Dirección: Alberto
Rodríguez.
Intérpretes: Eduard
Fernández, José Coronado, Carlos Santos, Marta Etura, Emilio Gutiérrez Caba,
Luis Callejo.
Guión: Alberto Rodríguez, Rafael Cobos; sobre la novela de Manuel
Cerdán.
Música original: Julio de la Rosa.
Fotografía: Alex Catalán.
Montaje: José Manuel
García Moyano.
Idioma: Español,
inglés y francés.
Duración: 123 minutos.
El pequeño Nicolás noventero
Por David Sancho
El hombre
de las mil caras nos cuenta la historia de un tipo que ayudó a Roldán a escapar
de España y posteriormente a que fuese apresado por la justicia. Un tipo que
basó gran parte de su trayectoria profesional y delictiva en la mentira y las
falsas apariencias, vamos, como la mayoría de políticos hacen hoy en día.
La
película nos cuenta con mucho detalle todo lo sucedido alrededor del caso
Roldán desde que sale a la luz hasta que es detenido en Laos. Quizá lo haga con
demasiado lujo de detalle, apabullando al espectador con un exceso de
información. Aun así la película consigue atrapar, principalmente por lo
fascinante de la historia y lo bien que está puesta en escena.
Alberto
Rodríguez ya ha demostrado ampliamente que es un director excelente, tanto a la
hora de contar historias como de aportarles un empaque visual difícil de
encontrar en el cine hecho en nuestro país. La factura técnica de la película
es impecable y el enmarañado guión que firma junto a Rafael Cobos, basado en el libro de Manuel
Cerdán, es llevado a la pantalla con bastante pericia, haciendo que el ritmo de
la película decaiga sólo en contadas ocasiones.
EEs imprescindible hablar de su reparto, perfectos del primero al último de los que
lo conforman. Eduard Fernández, José Coronado y Carlos Santos están excelentes
y llevan perfectamente el peso de la película.
La
banda sonora de Julio de la Rosa actúa como un complemento perfecto al montaje
de José Manuel García Moyano a la hora de mantener ese ritmo que tanto bien le
hace la película y a la hora de generar tensión.
Pero
a pesar de todo en imposible no quedarse con la sensación de que todo es
demasiado cerebral, que está demasiado calculado para que toda esa información
encaje, aunque no siempre lo haga. La película decepciona ligeramente por esa
sensación de que con un poco menos de rigor narrativo y un poco más de
espectáculo, podríamos estar hablando del gran thriller español de los últimos
años.
Aun
con sus defectos, se trata de una buena película. Un obra compleja y absorbente
que sigue agrandando la figura de su director y colocándole, sin duda, en el
selecto grupo de directores españoles en los que uno invierte el dinero de la
entrada con los ojos cerrados.
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