Críticas: Nightcrawler

6/10

Nightcrawler (Estados Unidos, 2014).

Dirección y guion: Dan Gilroy.

Intérpretes: Jake Gyllenhaal, Rene Russo, Bill Paxton, Riz Ahmed, Kevin Rahm.

Música original: James Newton Howard.

Fotografía: Robert Elswit.

Montaje: John Gilroy.

Idioma: Inglés.

Duración: 117 minutos.

El mundo según Louis

Por Sofia Pérez Delgado

(La película del día)

En Los Ángeles, Louis Bloom se gana la vida como un ladrón de poca monta, que aspira a ser algo mejor. Louis vive en un mundo particular en el que no cree que sus actos sean cuestionables, y en el que las mentiras se convierten en realidad. Detrás de su perturbadora sonrisa, parece esconder algo mucho más oscuro. Cuando descubra y se sienta atraído por el mundo de los reporteros freelance que noche tras noche buscan nuevas e impactantes noticias, lejos de reformar y estabilizar su vida, esta nueva profesión hará que sus auténticos instintos salgan a la luz. Formado como guionista desde hace décadas, con películas tan dispares como The Fall (2006), Acero Puro (2011) o El legado de Bourne (2012), Dan Gilroy se pasa a la dirección con Nightcrawler, también escrita por él (un guion por el que es candidato este año por primera vez al Oscar). 

Con un espíritu setentero, Nightcrawler se inscribe dentro de una tendencia por hacer thriller de lo cotidiano, de cosas que pueden pasar en el día a día. Pero si en uno de los ejemplos más claros de ello, como es Locke (2013), Steve Knight se mantenía todo el tiempo en esta línea de normalidad, la propensión de Gilroy por la espectacularización va en aumento hasta llegar a un tramo final que da la impresión de escapársele de las manos. Como director novel, Gilroy parece confiar mucho más en sus palabras que en sus imágenes. En su afán de conseguir un libreto ingenioso y explicativo, se excede en los diálogos en momentos en los que, probablemente, era mucho más necesario el silencio. 

Louis (y por extensión toda Nightcrawler) es Jake Gyllenhaal, uno de los actores más psicológicamente camaleónicos de la actualidad, que parece entender perfectamente lo que pasa por la mente de personajes extremos, que van desde Donnie Darko (2001) hasta el doble papel de Enemy (2013). En Nightcrawler, vuelve a patrullar las calles de Los Ángeles como en Sin tregua (2012), pero esta vez como reportero en lugar de policía, mostrándonos la cara menos amable y glamurosa de la ciudad. Gyllenhaal impone (aunque ya no sorprende) con una interpretación enajenada, haciendo suya la película y cualquier subtrama que no tenga que ver con sus peripecias. 

Pero detrás de Louis y toda su peculiaridad, hay en Nightcrawler una intención crítica con respecto a la falta de escrúpulos de los medios de comunicación. Algo que, en el fondo, no resulta novedoso, ya que muchas películas nos han contado a lo que puede llegar un medio en su búsqueda del morbo para generar audiencias. Sin embargo, el filme se esfuerza por mostrar varias caras con respecto al tema (y ninguna amable), como la de los policías, la de Bill Paxton, el reportero enfrentado al protagonista, y la de una excelente Rene Russo como directora de noticiario, cuya relación erótico-profesional con Louis acaba siendo uno de los aspectos más interesantes de la historia. 

Notable en su planteamiento, que no habla de cómo el sistema puede corromper a alguien íntegro, sino de la manera en la que se acopla al mismo alguien ya corrompido, Nightcrawler resulta sin embargo al final alargada y repetitiva. Aunque nunca llega a perder del todo la energía, si no fuera por las interpretaciones y algún momento muy inspirado, no pasaría de ser una cinta televisiva de relativa calidad.