BIg Eyes (Estados Unidos, 2014)
Dirección:
Tim Burton.
Intérpretes: Amy Adams, Christoph Waltz, Danny Huston, Jason Schwartzman, Krysten Ritter, Terence Stamp, Heather Doerksen, Emily Fonda, Jon Polito, Steven Wiig, Emily Bruhn, David Milchard, Elisabetta Fantone, Connie Jo Sechrist, James Saito.
Guión: Scott Alexander, Larry Karaszewski.
Música original: Danny Elfman.
Fotografía:
Bruno Delbonnel.
Montaje: Joseph C. Bond IV.
Idiomas: Inglés, francés, italiano.
Duración:
106 minutos.
La gran mujer detrás del hombre
pequeño
Por Miguel Montañés
Haters gonna hate.
Los que siguen a Tim Burton por la apariencia lúgubre apta para todos los
públicos de sus películas más reconocibles, y los que consideran al director de
Burbank alguien capaz de facturar apañados blockbusters
de culto pero sin la competencia para construir una obra profunda que pueda
tomarse verdaderamente en serio. Justo cuando parecía que iba a lograr esto
último con Ed Wood (1994) y, en menor
medida -y de otra manera- con Sleepy
Hollow (1999), empezó a dar bandazos entre adaptaciones, reinvenciones,
aberraciones y remakes innecesarios
que a punto estuvieron de hacerle naufragar de no haber sido por cosas como
(sobre todo) Big Fish (2003) o Sweeny Todd (2007). Haters gonna hate. En Big
Eyes hay poco espacio para los esqueletos y los árboles retorcidos
recortándose contra la luna llena. No están ni Johnny Depp ni Helena Bonham
Carter. Tampoco la manera de desarrollar la peripecia del matrimonio Keane es
algo que vaya a convencer a los más escépticos. En cualquier caso, es probable
que Burton haya rodado su mejor película en veinte años. Algo por encima de Big Fish aunque bastante por debajo de Ed Wood, con la que, por cierto,
comparte guionistas.
Margaret,
según ella misma reconoce, no sabe venderse. Pinta porque le gusta. Le gusta
cómo pinta. Pero es consciente de que una mujer separada y con una niña pequeña
no puede salir adelante con su arte en la América de los 50. Para eso está
Walter, un farsante encantador con un plan. Los dos se necesitan tanto el uno
al otro que es inevitable que acaben juntos. Walter se encargará de vender los
cuadros atribuyéndoselos a él mismo si es necesario.
Tim
Burton y Margaret Keane comparten una clara vocación por salvaguardar su
esencia haciendo las concesiones mínimas para lograr el reconocimiento. Ambos
han sido imitados hasta el aburrimiento, y sus trabajos convertido en icono pop. No
es de esperar que a estas alturas ninguno de los dos cambie (87 años tiene la
pintora), pero en el caso de Burton, lo deseable sería que siguiera contando
con actores de la envergadura de Amy Adams y Cristoph Waltz para narrar
historias que valgan la pena. Y luego ya hablaremos de la estética más
conveniente para hacerlo.
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