Here Be Dragons (Mark Cousins. Reino Unido, 2013)
El sueño de la memoria crea monstruos
El director y crítico Mark Cousins, conocido fundamentalmente por su mastodóntico proyecto sobre la historia del cine, The Story of Film: An Odyssey (2011), nos ofrece en Here Be Dragons (2013) sus reflexiones sobre un viaje de cinco días a Albania. La película formó parte de la sección oficial de la pasada edición del Atlántida Film Fest. El título alude a la expresión que utilizaban los cartógrafos cuando conocían poco de un país: “Aquí hay dragones”. Una forma de subrayar el desconocimiento casi absoluto que se ha tenido de Albania durante buena parte del siglo XX.
Here Be Dragons es una representación muy acertada de la lucha entre la memoria y el olvido. ¿Merece la pena olvidar el duro pasado reciente de un país a cambio de salir adelante con optimismo? ¿Conviene conservar símbolos de un régimen al que se vincula con dolor y represión? Una revisión a la historia reciente del país que se concreta a través de dos poderosas metáforas: el mal estado de conservación de buena parte de las películas de los fondos cinematográficos del país y la forma en que se han deteriorado y reinventado buena parte de los monumentos que el máximo líder de Albania durante más de cuarenta años, el comunista Enver Hoxha, concibió originariamente como una forma de sobrevivir el paso del tiempo.
De ese contraste generado entre un film grabado de forma apresurada, basado más en intuiciones y en reacciones instantáneas al entorno; y el discurso mucho más articulado, sólido y reflexivo elaborado en la posproducción nace todo lo que el film tiene de auténtico, con sus virtudes y defectos. Una película muy destacable que te obliga a preguntarte qué habría podido conseguir Cousins con más tiempo para profundizar en la realidad de un país del que obtiene oro y al que, sin embargo, uno siente que solo llega a rozar con la yema de sus dedos.
Sergio Diez Sánchez
6 Desires: DH Lawrence and Sardinia (Mark Cousins. Reino Unido, 2014)
Diálogo consigo mismo
La tendencia de Cousins a hacerse notar puede llegar a ser irritante en este trabajo. Desde el tono que utiliza al narrar hasta esa casi enfermiza manía de interpelar al interlocutor pronunciando su nombre una y otra vez. No sabemos si lo que pretende es crear familiaridad o darle la importancia que él cree que merece el poeta. Pero el efecto es el contrario, lo único que destaca por encima de todo es la voz de Cousins y sus reflexiones. Hasta él mismo debe darse cuenta de lo cargante que puede resultar, dejando que el último tramo sea narrado por otra voz. Algo que agradecemos, pero que no evita la sensación de haber visto una obra a mayor gloria de su director, disfrazada de homenaje a un escritor del siglo pasado.
Manuel Barrero Iglesias
Life May Be (Mark Cousins. Reino Unido-Irán, 2014)
Cartas de amor
Pero la presencia de Mania difumina el egocentrismo de Cousins al que hay que reconocerle el mérito de propiciar unos diálogos muy enriquecedores con la directora iraní. Sobre lo que significa ser mujer en un lugar como Irán, sobre cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo, sobre las diferencias culturales. Un intercambio que obligará a ambos a replantearse ciertas verdades que tenían fijadas, ajustando conceptos y estereotipos.
Manuel Barrero Iglesias
No hay comentarios:
Publicar un comentario