Críticas: El francotirador

5/10

American Sniper (USA, 2014).

Dirección: Clint Eastwood.

Intérpretes: Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Jake McDorman, Kyle Garner, Eric Close.

Guión: Jason Hall, sobre la autobiografía de Chris Kyle.

Música original: Clint Eastwood, Ennio Morricone.

Fotografía: Joel Cox, Gary Roach.

Montaje: Ronald Sanders.

Idioma: Inglés.

Duración: 132 minutos.

Cine panfletario made in USA

Por David Sancho

Vuelve Clint Eastwood y, aunque en los últimos años su nombre haya dejado de ser sinónimo de gran cine, las expectativas siempre son altas. A las expectativas hay que sumarle el hecho de que haya obtenido un inesperado, y arrollador, éxito en taquilla y la polémica que la ha rodeado. Todo esto hace que se trate de uno de los estrenos más esperados de la temporada.

Eastwood cuenta la historia del francotirador más mortífero de la historia de Estados Unidos. Historia de un patriota que ama a su país tanto como a sus hermanos del ejército. Pero Eastwood no se centra únicamente en su actividad como francotirador, sino que nos muestra las dificultades que tiene para reintegrarse en la sociedad y la inestabilidad emocional que la guerra le ha provocado. Nada nuevo.

Se nota la mano de su director en el toque clásico de su narración, pero a su vez se echa en falta algo de garra y, sobre todo, autocrítica. Eastwood no es conocido precisamente por ser un progresista, pero no queda más que criticarle el hecho de que nos entregue un panfleto unidimensional que parece únicamente destinado a ensalzar la imagen de ese supuesto héroe. Y si unidimensional es el retrato que se hace del héroe, no mucho más compleja es la imagen que se da del bando contrario. Ni un iraquí con buen fondo en toda la película, hasta las madres se nos muestran como monstruos fundamentalistas capaces de sacrificar a sus hijos por la causa. Una demonización del enemigo tremendamente panfletaria que sirve para endiosar aún más al héroe.

Y es que esto va mucho más allá de que estemos de acuerdo o no desde un punto de vista ideológico, ya que al tratarse de una “historia real”, da la sensación de que deberían haber intentado alejarse un poco más del típico héroe hollywodiense. Todo resulta tan poco creíble que al espectador se le hace difícil conectar con el protagonista.

La falta de complejidad se compensa ligeramente con el ritmo del film, por lo general bastante compensado, entrelazando a la perfección las partes bélicas con el drama del soldado y su familia. La película resulta entretenida, sencillita, y para de contar.  Mucho menos de lo que, hasta hace no mucho tiempo, esperábamos de uno de los grandes. El tiempo nos pasa factura a todos.