Anacleto: Agente secreto (España, 2015).
Dirección: Javier Ruiz Caldera.
Intérpretes: Quim Gutiérrez, Imanol Arias, Berto Romero, Alexandra Jiménez, Carlos Areces, Rossy de Palma.
Guión: Fernando Navarro, Pablo Alén, Breixo Corral; sobre el cómic de Manuel Vázquez Gallego.
Música original: Javier Rodero.
Fotografía: Arnau Valls Colomer.
Montaje: Alberto de Toro.
Idioma: Español.
Duración: 87 minutos.
Impostada parodia de primer nivel
Por Miguel Delgado
Impostada parodia de primer nivel
Por Miguel Delgado
El cine español parece buscar en sus clásicos tebeos una
fuente de inspiración para crear un cine comercial. Aunque no estemos hablando del mismo tipo de novelas
gráficas que se publicaban hace décadas en Estados Unidos y cuyas
adaptaciones -sobre todo en el campo de los superhéroes- pueblan los cines de
todo el mundo, si que poseemos una amplia gama de personajes que se han ganado
el cariño y la admiración de los lectores de todas las edades. Enfocadas
principalmente al humor, hemos podido ver como en los últimos años se ha
intentado varias veces dar vida de todas las maneras posibles a Mortadelo y
Filemón, con resultados de los más variopintos. También Zipi y Zape pasaron a
formar parte de la gran pantalla, con una aventura que se alejaba bastante de su
material de referencia. Ahora le llega el turno a Anacleto: Agente secreto,
obra creada en los años 60 por Manuel Vázquez, una parodia del cine de espías
clásico tanto en el papel como ahora en la pantalla. El próximo será
Superlopez, pero ahora toca centrarse en este nuevo estreno.
Anacleto: Agente secreto ha aterrizado en la cartelera haciendo
bastante ruido, tratándose de una película promocionada con su alto contenido
de acción y su reparto de campanillas. Había cierta curiosidad por ver como
habían materializado todos los elementos que los responsables tenían en sus
manos. Una vez vistos los resultados, se puede decir que estamos ante una
correcta comedia de acción, atípica en nuestra cinematografía, que se ve con
agrado y sin aburrir, pero que posee una serie de trabas que terminan
lastrando la impresión general del conjunto. Antes de entrar en estos aspectos,
destacar entre lo positivo que nos encontramos ante una producción de primer
nivel, que si bien no llega al nivel de espectacularidad de las grandes
superproducciones de espías que nos están llegando este año de otro lado del
charco como Kingsman, Misión Imposible: Nación secreta u Operación U.N.C.L.E. (por otra parte, también muy buenas películas), no
escatima en peleas de todo tipo, de una duración considerable y bastante bien
planificadas. A nivel de diseño de producción tampoco podemos encontrar quejas
en su calidad.
Pero algo falla. Desde los primeros instantes de la cinta se
puede sentir como todo resulta impostado, algo que no desaparece según avanza
la película. Cada diálogo, cada chiste… todo resulta forzado. Detrás de cada
actor puedes sentir como está recitando un guión tan claramente que llega a
sacar de la cinta en numerosos momentos. Esto hace que, si bien es una cinta
destacada en el terreno de la acción, se quede muy corta como comedia, haciendo
verdadera gracia en momentos muy puntuales, quedándose en general en una
indiferencia provocada por la poca naturalidad con la que llegan las bromas.
Con los personajes ocurre lo mismo, ninguno resulta creíble incluso dentro de
esta paródica trama, y la evolución o no de cada uno de ellos resulta
aleatoria, dependiendo de lo que el guión necesite que ocurra o de la situación
humorística que se quiera conseguir.
Tampoco ayuda mucho cierta indefinición en el tono de la
cinta, que salta de un humor bastante tontorrón e infantil, a momentos muy
negros y otros algo soeces sin encontrar un equilibrio claro. Lo mismo ocurre
con la estética, que va desde lo puramente realista al estilo claro del cómic,
con el cuartel del G.P. y sus trabajadores (incluyendo a El Jefe, interpretado
por Emilio Gutiérrez Caba) que encajarían mejor en la primera incursión
cinematográfica de Mortadelo y Filemón de Javier Fesser que en el estilo
general de esta película. Aunque esto último se puede perdonar debido a la
condición de pseudo-secuela del comic. Como último punto negativo señalar lo
mal desarrollado que resulta el personaje de Quim Gutiérrez, claramente el
héroe con el que el espectador debe empatizar, y que si bien al principio
resulta simpático, la falta de desarrollo del personaje a pesar de todo lo que
ocurre acaba resultando irritante y molesta. No es una mala actuación del
actor, todo el reparto se encuentra bastante bien a pesar de la falta de credibilidad
(especialmente un Imanol Arias que se nota que fue a pasárselo bien), pero le
falta humanización, por lo que termina siendo poco más que un monigote molesto.
Así pues, vemos como en nuestro cine se están haciendo obras
como El
niño y esta Anacleto: Agente secreto, cintas sin tacha en lo que se
refiere a una acción bien llevada pero que fallan en demasiadas cosas fuera de
este ámbito. Es un paso en este género pero aún queda un trecho para conseguir
grandes resultados. La cinta de Javier Ruiz Caldera podría haber estado
realmente bien, a poco que se hubiera naturalizado un poco todos los aspectos y
no se hubiera priorizado la frase chulesca o la broma de turno más o menos
inspirada. Aún así no creo que nadie que vaya a verla tenga motivos para salir
realmente enfadado del cine y no habérselo pasado, al menos, ligeramente
bien.
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