The Neon Demon (Francia-Dinamarca-Estados Unidos,
2016).
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Intérpretes: Elle Fanning, Jena Malone, Keany Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman, Desmond Harrington .
Guión: Nicolas Winding Refn, Mary Laws, Polly Stenham.
Música original: Cliff Martinez.
Fotografia: Natasha Braier.
Montaje: Matthew Newman.
Idioma: Inglés.
Duración: 118 minutos.
Dirección: Nicolas Winding Refn.
Intérpretes: Elle Fanning, Jena Malone, Keany Reeves, Christina Hendricks, Bella Heathcote, Abbey Lee, Karl Glusman, Desmond Harrington .
Guión: Nicolas Winding Refn, Mary Laws, Polly Stenham.
Música original: Cliff Martinez.
Fotografia: Natasha Braier.
Montaje: Matthew Newman.
Idioma: Inglés.
Duración: 118 minutos.
Caótica
orgía visual
Por David Sancho
Nicolas
Winding Refn tiene una carrera bastante atípica. Alcanzó la fama a
nivel mundial con la excelente Drive, tras haber tenido películas de
gran nivel que le dieron un nombre dentro del mundo de los festivales
y el cine independiente. Drive, sin ser un taquillazo, fue bastante
bien en taquilla y tuvo críticas excelentes. Muchos directores
hubiesen aprovechado dicho éxito para abordar proyectos de mayor
envergadura y más accesibles para el gran público, pero no Refn. Su
carrera ha ido en la dirección opuesta, entregando películas con un
empaque visual arrollador pero con un estilo narrativo que espanta a
la mayoría de los mortales.
Ya
su anterior película, Solo dios perdona, estaba en el límite entre
lo genial y lo absolutamente ridículo. Pero la que ahora nos ocupa
va un paso más allá y se lanza al orgasmo visual y la narrativa
entre la poesía y el sinsentido. Esto hace que el cine de Refn sea
algo para poca gente, para aquellos que se dejen seducir por las
imágenes y que consigan sacar algo en claro de la trama. Para
disfrutarla plenamente uno tiene que estar dispuesto a aceptar que la
historia se mueve entre lo poético y lo frívolo sin demasiadas
sutilezas y tratar de disfrutarla como es.
Porque
se trata de una película que apela a las emociones y a la parte no
racional del cerebro, necesita que el espectador se deje llevar y,
una vez que lo haya hecho, que éste disfrute la experiencia, que no
es fácil. No es que sea cine elitista, no es un cine para
intelectuales, pero hay que haber visto cine de este tipo para no
morir en el intento, porque disfrutar una película así requiere
entrenamiento. Es como escuchar death metal, no todo el mundo está
preparado para ello, hay que haber seguido un proceso que te prepara
para la experiencia, y aun haciéndolo, es muy probable que todavía
pienses que no es más que ruido.
Si
alguien me dijese que esta película es una auténtica basura y me
explicase sus motivos, posiblemente no podría rebatirlos, no es una
película fácil de defender, pero lo que a mi tampoco me pueden
cambiar es lo que disfruté viéndola aun sabiendo que me estaban
tomando un poco el pelo. Así que lo mejor es probar y, o disfrutar
de la experiencia o tomarte una aspirina.
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