6/10
Snowden (Francia-Alemania-Estados Unidos, 2016).
Dirección: Oliver Stone.
Intérpretes: Joseph Gordon-Levitt, Shailene Woodley, Melissa Leo, Zachary Quinto, Tom Wilkinson, Rhys Ifans, Nicolas Cage.
Guión: Oliver Stone, Kieran Fitzgerald; sobre la novela de Anatoly Kucherena y Luke Harding.
Música original: Craig Armstrong, Adam Peters.
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Montaje: Alex Marquez, Lee Percy.
Idioma: Inglés.
Duración: 134 minutos.
Citizenfour mainstream
Por David Sancho
En 2013, Edward Snowden, un informático que trabajó durante un tiempo para el NSA y la CIA, filtró documentos clasificados a la prensa en los que se probaba que el gobierno de Estados Unidos monitorizaba las llamadas, mensajes, correos electrónicos y demás comunicaciones, de millones de personas sin que hubiesen sido catalogadas anteriormente como una amenaza para la seguridad nacional.
Se trata de un caso ampliamente conocido por la opinión pública debido a la gran conmoción que generó en su momento, y, en parte también, gracias al documental de 2014, Citizenfour, por lo que gran parte del público ya conoce de antemano gran parte de la historia y hasta como va a acabar.
Oliver Stone opta por realizar una aproximación al tema más ligera de lo esperado. Cierto es que su visión crítica está presente y que se aporta mucha información al espectador, pero a su vez se centra mucho en la relación que mantiene Snowden con Lindsay Mills y en cómo la carrera de Snowden va avanzando meteóricamente. Da la sensación de que Stone es consciente de que si tira por el lado serio y crítico no va a conseguir superar al documental, por lo que opta por dotar de mayor profundidad al personaje principal a costa de mermar ligeramente la trama principal.
Mucha información, a veces no demasiado bien hilvanada, aunque nunca con el suficiente desatino como para que se nos haga complicado seguir la trama. Una película que tiene un regusto demasiado hollywoodiense para lo que Stone nos tiene acostumbrados, pero que tampoco le sienta mal del todo.
Joseph Gordon-Levitt como Snowden está magnífico, y el mayor acierto de Stone en esta película consiste en la dirección de actores. Prueba de ello es que hasta Nicolas Cage está muy bien, lo cual cada día resulta más sorprendente.
No es lo que uno espera de una película sobre Snowden rodada por Oliver Stone. Está lejos de JFK o Platoon, pero no se le puede negar que ha hecho una película bastante entretenida. Más de dos horas que sin apasionar no se hacen largas, pero que te dejan con la sensación de que estás ante una obra menor de su director.
Citizenfour mainstream
Por David Sancho
En 2013, Edward Snowden, un informático que trabajó durante un tiempo para el NSA y la CIA, filtró documentos clasificados a la prensa en los que se probaba que el gobierno de Estados Unidos monitorizaba las llamadas, mensajes, correos electrónicos y demás comunicaciones, de millones de personas sin que hubiesen sido catalogadas anteriormente como una amenaza para la seguridad nacional.
Se trata de un caso ampliamente conocido por la opinión pública debido a la gran conmoción que generó en su momento, y, en parte también, gracias al documental de 2014, Citizenfour, por lo que gran parte del público ya conoce de antemano gran parte de la historia y hasta como va a acabar.
Oliver Stone opta por realizar una aproximación al tema más ligera de lo esperado. Cierto es que su visión crítica está presente y que se aporta mucha información al espectador, pero a su vez se centra mucho en la relación que mantiene Snowden con Lindsay Mills y en cómo la carrera de Snowden va avanzando meteóricamente. Da la sensación de que Stone es consciente de que si tira por el lado serio y crítico no va a conseguir superar al documental, por lo que opta por dotar de mayor profundidad al personaje principal a costa de mermar ligeramente la trama principal.
Joseph Gordon-Levitt como Snowden está magnífico, y el mayor acierto de Stone en esta película consiste en la dirección de actores. Prueba de ello es que hasta Nicolas Cage está muy bien, lo cual cada día resulta más sorprendente.
No es lo que uno espera de una película sobre Snowden rodada por Oliver Stone. Está lejos de JFK o Platoon, pero no se le puede negar que ha hecho una película bastante entretenida. Más de dos horas que sin apasionar no se hacen largas, pero que te dejan con la sensación de que estás ante una obra menor de su director.
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