Por Paulo Campos
Continúo repasando las principales categorías de los Oscar y toca el turno de mejor director, y la cuestión es ¿Qué se necesita como director para ser nominado al Oscar? Lo primero es que seas un buen director y la factura de la película lleve tu impronta y eleves el arte cinematográfico con tu buen hacer y cientos de miles de espectadores, abrumados por tu maestría en el manejo de los tiempos, los estilos y los enfoques, caigan rendidos ante lo que ven en la sala y consigan aflorar sentimientos que sólo ante una maestra mano artística consigan ver la luz. Además de esto también vale:
Que se la cueles a los votantes y crean que sabes dirigir una película, Tom Hooper lo consiguió
Tener suerte de que tu película haga taquilla y ya crean que es gracias a ti y te nominen como director cuando 54 directores demuestran más cosas que tú en 10 minutos de una película, que por circunstancias no ven los académicos
Tener más dinero que los otros postulantes para invitar a coca a los votantes (me refiero al refresco, por supuesto)
Con todas estas premisas los que cumplieron y por eso están en el artículo son:
-Lenny Abrahamson por Room: la sorpresa de las nominaciones fue este irlandés que el año pasado pasó a la historia del cine por tener metido en una careta enorme, a lo cabezudo, durante toda la película a Michael Fassbender. Este año nadie contaba con su nominación y por el ruido que ha hecho creo que tampoco nadie se ha dado cuenta de que forma parte del quinteto nominado. En la peli, de una buena idea hace una buena película, y aunque se pierde un poco en la segunda parte sí es cierto que tiene tensión, oficio y una flor en el culo o muchos amigos y un nuevo enemigo mortal, Ridley Scott
Ganará si: siiiiii, claro. Vamos, ya tiene que ir haciendo sitio en casa para el premio, todos están deseándolo. Mira Lenny, has dirigido a Joan Allen, ni mil Oscar se comparan con eso.
-Alejandro González Iñarritu por The Revenant: como todos mis lectores saben leer yo si que le pongo el González. Segunda nominación consecutiva para el mexicano que el año pasado dejó claro lo que le responde el espejito de su habitación cuando pregunta quien es el mejor director, el mejor artista y simplemente el mejor. En The Revenant se enfrenta a la naturaleza, al frío y a acusaciones de plagio con Tarkovsky o de Malick, que por supuesto son absolutamente falsas y lo podréis comprobar todos aquellos que no habéis visto la película. Este año puede ser que gane de forma consecutiva el Oscar y probablemente digievolucione encima del escenario y se convierta en el único director con derecho a seguir haciendo películas y reciba diezmo del resto de seres inferiores que intentan hacer cine.
Ganará si: no encuentran una alternativa a The Revenant. Las que parecían más favoritas se han ido alejando del premio, unas porque son películas de acción y no da caché, otras porque están nominados de chiripa u otros porque es como que la urna te devuelve el voto en plan “¿seguro?”
-Adan McKay por The Big Short: esta nominación es como cuando tu estás comiendo un yogur de esos griegos de la marca que todos conocemos, que te cuestan un ojo de la cara, que estás disfrutando de cojones y te llega tu cuñado y te dice: “en el Familia hay uno de marca blanca que cuesta diez veces menos y que está, por lo menos, igual de bueno”. Pues esto cambiando los yogures por The Wolf of Wall Street y la película de McKay. El señor este es el mismo que nos ofreció películas como El reportero o Pasado de vueltas que al contrario de lo que estás pensando me parecen más retrato de EEUU que esta de la crisis. No le quito méritos porque la peli está dirigida bien, el tono es el adecuado y siempre merecerá mi respeto una persona que se atreva a incordiar, aunque sea un poco a Christian Bale, menos si eres David O. Russell, que sé que me lees. Payaso.
Ganará si: los académicos les mola hacer la compra en el Hacendado, y quieran buscar una alternativa a que gane un americano por tercera vez consecutiva. A Trump le gusta la idea hasta que sepa que Mckay no es mucho de los suyos.
-Thomas McCarthy por Spotlight: pues ya está aquí, llegó. De las profundidades del cine indie americano ha llegado el muchacho, sin renunciar a ese espíritu de hacer películas serias ha conseguido que la sobriedad, en el mejor sentido, sea recompensada con una nominación al Oscar. Su marca es que no hay marca, pero habiendo marca. Si se lobuscas, la frase tiene sentido. Es como la nominación de ”estoy aquí”, ojo a lo que haga después de esta porque es por la que me vais a dar el premio.
Ganará si: los académicos votaran en octubre, cuando la película estaba en su momento. Y aun así déjate ver que no se lo dieran a Miller. Bueno también si quieren que Spotlight tenga un puñadito de premios o amargar la noche al ego de Iñarritu. Vamos, que tiene más oportunidades de ganar de las que pensaba, de hecho tiene más oportunidades de ganar McCarthy el Oscar que Jesús Castro de perder los YoGa siempre que haga película.
-George Miller por Mad Max: Fury Road: mira, que con 70 añazos te marques una de las mejores películas de acción de las últimas décadas y tengas un pulso brutal al rodar dando lecciones a niñatos que vienen a revolucionar el cine con cosas que tu hacías hace treinta años, pues mira, me quito el sombrero, me lo pongo y me lo vuelvo a quitar. Vamos que se quita la espinita que su nominación al Oscar hasta ahora sea por producir Babe, el cerdito valiente.
Ganará si: esto fuera justo. Es la mejor dirección del año, en una de las películas del año. Parecía que el premio era suyo y en los últimos tiempos parece que Iñarritu le gana terreno. A ver si con la idea de que el mexicano no repita la balanza se inclina a favor del australiano.
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