La modernidad de lo antiguo
El reciente cine argentino, siempre tan inquieto, no para de experimentar con el cine mudo. Lejos de la amable nostalgia que proponía Michel Hazanavicius en The Artist, el cine sin palabras que se hace en Argentina coge impulso desde el pasado para saltar al futuro. Filmes tan dispares como La antena (Esteban Sapir, 2007) o Buscando la esfera de poder (Tetsuo Lumiere, 2013) integran múltiples referencias en nuevas experiencias que buscan investigar sobre el lenguaje cinematográfico.Favula es aún más radical, tanto en su modernidad como en su alusión al cine mudo. Raúl Perrone ya tiene una trayectoria más que consolidada como uno de los padres del Nuevo Cine Argentino, y sus filmes abordan de forma frontal la experimentación con la imagen. El film remite de forma muy directa a Méliès y otros maestros de la época, pero no se queda en el simple homenaje, sino que intenta ir más allá en el uso de las formas primigenias. Ir al origen para reflexionar sobre el presente y el futuro de un arte en constante movimiento.
Manuel Barrero Iglesias
Videofilia (y otros síndromes virales) (Juan Daniel F. Molero. Perú, 2015)
Transformación inherente
“La realidad es como esta pantalla, está toda pixelada, fragmentada, nunca le vas a encontrar un orden ni un sentido”
Según una profecía maya, el fin del mundo iba a tener lugar el 21 de Diciembre de 2012. No sucedió, pero lo que debería haber sido un motivo de alegría (e incluso esperanza), trajo consigo, sin embargo, cierta decepción. El mundo necesitaba quizás ese reset urgente. El joven director Juan Daniel F. Molero retrata la demencia de esta sociedad “postapocalíptica” (en este caso, la peruana, haciendo énfasis en el arraigo de su cultura popular), en la que las imágenes se han integrado de forma enfermiza. La profusión de los vídeos virales es, para Molero, como una infección vírica que se propaga a través de internet y de las redes sociales, hasta que aparecen inevitables fallos en el sistema.
Menos experimental y cruda que su primer largometraje documental, Reminiscencias (2010), Molero realiza una película bastante asequible narrativamente (incluso podríamos decir que convencional), y que expresa, de forma eficaz y alejada de efectismo, el espíritu de una generación ya nacida en plena revolución digital. El protagonista plantea en un momento concreto su preocupación ante el cambio total de una realidad de la que ya no se siente parte, a lo que su interlocutor contesta que realidad y virtualidad se han fundido en una sola cosa. Los jóvenes solo saben verse y comunicarse a través de una cámara, utilizada como instrumento erótico, pero que al mismo tiempo impide traspasar la barrera audiovisual e interactuar en persona. La videofilia ha creado una deshumanización igual de patológica, representada a través de sucesivas capas de planos, hasta crear una saturación visual psicodélica y alucinógena, en la que al final todo se transforma en un caos de píxeles.
Videofilia (y otros síndromes virales) es una película que parece desfasada, como de la época de los inicios de internet, pero, al mismo tiempo, es una fábula posthumanista plenamente actual, un híbrido adulterado que deja en evidencia que el cine y la imagen tal y como los conocemos, se están desintegrando y yendo por caminos insospechados.
Tonight & the People (Neil Beloufa. Francia-Estados Unidos, 2014)
Bandanas rojas
El pañuelo rojo se convierte en el símbolo a través del cual el director Neil Beloufa retrata –y conecta- varios colectivos. Desde cowboys hasta hippies, pasando por negros o latinos. Todos ellos -construidos desde el evidente estereotipo- interactúan en una California irreal, recreada a través de unos decorados que subrayan la artificialidad de la propuesta. Esa falsedad ostentosa parece hablarnos de los tópicos que inundan las ficciones, pero también nos puede remitir a la escasa autenticidad que podemos encontrar en nuestras sociedades.
El autor debuta en el largometraje, tras una trayectoria centrada en el videoarte, y Tonight & the People mantiene ese aroma experimental que la aleja de la narrativa convencional. El tema apocalíptico le da aún un toque más surrealista a un film cuyos diálogos oscilan entre la parodia y la deconstrucción de clichés. Un trabajo que se pierde en su propio laberinto conceptual, pero del que podemos rescatar varios momentos realmente inspirados.
Manuel Barrero Iglesias
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