Críticas: Hasta el último hombre

7/10

Hawksaw Ridge (Estados Unidos, 2016).


Dirección: Mel Gibson.


Intérpretes: Andrew Garfield, Teresa Palmer, Sam Worthington, Vince Vaughn, Rachel Griffith, Hugo Weaving, Richard Pyros.


Guión: Robert Schenkkan y Andrew Knight.


Música original: Rupert Gregson-Williams.


Fotografia: Simon Duggan.


Montaje: John Gilbert.


Idioma: Inglés.


Duración: 131 minutos.

Guerra, amor y Jesucristo

Por David Sancho

Mel Gibson, pintaba mal la cosa con las historias que generaba estos últimos años, todas más relacionados con polémicas por sus actitudes racistas y sexistas, que con lo cinematográfico. Ya parecía casi destinado a protagonizar películas de acción de medio  pelo hasta ser olvidado. 

Pero al final ha conseguido sacarse de la manga una película que le redime cinematográficamente, además de ser una película que limpia relativamente su imagen por contar una historia en la que se hace un canto a la no violencia. Y a todo esto hay que añadir que se trata de una cinta con un poderío visual increíble, además de tener un ritmo que te deja sin aliento.

Pero relativicemos, que la imagen de Mel Gibson no se limpia tan fácilmente. Y es que aquí se pasa de frenada en su intento de contar la historia de superación de un hombre al que no le querían dejar ir a la guerra por negarse a levantar un arma. En ciertos momentos de la película Mel toma el camino fácil, cercano al melodrama, convirtiendo a la película en algo vulgar y adoctrinante.

Pero tiene cosas muy buenas. Un Andrew Garfield que está más que correcto en un papel de mucha exigencia. Más sorprendente es la actuación de un Vincen Vaughn que ya muchos pensábamos que abandonaría en su intento de convertirse en un actor serio, especialmente debido al fracaso personal que supuso para él True Detective, donde estuvo peor que mal. Aquí se redime y crea un personaje arquetípico pero consigue aportarle encanto y cercanía cuando hace falta.

Donde destaca la película, sin ninguna duda, es en su apartado visual. Las escenas bélicas son las más poderosas que se han visto en una pantalla de cine en años, de hecho no recuerdo nada tan salvaje, hipnótico y sobrecogedor en el cine reciente. Además, consigue aportarle el ritmo suficiente para que las escenas de acción no se hagan redundantes.

Técnicamente la mejor película de Gibson hasta la fecha, lo cual es muchísimo decir, ya que si de algo no era sospechoso el director americano, era por faltarle talento tras la cámara, pero esta vez se ha superado. Una película que no le redime totalmente pero que le devuelve a la relevancia cinematográfica, lo cual es más de lo que probablemente se merece.