ATLÁNTIDA 2015: Sección Oficial (VII): Fort Buchanan + Todo parecía perfecto + Mercuriales

Fort Buchanan (Benjamin Crotty. Francia-Tunez, 2014)

Haz el amor y no la guerra

Hay mucho cine protagonizado por militares, pero muy poco por sus parejas, que suelen aparecer como meras comparsas de  dramas bélicos. Fort Buchanan se inicia con la vida de estos ignorados de la ficción que conviven en una especie de campamento. Allí las mujeres -y algún marido- de los soldados se entregan a una vida ociosa y bucólica. En este primer tramo surgen las imágenes más sugerentes de un film que rompe con los tópicos, con especial incidencia en el terreno sexual. 

En el segundo tramo llegan los reencuentros, y la tristeza -que ya asomaba antes- se apodera definitivamente del relato. Las relaciones entre las distintas parejas también se nos muestran huyendo de convenciones. El film no olvida lo dañino que es para el individuo su participación en un conflicto armado. Pero Crotty no exhibe este tema de forma frontal, sino que deja que vaya calando poco a poco el discurso. Un film estimulante que obliga al espectador a reubicar continuamente sus expectativas.

Manuel Barrero Iglesias

Todo parecía perfecto (Alejo Levis. España, 2014)

Vivir soñando

El cinéfilo español -incluso cierta parte de la crítica- debería empezar a reducir su sorpresa ante propuestas como la que ahora nos ocupa. El llamado "otro cine" lleva ya varios años a pleno rendimiento, siendo el Atlántida Film Fest uno de los lugares que acogen mayor número de este tipo de propuestas más arriesgadas. Todo parecía perfecto se enfrenta a la pareja desde una perspectiva alejada de los códigos que dominan la comedia romántica. Como ya hacían José F. Ortuño y Laura Alvea en The Extraordinary Tale of the Times Table (2013), Alejo Levis se enfrenta a la cuestión sentimental desde la única forma coherente de hacerlo: la anomalía.

Un comienzo que remite al Vigalondo de 7:35 de la mañana nos señala el camino que tomará un film que se mueve entre los sueños y la realidad. La empresa es ambiciosa -tanto en lo formal como en lo narrativo- y el resultado -de manera casi inevitable- es dispar, pero no podemos obviar sus cuantos hallazgos. Entre ellos, su análisis de la decadencia del amor. Y es que la búsqueda obsesiva de la perfección al final acaba por ser contraproducente.

Manuel Barrero Iglesias

Mercuriales (Virgil Vernier. Francia, 2014)

Torres gemelas

En la primera de nuestras crónicas sobre esta edición del Festival hablábamos de tres películas sobre la juventud, territorio de atractiva fertilidad cinematográfica. Otras cuantas más han abordado el tema desde diversas perspectivas, aunque quizás estemos hablando de la más audaz de todas ellas, una película que captura momentos y en cuyo centro tenemos a dos incipientes veinteañeras que establecen una muy estrecha relación. Ellas son nuestro asidero en una película que se expande hacia múltiples direcciones.

Y es que Mercuriales no se queda en el típico film que explora la relación de dos amigas muy íntimas, Vernier impregna su relato de crítica a esa Europa fragmentada que se cree unida. Las consecuencias del capitalismo feroz están presentes en todo momento, aunque el director se aleja del tópico cine social, sugiriendo más que aleccionando. Una película para dejarse llevar por su atmósfera, que no renuncia a meter el dedo en la llaga de la crisis.

Manuel Barrero Iglesias