Dirección: Paul Verhoeven.
Intérpretes: Isabelle Huppert, Laurent Lafitte, Anne Consigny, Charles Berling, Virginie Efira.
Guión: David Birke, sobre la novela de Philippe Djian.
Música original: Anne Dudley.
Fotografía: Stéphane Fontaine.
Montaje: Job ter Burg.
Idioma: Francés.
Duración: 130 minutos.
Algo Verhoeven. Mucho Huppert
Por Luis Utges
Algo Verhoeven. Mucho Huppert
Por Luis Utges
Una Isabelle Huppert descomunal, irrumpe e incumple el séptimo mandamiento de Moisés a un Paul Verhoeven que casi se deja devorar por una interpretación irrepetible:
En Elle, no se afina a un personaje, sino a un ente que gobierna todos los registros, con la limpia frialdad, de una mirada que estremece y sonsaca carcajadas, o con unos labios fijos e infranqueables, que el espectador comprende, que jamás aprenderán a sonreír.
Cómo separar sarcasmo e ironía, (como solo el Lemond uniría con una alegre mueca: ternura y tristeza) Cómo desplegar al mismo tiempo debilidad y soberbia; orgullo y misericordia...
Elle es una gran película, no sólo Michèle, personaje que interpreta Huppert. Sino porque posee un poderoso ritmo narrativo, que se deshace en engaños y es fiel al retrato de una sociedad parisina, tan snob, como para provocar el elitista rechazo y tan absurda y paradigmática, como para provocar la risa más contagiosa.
El único distanciamiento con el espectador más sensible al déjá vu, sobrevuela el tercer acto: dónde la acción se hace repetitiva y se nutre de un cierto aroma de telefim, que es magistralmente corregido por un Paul Verhoeven, para declarar un final, no quizá sorprendente, pero sí, a la altura de una obra, que no perdurará demasiado tiempo en la memoria, pero sí en el director holandés, que vuelve a estar en plena forma y en una actriz a la que es difícil estar a la altura.
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