Por Manuel Barrero Iglesias
El humor gamberro es otro de los pilares sobre los que se sustenta el fantástico, especialmente una sección como Madness. De hecho, aquí tenemos la vencedora. En una edición tan pobre, tampoco las comedias consiguieron alcanzar un nivel notable, y todas ellas se quedaron en propuestas más o menos simpáticas que nunca llegan a explotar del todo su potencial.
Hace dos años Lo que hacemos en las sombras consiguió llenar de carcajadas las salas de medio mundo con una parodia vampírica que funcionaba muy bien. Una senda que trata de seguir I Had a Bloody Good Time at House Harker, pero la inspiración de sus chistes es muy inferior a la obra neozelandesa. Y es que para hacer una buena comedia gamberra no basta solo con la actitud.
De vampiros a zombies. Night of the Living Deb es una naif e inofensiva comedia romántica con apocalipsis zombie de fondo. Pero en el fondo la estructura es la archiconocida: chica alocada que entra como un torbellino en la vida de un aburrido, rico y apuesto joven con la vida organizada por el entorno. Solo el gracejo de Maria Thayer consigue hacernos disfrutar y rescatarnos de la mediocridad.
Finalmente la ganadora fue Patchwork, comedia gore que nos cuenta la historia de tres mujeres en búsqueda de venganza tras despertarse unidas en un mismo cuerpo. Con aspiraciones de incorrección, el film funciona solo a ratos, combinando algunos buenos momentos de humor negro con otros bastante menos transgresores. Como decimos, un año bastante poco destacable.
Hace dos años Lo que hacemos en las sombras consiguió llenar de carcajadas las salas de medio mundo con una parodia vampírica que funcionaba muy bien. Una senda que trata de seguir I Had a Bloody Good Time at House Harker, pero la inspiración de sus chistes es muy inferior a la obra neozelandesa. Y es que para hacer una buena comedia gamberra no basta solo con la actitud.
De vampiros a zombies. Night of the Living Deb es una naif e inofensiva comedia romántica con apocalipsis zombie de fondo. Pero en el fondo la estructura es la archiconocida: chica alocada que entra como un torbellino en la vida de un aburrido, rico y apuesto joven con la vida organizada por el entorno. Solo el gracejo de Maria Thayer consigue hacernos disfrutar y rescatarnos de la mediocridad.
Finalmente la ganadora fue Patchwork, comedia gore que nos cuenta la historia de tres mujeres en búsqueda de venganza tras despertarse unidas en un mismo cuerpo. Con aspiraciones de incorrección, el film funciona solo a ratos, combinando algunos buenos momentos de humor negro con otros bastante menos transgresores. Como decimos, un año bastante poco destacable.
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