Bernie (USA, 2011).
Dirección: Richard Linklater.
Intérpretes: Jack Black, Shirley MacLaine, Matthew McConaughey, Rick Dial, Gary Teague.
Guión: Richard Linklater, Skip Hollandsworth; sobre el artículo de este último.
Música original: Graham Reynolds.
Fotografía: Dick Pope.
Montaje: Sandra Adair.
Idiomas: Inglés, griego.
Duración: 109 minutos.
La aplicación extrema del relativismo cultural
Por Ricardo González Iglesias
La aplicación extrema del relativismo cultural
Por Ricardo González Iglesias
"El único razonamiento que prudentemente podría usarse para censurar las acciones de cualquier sociedad, incluida la nuestra, es cuestionarnos si la práctica fomenta o limita el bienestar de las personas cuyas vidas se ven perturbadas por ella."
James Rachels
Richard Linklater dispara un bombazo a la mismísima línea de flotación de nuestra sociedad con Bernie, un film conceptualizado como reto cinematográfico, debido al rico planteamiento y la trascendencia de su interesante proposición. Lo ambiguo, lo relativo, la transposición de valores, la difícil ubicación moral de las acciones en un estrecho, limitado y, en consecuencia, insuficiente espectro dicotómico entre lo bueno y lo malo, son algunas de las dudas y preguntas que asaltan al desprevenido espectador de la película.
Su aparente ligereza narrativa, de forma bastarda entre el documental y la ficción, es aprovechada por Linklater para replantear y jugar con los estereotipos narrativos y con la verdad convertida en convención cultural por el bien de la comunidad, más allá de egos individualistas o aprioristas acciones reprobables.
Y en este caos ordenado, al mismo tiempo que se mezclan géneros (desde la comedia negra al documental, pasando por el reportaje o el documento en sus ocultas autenticidades con los testimonios de vecinos del pueblo reales), se nos invita sin remisión al disfrute emocional de Bernie desde la presunta irracional basada en hechos reales de todo un pueblo, entregado a la defensa del protagonista, en un paradójico posicionamiento relativista que obliga a redefinir, como el filósofo James Rachels apunta, nuestro más íntimos dogmas sociales en meras convenciones francamente subordinadas a unas necesidades comunales en un espacio y tiempo determinados, al simple e incontestable beneficio de la mayoría.
Bernie se configura así como un gran trabajo compositivo y de ambientación, junto con las agradables y sorprendentes interpretaciones de un inusualmente contenido y sobrio Jack Black (demostrando sus dotes musicales) y un Matthew McConaughey que se desenvuelve ágilmente interpretando a un paisano sin escrúpulos comunitarios, únicamente en busca de la gloria personal.
Debemos advertir que Bernie es una película que, aunque su estreno en las salas españolas se produzca ahora, al calor del éxito de Boyhood, fue dirigida por Linklater en 2011, lo que la coloca como una brillante y socarrona obra anterior en la filmografía del cineasta, que demuestra a su vez, con el paso del tiempo, su pertinencia y franca mejoría, como los buenos caldos. También significó, sobre todo para Matthew McConaughey, un punto de inflexión en su carrera interpretativa, así como la confirmación de Linklater como uno de los directores más en forma del cine actual.
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