Ted (USA, 2015).
Dirección: Seth McFarlane.
Intérpretes: Mark Wahlberg, Seth MacFarlane, Amanda Seyfried, Liam Neeson, Morgan Freeman, Giovanni Rivisi.
Guión: Seth McFarlane, Alec Sulkin, Wellesley WIld.
Música original: Walter Murphy.
Fotografía: Michael Barrett.
Montaje: Jeff Freeman.
Idioma: Inglés.
Duración: 115 minutos.
McFarlane en estado puro
Por Miguel Delgado
Últimamente, cuando una película tiene éxito las secuelas
parecen algo inevitable. El género de la comedia tampoco se ha librado de esto,
aunque normalmente los resultados suelen ser bastante reprochables, limitándose
sus responsables a repetir los esquemas y chistes que hicieron que la entrega
original funcionase. Cuando se anunció que habría una secuela de Ted, la
ópera prima de Seth McFarlane, hubo bastante suspicacia en el ambiente ante lo
que nos pudiésemos encontrar. Los palos recibidos en USA no hacían presagiar
algo bueno, aunque lo cierto es que tras el éxito de Padre de familia y la
relativa buena acogida que tuvo Ted, McFarlane ha sido siempre bastante
criticado a pesar de realizar productos tan estimulantes como American Dad. ¿Es
de verdad Ted 2 una película cuestionable o el humor de McFarlane ya no se
entiende como antes?
Lo primero que debemos decir es que el humor
de esta segunda parte es exactamente el mismo que ha ido practicando el director
y actor a lo largo de su carrera. Esta nueva película recoge los gags más
bestias de sus series de su televisión y los adapta al mundo que creó en su
debut. Así, esta vez todo va un paso más allá: es más salvaje, hay números musicales
más largos, mucho más sangrante en su humor negro... Quien no haya casado jamás
con los productos de Seth McFarlane y su tipo de humor, no será un converso gracias a Ted 2. Es más, probablemente se reafirme en la posición contraria. Sin
embargo, para todos aquellos que disfrutamos de las series de televisión y de
sus largometrajes, incluida la infravalorada Mil maneras de morder el polvo,
encontrará el vehículo perfecto para la diversión.
En el aspecto argumental, se presenta una diferencia que la
distancia de manera satisfactoria de la primera entrega. Sí en la primera el
oso de peluche respondón servía como contrapunto al protagonismo de Mark
Wahlberg y su relación con Mila Kunis, está vez el protagonismo dramático es
totalmente de Ted, y el personaje de Wahlberg el que le acompaña en su
aventura. Esto trae consigo una sensación novedosa sin perder identidad, lo que
es en todo momento de agradecer. El protagonismo femenino cambia de Kunis a
Amanda Seyfried, que cumple sin problemas, sabiendo reírse muy acertadamente de
sí misma. Así transcurren los dos primeros actos de la película, que fluyen
hilarantes, llegando a superar a su predecesora.
Es en el tercer acto, donde encontramos el mayor número de
problemas, al igual que en su anterior película. Si bien no es un problema de
duración (mientras la película funciona uno no desea que termine), pero todo el
tramo final se torna menos inspirado en cuanto a bromas que lo visto hasta ese momento, y es donde entra en liza el personaje de Giovanni
Ribisi, que repite un papel que esta vez no aporta nada. Pierde en trasfondo y
personalidad, y solo sirve para estancar la película, aunque nunca lo bastante
como para que resulte una desventaja importante. Por suerte, en sus últimos
instantes, recupera el nivel, haciendo que el espectador termine con una
sonrisa en la cara.
Seth McFarlane sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, y lo
sigue haciendo bien. Es normal que mucha gente conservadora se pueda sentir
afectada por la irreverencia de muchos gags, sin embargo siempre es necesario
que haya gente que apueste por lo políticamente incorrecto, y más si se hace de
tal manera que haga que el publico ría a carcajadas. Yo particularmente no
tengo ningún problema con su estilo y lo seguiré disfrutando mientras esté a
este nivel.
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