Social Icons

viernes, 3 de febrero de 2017

Críticas: Resident Evil

3/10
Resident Evil: The final chapter (Canadá, 2016).
Dirección y guión: Paul. W.S. Anderson.
Intérpretes: Mila Jovovich, Ali Larter, Iain Glen, Shawn Roberts, Eoin Macken, Ruby Rose, Fraser James, Rola, William Levy.
Música original: Paul Haslinger.
Fotografía: Glen MacPherson.
Montaje: Doobie White.
Idiomas: Inglés.
Duración: 106 minutos.


Resident Evil: la tortura final

Por David Sancho

La saga Resident Evil llega a su final con su sexta entrega y probablemente lo haga cinco películas tarde. La primera película no era buena pero entretenía. A la película original seguramente le beneficie el paso del tiempo y la caída en picado de la saga. Cada horrible secuela convierten a la primera en algo más defendible.

La trama ya no importa, porque es siempre la misma. El personaje de Mila Jovovich tiene que acabar con la Corporación Umbrella y salvar el mundo, lo que cambia son los personajes que le acompañan y los disparatados giros de guión.

Sabemos que esta es la última entrega, lo dice el título y esperamos que no nos engañen, porque ha sido duro ver las seis entregas y saber que todo ha acabado genera, en aquellos espectadores que no han disfrutado con la saga, una gran sensación de alivio, pudiendo una nueva entrega generar cuadros de ansiedad difíciles de superar.
A pesar de todo, la última película sea posiblemente la más “disfrutable” de la saga desde su primera entrega. Se mantiene fiel al espíritu de la saga y nada tiene sentido. Los giros de guión son demenciales, nada importa la coherencia argumental, todo está al servicio del espectáculo, un espectáculo serie b de los más casposo.

La película hay que verla con la actitud adecuada, con una mente abierta y poco exigente. Puedo entender que haya un sector del público que disfrute con la película, y no solamente aquellos que hayan pasado horas jugando al juego. El tono disparatado de la saga juega tanto en su contra como a su favor. No hay demasiado talento en ella, así que parece que se opta por asumirlo e intentar jugar en la liga de Uwe Boll, esa liga en la que las películas están hechas para verlas con los amigos y echarte unas risas mientras te comes una palomitas y no prestas excesiva atención a la película.


Placer culpable para unos, tortura infernal para otros, lo cierto es que esta saga ha conseguido aguantar viva más que otras que se preveían mucho más exitosas, y eso tiene su mérito. Seis entregas de infracine que nos muestran que en este mundo hay sitio para todo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates