Críticas: Ahora sí, antes no

8/10

Ji-geum-eun-mat-go-geu-ddae-neun-teul-li-da (Corea del sur, 2015)

Dirección y guión: Sang-soo Hong.

Intérpretes: Jeong Jae-yeong, Kim Min-hee, Yoon Yeo-jeong, Gi Ju-bong, Choi Hwa-Jeong.

Música original: Jeong Yong-jin.

Fotografía: Park Hong-yeol.

Montaje: Hahm Sung Won.

Idioma: Coreano.

Duración: 121 minutos.

¿Hay posibilidades en la vida?

Por Miguel Delgado

Aunque a día de hoy lo más destacado de la cinematografía coreana sean los oscuros thrillers y en general historia siniestras y retorcidas, en el país asiático se realizan todo tipo de películas y muchas nada tienen que ver con lo anteriormente dicho. Uno de los directores más destacados es Hong Sang-soo, conoicido por su cine de carácter realista, tanto en lo formal como lo narrativo, así como un tono que circula entre el humor y la melancolía. A todo esto hay que sumarle un rápido ritmo de trabajo que hacen casi imposible a los cinéfilos seguir en la gran pantalla la carrera del director, teniendo en cuenta que los trabajos que se estrenan suelen hacerlo con un pronunciado retraso. Por suerte no es el caso de su último trabajo hasta la fecha, Ahora sí, antes no, con el aval de haber ganado el mayor premio en el pasado festival de Locarno. 

Ahora sí, antes no sigue en principio el estilo del coreano, eso es, personajes divertidos, con un punto patético, que construyen su relación mediante el diálogo natural y acciones tan comunes como tomar algo en una cafetería o en una bar, quedar con unos amigos… Habilidoso guionista, Sang-soo siempre consigue que sus películas resulten frescas y entretenidas sin necesidad de artificios, y esta cinta no es una excepción, esta historia de amor entre un director de cine y una aspirante a pintora, rezuma el encanto de su obra. 

Pero es tras la primera mitad, tras asistir a ese día que han pasado juntos los personajes que previamente no se conocían, la película da un vuelco y el autor juega a la repetición sin darnos pistas de a qué se debe este hecho. Volver a vivir todo el proceso que ya se ha visto podría parecer sobre el papel aburrido, pero de nuevo el realizador consigue sacar su talento para que este nuevo enfoque resulte todavía más fascinante. ¿De qué habla entonces Ahora sí, antes no?, ¿de las segundas oportunidades?, ¿de cómo serían las relaciones sociales si fuésemos totalmente sinceros?, ¿de estar en paz con uno mismo?, ¿o hay acaso un mensaje más triste acerca del destino? Es todo eso a la vez, ya que la respuesta quedará para la mente del espectador. 

Visualmente la película también es hija de su padre, con apenas cortes entre los planos fijos o con mínimo movimiento con los que se resuelven las escenas. Sin embargo, en esta ocasión, tal vez porque de algún modo es su película más intimista o porque es probable que en cierto modo hable de sí mismo, el coreano acerca más la cámara a los personajes, creando una sensación más cercana con ellos. No faltan esos ligeros zooms que casi parecen amateurs en su intento de mantener el realismo, y ese uso esporádico de la banda sonora para los créditos y algún momento aislado. 

Ahora sí, antes no recoge todas las claves del gran cine de Hong Sang-soo, y además se atreve con el que probablemente sea la vuelta de tuerca más grande de su carrera, sin perder un ápice de identidad. Divertida pero con un aire de triste nostalgia que emociona, con un par de protagonistas prodigiosos con los rostros de Jeong Jae-yeong y Kim Min-hee (con unos personajes complejos que desarrollan a la perfección en las dos vertientes de la cinta), estamos sin duda ante una de las mejores películas de 2015. Aprovechando su estreno en cines, estamos ante un visionado imprescindible.