene un secreto, que no es lo que parece ser, que hay una gran sorpresa acechando en cada esquina, pero la sensación que aquí se nos queda va más en la línea de lo comentado anteriormente, una pobre construcción de personajes.  

Técnicamente la película es más que correcta y consigue mantener el ritmo durante toda la cinta, lo cual permite que el espectador no abandone antes de tiempo, pero no impide que se abandone la sala con la certeza de que se trata de una película menor que desperdicia a su popular reparto y que quedará olvidada en esa nube de thrillers mediocres que no supieron aprovechar el momento.