Resident
Evil: The final chapter (Canadá, 2016).
Dirección
y guión: Paul.
W.S. Anderson.
Intérpretes:
Mila Jovovich, Ali Larter, Iain Glen, Shawn Roberts, Eoin Macken,
Ruby Rose, Fraser James, Rola, William Levy.
Música
original:
Paul Haslinger.
Fotografía:
Glen MacPherson.
Montaje:
Doobie White.
Idiomas:
Inglés.
Duración:
106 minutos.
Resident Evil: la tortura final
Por David Sancho
La saga Resident Evil
llega a su final con su sexta entrega y probablemente lo haga cinco
películas tarde. La primera película no era buena pero entretenía.
A la película original seguramente le beneficie el paso del tiempo y
la caída en picado de la saga. Cada horrible secuela convierten a la
primera en algo más defendible.
La trama ya no importa,
porque es siempre la misma. El personaje de Mila Jovovich tiene que
acabar con la Corporación Umbrella y salvar el mundo, lo que cambia
son los personajes que le acompañan y los disparatados giros de
guión.
Sabemos que esta es la
última entrega, lo dice el título y esperamos que no nos engañen,
porque ha sido duro ver las seis entregas y saber que todo ha acabado
genera, en aquellos espectadores que no han disfrutado con la saga,
una gran sensación de alivio, pudiendo una nueva entrega generar
cuadros de ansiedad difíciles de superar.
A pesar de todo, la
última película sea posiblemente la más “disfrutable” de la
saga desde su primera entrega. Se mantiene fiel al espíritu de la
saga y nada tiene sentido. Los giros de guión son demenciales, nada
importa la coherencia argumental, todo está al servicio del
espectáculo, un espectáculo serie b de los más casposo.
La película hay que
verla con la actitud adecuada, con una mente abierta y poco exigente.
Puedo entender que haya un sector del público que disfrute con la
película, y no solamente aquellos que hayan pasado horas jugando al
juego. El tono disparatado de la saga juega tanto en su contra como a
su favor. No hay demasiado talento en ella, así que parece que se
opta por asumirlo e intentar jugar en la liga de Uwe Boll, esa liga
en la que las películas están hechas para verlas con los amigos y
echarte unas risas mientras te comes una palomitas y no prestas
excesiva atención a la película.
Placer culpable para
unos, tortura infernal para otros, lo cierto es que esta saga ha
conseguido aguantar viva más que otras que se preveían mucho más
exitosas, y eso tiene su mérito. Seis
entregas de infracine que nos muestran que en este mundo hay sitio
para todo.
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