Zoolander 2 (EEUU, 2016)
Dirección:
Ben Stiller.
Intérpretes: Ben Stiller, Owen Wilson, Will Ferrell, Penélope Cruz, Kristen Wiig, Christine Taylor, Justin Bieber, Olivia Munn, Benedict Cumberbatch, Ariana Grande, Demi Lovato, Billy Zane, Kim Kardashian, Madalina Diana Ghenea, Fred Armisen, Kanye West, Kiefer Sutherland, Sting, Justin Theroux, Mila Jovovich, Skrillex.
Guión: Ben
Stiller, Justin Theroux.
Música original: Theodore Shapiro.
Fotografía:
Daniel Mindel.
Montaje: Greg Hayden.
Duración:
100 minutos.
Idioma:
Inglés.
Zoolander No. 2: Vuelve el hombre
Por Miguel Montañés
Si
te gustó la primera parte, la segunda no va a decepcionarte. Y ya está, eso es
todo lo que necesitas saber. Lo demás, lo que viene a partir de ahora, es
simplemente relleno. En caso de que no conectaras con el humor minusválido de Zoolander (2001), bueno, no sé qué
interés puede despertarte la continuación. Lo dicho. Relleno.
Ha
pasado más de una década desde que Derek Zoolander salvara al mundo, sentara la
cabeza y abriera su escuela para niños que no saben leer chachi. Pero en un
fatal giro de los acontecimientos muy propio del universo creado por Ben
Stiller todo ha terminado saliendo terriblemente mal. Este hecho funciona como
punto de partida para sostener la trama y esparcir a los personajes principales
hasta su irreprimible reunión orquestada por un villano que opera en las
sombras (a estas alturas no parece necesario aclarar de quién se trata). Trama
que, evidentemente, desempeña una función vertebradora sirviendo como excusa
para el desarrollo de los gags, los chistes y los cameos. Igual que hace
quince años, en forma de avalancha ante la que es imposible no ceder en algún
momento. No es solamente qué se dice. Es cómo se dice, en qué momento se dice y
quién lo dice. En este sentido el trabajo de casting, la complicidad de los personajes invitados y las
majaderías a las que se someten supera incluso a la entrega anterior.
Y al
final todo se reduce a llevar el absurdo un poco más lejos. Zoolander 2 lo consigue donde muchas
otras secuelas se limitan a actualizar el esquema inicial, repetir mecánicas y,
en definitiva, fracasar alargando el chicle. Hay aquí sin embargo un equilibrio
meritorio, en el que una película puede mirarse en la otra sin riesgo de
palidecer demasiado y esto, se mire por donde se mire, ya es una virtud. La
gracia de todas maneras no debería extenderse. Ojalá una tercera parte me
demuestre que estoy equivocado.
Zoolander 2 es lo que es. Y como tal hay que
tomársela.
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