Por David Sancho
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Por
ejemplo, hace un par de años no le di demasiado crédito a Hannibal, la cual he
recuperado hace un par de semanas, tiempo en el que he devorado sus dos
primeras temporadas. Ahora me veo en la obligación de enmendar mi error y
recomendarla efusivamente. No tiene el mejor guión del mundo, pero no hay nada
en televisión ahora mismo tan estimulante visualmente como ella. A ello hay que
añadir un reparto irregular en el que encontramos a actores correctitos y a
otros en estado de gracia. La serie consigue que disfrutemos cada episodio
aunque realmente no nos estén contando demasiado. Ahí lo dejo.
De este
año habrá que tener un ojo puesto en Jane the Virgin, aunque solamente sea por
su reconocimiento en los Globos de Oro. Yo de primeras no tengo muchas
esperanzas puestas en ella, pero si en algo me gusta estar equivocado es a la
hora de descartar series. Pocas cosas disfruto más que recuperar y devorar
temporadas.
También
me gustaría hacer mención a un par de nuevas series que están por llegar a las
network americanas en la mid-season, y tirando al verano, y que tienen buena
pinta.
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De
todos modos, y como siempre digo, la salvación está en la televisión por cable.
Tenemos temporada final de Mad Men, de lo mejorcito de los últimos años, spin
off de Breaking Bad, Better Call Saul, nuevas temporadas de Girls, Game of Thrones, The Walking Dead, The Americans, Workaholics, It`s Always Sunny in
Philadelphia… muchísimas serie de calidad a las que hincarle el diente. Así que
es mejor centrarse en recuperar series olvidadas que tratar de engancharse a las
nuevas. Esperar, ver cómo evolucionan y ya en la segunda o tercera temporada si
siguen hablando bien de ellas, darles una oportunidad, que no está el tiempo
como para desperdiciarlo. Yo no voy a seguir mi propio consejo, todo hay que
decirlo.
Hasta
el año que viene.
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