Nominaciones Oscar 2014: ACTRIZ PRINCIPAL

Por Paulo Campos

En cuanto a esta categoría, pasa lo contrario que en la de actor, y desde casi noviembre teníamos claras las cinco candidatas finales al premio (a pesar de la irrupción de Aniston a última hora). Suele pasar, desde luego los papeles femeninos de calado no abundan en Hollywood, y es demasiado fácil el hacer una quiniela en esta categoría.

Este año tenemos a cuatro mujeres que protagonizan sus películas sin necesidad de ser la chica de la película a expensas del hombre de turno. Así que debería ser un año de celebración y de demostración que las películas protagonizadas por mujeres interesan, sobre todo cuando están bien creados y pueden mantener la atención de los espectadores. Hay muchas historias de mujeres que contar y muchos espectadores deseando verlas.

Las nominadas de este año son:

Marion Cotillard por Deux jours, une nuit

Parecía que no lo iba a conseguir, más que nada porque está en una película belga, en francés y sobre un conflicto laboral demasiado europeo para que un americano no la considere una película de ciencia ficción. Pero aquí está, por segunda vez Cotillard se presenta en los Oscars con una película en su idioma natal, y esto con sólo 39 años.

La buena de Marion, debería replantearse no volver a rodar en USA, porque no ha hecho una buena interpretación en la vida, y sin embargo cada vez que aparece en una película europea es fiesta. Y así lo demuestra con esta Sandra, donde está sublime.

Lo mejor de la interpretación es su naturalidad, hacernos creer en la existencia del personaje, que podríamos encontrarnos en cualquier parte. Para mí eso es una interpretación, recurrir a exageraciones o histrionismos me parecen muchísimo más fáciles que mostrar una sencillez, unos sentimientos reales y una fragilidad como la que en escena muestra Cotillard. Además de que te crees que es una mujer insegura, incluso físicamente a pesar de ser un bellezón.

La nueva enemiga de Aniston (por robarle la nominación) consigue con derecho propio esta candidatura y me alegro de la apertura de mente de sus colegas a la hora de elegirla como nominada.

Opciones de victoria: Ninguna, tiene un Oscar desde hace poco, y la película no interesa en USA.

Felicity Jones por The Theory of Everything

Con 31 años la intérprete británica ha convencido a muchos votantes de que le debían una nominación al Oscar por hacer película como por ejemplo... y otras.

En una novela donde la protagonista eres tú, donde el personaje principal eres tú y donde debe de basarte en tu vida, el personaje de Jane Wilde cede todo el protagonismo a su chico para convertirse en la chica de la película. Es otra de esas nominaciones que parece que todos los críticos y votantes están de acuerdo en que deben figurar en la lista pero que no van a premiar, porque realmente ¿Hace mucho esta chica en la película?

Pues veamos, Jones es la chica de la película, que sufre, que aguanta y que finalmente pone unos cuernos como los de los alces y, a pesar de todo la entendemos. Pues para mi gusto lo consigue regular y no logra convencerme del todo, porque se muestra demasiado contenida en ocasiones donde no lo requiere.

Y sí, es cierto que en la escena donde trata de enseñar a comunicarse a su marido con una tablita de Pocoyo está espléndida, me parece un poco exagerado nominarla tan sólo por ella.

Opciones de triunfo: Menos que ninguna, vamos vamos.

Julianne Moore por Still Alice

Por fin llegó la hora, después de cinco nominaciones infructuosas, una de las “mejores actrices de la historia para los oscar-fan-boys” parece que al fin subirá al escenario para que la fotografíen con su Oscar. Y todo, después de que una pequeña película se estrenara en Toronto y causara tanto revuelo que se compró y se estrenó este año sólo para que la Moore se hiciera con su Oscar.

