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The Disappearance of Eleanor Rigby: Them (Estados Unidos, 2014)
Dirección y guión: Ned Benson.
Intérpretes: Jessica Chastain, James MacAvoy, Viola Davis, Isabelle Huppert, William Hurt.
Música original: Son Lux.
Fotografía: Christopher Blauvelt.
Montaje: Kristina Boden.
Idioma: Inglés.
Duración: 123 minutos.
Con el amor no basta
Por Manuel Barrero Iglesias
Con el amor no basta
Por Manuel Barrero Iglesias
El cine ha tratado de mostrar en numerosas ocasiones cómo afecta la muerte de un hijo a la relación de una pareja. Un trance de este tipo es demasiado duro de asimilar, y hay muchas posibilidades de que la relación se resquebraje sin remisión. Debe ser difícil estar en permanente contacto con la persona que más te recuerda a tu hijo. Demasiado dolor incluso para una pareja feliz. Es más, mucho más difícil de asimilar para una pareja bien avenida. Cómo recuperar ese idilio, cómo volver a sentirse dichosos sin que caiga sobre ellos el peso de la culpabilidad.
De esto habla La
desaparición de Eleanor Rigby, un film que comienza de modo ejemplar. Secuencia
que muestra la pareja feliz, e inmediatamente una elipsis brutal que da paso al intento de suicidio de Eleanor. Se nos ahorra cualquier detalle
sobre la muerte del bebé, y el film empieza directamente en el punto de
depresión más profunda, cuando los personajes ya han tocado fondo. En este
sentido, hay que alabar el buen gusto del director, quien jamás se regodea en
mostrar el sufrimiento más de lo necesario. Dentro de lo posible, Ned Benson intenta ser sutil con lo que cuenta.
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A través de sus imágenes, La desaparición de Eleanor Rigby es capaz de transmitir toda la angustia de sus personajes, como refleja cada gesto de una inmensa Jessica Chastain, adivinándose siempre algo más que el simple gesto. Ned Benson consigue que los momentos más puramente visuales capturen la esencia de su discurso, cosa que no ocurre con sus diálogos. En ellos predomina la impostura, y las conversaciones demasiado elaboradas se suceden una tras otra. Todo la verdad que transmiten las imágenes queda asfixiada por la falsedad de sus palabras. Quedando una película a medias.
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