Por David Sancho
Vuelve la temporada de estrenos televisivos, otro año más, y cómo casi siempre son muchos más los pilotos fallidos que los que nos animan a seguir viendo la serie. Pero por si no encontráis este año entre las nuevas series estrenadas en las network nada que realmente os interese, primero voy a repasar algunos de los estrenos veraniegos más importantes por si no estáis al día y queréis recuperarlos en vez de perder vuestro tiempo viendo pilotos de escasa calidad.
La serie que casi todo el mundo coincide que ha sido la mejor del verano es Mr. Robot. Va de una especie de Dexter cibernético puesto hasta las cejas. La serie tiene un comienzo excelente, con un reparto más que correcto, hasta Christian Slater está bien, unos guiones bien hilvanados y una puesta en escena a la altura del conjunto.
Como pega podríamos decir de ella que se le va un poco la cabeza en su tramo final, pero aun así acaba por delante de la mayoría de las series estivales, y digo que la mayoría porque cuando David Simon estrena serie, o en este caso mini-serie, es difícil que alguien le haga sombra.
Show Me a Hero no ha dado tanto que hablar como Mr. Robot, pero la serie tiene el sello Simon y eso debería bastar. Como en todas las obras de Simon, ésta es una serie coral. Cierto es que hay unos cuantos nombre muy importantes entre su reparto (Oscar Isaac, Winona Ryder o Catherine Keener), pero lo importante aquí es la historia y nunca pierde el foco.
La serie cuenta la historia real de un proyecto de casas para gente sin recursos dentro de barrios con población blanca de clase media. El ayuntamiento se ve obligado a llevar el proyecto adelante a pesar de la oposición de los residentes en dichos barrios debido a una orden judicial. Oscar Isaac interpreta a un político de esta ciudad del estado de Nueva York que pasará de concejal a alcalde y que tendrá que enfrentarse a su electorado para hacer cumplir la ley. Otra genialidad más que añadir al currículum de David Simon.
Show Me a Hero y Mr. Robot han sido las dos grandes series del verano, pero ha habido otras que merece la pena mencionar.
UnReal, el guilty pleasure del verano, que digo del verano, de los últimos años. Una serie que muestra los entresijos de un reality show estilo The Bachelor que mezcla a la perfección la soap más facilona con unas tramas mucho más interesantes, encontrando un equilibrio perfecto entre la frivolidad y el mensaje.
Otras como Ballers, una especie de Entourage en el mundo del fútbol americano con The Rock a la cabeza, o Wet Hot American Summer o Another period, con un reparto plagado de estrellas, son comedias que no pasarán a la historia pero que pueden ayudarnos a ocupar el hueco dejado por las network, en las que cada vez es más complicado encontrar comedias de calidad.
Y en último lugar, únicamente porque aunque se estrenó en verano no finalizó hasta hace unos días, Fear the Walking Dead. Uno de los estrenos más esperados y a la vez temidos. Cada uno esperaba de ella algo distinto. Que fuese lo mismo que The Walking Dead pero en otro momento y lugar o que hubiese un cambio radical de la una a la otra. Pues ni una cosa ni la otra.
Fear the Walking Dead es básicamente todo lo que The Walking Dead quiso ser en su segunda temporada pero no consiguió. Un drama familiar con zombies muy bien interpretado y mejor escrito. Aquí se nos habla de los comienzos del virus, de los días en los que se inicia la plaga, cuando la gente no sabe lo que está pasando y tiene que ir luchando por sobrevivir a la vez que descubre más cosas acerca de los caminantes. Por ahora pinta muy bien.
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