Críticas: Madame Marguerite

6/10

Madame Marguerite (Francia, 2015).

Dirección: Xavier Gianolli.


Intérpretes: Catherine Frot, Christa Théret, André Marcon, Michel Fau, Sylvain Dieaudie, Aubert Fenoy.

Guión: Xavier Gianolli , Marcia Romano.

Música original: Ronan Maillard.

Fotografía: Glynn Speeckaert.

Montaje: Cyril Nakache.

Idioma: Francés.

Duración: 127minutos.

El show de Catherine Frot

Por David Sancho

La acción nos sitúa en la Francia de los años veinte, cerca de París. Marguerite es una mujer acaudalada que tiene en la música su gran pasión, concretamente en la ópera. Marguerite es una cantante horrible, pero siempre ha cantado delante de amigos y sirvientes, los cuales nunca se han atrevido a decirle que desafina. Un día, en una de sus actuaciones se cuelan dos jóvenes que trabajan en un periódico de París y quedan muy sorprendidos por la actuación. Marguerite lee la buena crítica que le han dedicado y decide ponerse en contacto con ellos. A partir de ese momento se adentra en la vida cultural y nocturna de París y decide que tiene que actuar frente a un público real.

Madame Marguerite es una comedia dramática con mucho encanto que se sustenta en la maravillosa actuación de Catherine Frot, la cual transmite muchísima ternura y se mete al público en el bolsillo nada más cantar la primera canción y ahí se lo queda hasta el final de la película. Pero una película difícilmente puede mantenerse con una gran interpretación.

La película tiene bastante habilidad, sobretodo en su primera mitad, para conseguir las risas del público a través de situaciones disparatadas y a su vez dejar la sensación de que se está viendo una película realizada con mucho estilo, como si de un drama de época al uso se tratase.

La cinta tiene todos los mimbres para triunfar, y hasta cierto punto lo hace, pero también deja un regusto amargo en su segunda mitad que es difícil de olvidar cuando se abandona la sala. Porque lo cierto es que la película decae conforme la trama se centra en los intentos de Marguerite de triunfar en el mundo de la música. Básicamente porque uno sabe lo que va a pasar y la cosa se vuelve algo reiterativa y previsible.

También deja la sensación de que se han introducido personajes de los que el espectador espera que hagan algo importante en la trama para que luego no sea así, por lo que ocupan demasiado metraje sin llegar a pintar demasiado, lo cual no hace otra cosas que dejar al espectador con ganas de más, con la sensación de que lo que se nos ha contado no ha sido suficiente.

Madame Marguerite es Catherine Frot, ella está espectacular y mientras puede, lleva la película sobre sus hombros sin problema ninguno. Cuando la película necesita de algo más para mantener el nivel, no lo encuentra y se queda a medio camino. Aun así una alternativa más que interesante para una semana sin grandes estrenos.