Profesora de éxito, con familia un pelín desestructurada por culpa de los hijos, pero no tanto como para dejar de ser guay, enferma de Alzheimer y manda al carallo su perfecta vida, en la que se incluye un Alec (haciendo de buen marido y ni Oscar ni nada) Baldwin que pasaba por allí. Pues eso, a partir de ahí nos muestra la película la progresiva degradación en el mejor instrumento de Moore, que no son sus tetas (machismo, machismo ¿dónde? ¿dónde?) sino su cerebro, porque es capaz de dar conferencias sobre literatura y todo,

Pues eso, la Moore se luce en las escenas de desorientación, de perdida momentánea de memoria y de decandencia física y aprovecha todas las oportunidades de otorgar importancia a una interpretación difícil, pero que si pasara desapercibida a nadie le hubiera importado.

Merece la nominación, sin duda, pero es una pena que vayamos a ver a Moore con su Oscar por un telefilme barato de sábado por la tarde porque ella vale mucho más que esta película, y a alguien mejor para darle la réplica que Kristen (poco a poco, en 2183 será una buena actriz) Stewart.

Opciones de victoria: Todas y una más.

Rosamund Pike por Gone Girl

Uno de los personajes femeninos del año es esta “fantástica Amy”  a la que da vida Pike, es un regalo absoluto, pero que podría resultar envenenado. Porque (si no la has visto no sigas leyendo, pero si no la has visto porque la peli es de Fincher eres de los míos, aunque yo la haya visto) es dar vida a una auténtica hija de puta redomada, cosa que hasta ese momento pocas veces habíamos visto en el cine.

Pike que cumple los 36 este año, fue elegida para el papel porque no era del todo conocida, más que por sus papeles de época, y ha resultado una buena elección porque la crees en las dos facetas, la de pobre desgraciada y de víbora absoluta que deja en santa a Joan (su cuerpo está incorrupto fijo, la silicona no caduca) Rivers. Incluso el rebosante carisma con el que Pike dota a Amy hace que casi quieres que le salga bien todo el asunto que tiene entre manos a pesar de no parar de mirar de reojo a tu chica en el cine pensando si ¿será capaz ella?

Nominación absolutamente justa, pero que con el paso del tiempo y la flacidez de la película queda un poco arrinconada entre las mejores del año y, yo, busco actuaciones menos extremas y artificales para dar premios.

Opciones de triunfo: En noviembre todos, en enero pocas, y con Julianne Moore casi ninguna.

Reese Witherspoon por Wild

La otrora novia de América vuelve a dar guerra, después de unos años por el desierto y de ser una lagarta buena en la vida real , vuelve a los desiertos americanos para recoger las mieles de un personaje hecho para ganar premios o bien para quedar en evidencia y terminar con tu carrera.

Harta de que no le ofrecieran mejores papeles la Witherspoon, brujuleadora y calculadora donde las haya, se buscó la vida para hacerse con un personaje a su altura, y lo encontró en Cheryl Strayed, una tía que al morir su madre, convertirse en yonki, putón y malhablada le dio por redimirse caminando no sé cuantos kilómetros por USA adelante, vamos, lo normal en un fin de semana en Europa.

Fuera bromas, el carisma que le dio el Oscar en Walk the Line lo retiene y lo pasa a esta mujer que le ofrece la posibilidad de interpretar registros hasta ahora no alcanzados en su carrera. Rompe con su imagen de niña bonita y rueda desnuda, con varios hombres, picándose y finalmente alcanzar el éxtasis andando que te andarás.

Tengo que reconocer que me dejó sorprendido la Witherspoon, no daba nada por ella y se echa la película al hombro. No sólo sale airosa, sino que triunfa descaradamente por empatizar con el espectador y hacernos partícipes del porqué de su decisión y de su testarudez para afrontar su nueva vida

Opciones de triunfo: tiene dos cosas en contra, el haber ganado hace poco y Julianne Moore. Pero merecer, merece ese premio

La favorita: Julianne Moore

Mi favorita: Marion Cotillard