Social Icons

sábado, 18 de octubre de 2014

Crónicas: Sitges 2014. Sobre zombis, nazis y castores

Uno de los clásicos en cualquier festival de fantástico que se precie es el cine de zombis, un género que se ramificado de forma tremenda en los últimos años, llegando incluso a tocar el mainstream. Aunque lo que predomina en el subgénero es la comedia gamberra. Y de esas tuvimos varias en esta edición de SItges. De todas ellas, pudimos ver dos de las más esperadas. Zombis por un lado, castores por el otro. El cine de zombis no parece tener límite. 

Por Manuel Barrero Iglesias


Dead Snow 2: Red vs. Dead (Tommy Wirkola. Finlandia-Islandia, 2014)
Oficial Fantàstic Especials

Al Tommy Wirkola se le ocurrió unir dos conceptos que dan tanto juego como zombis y nazis, y de ahí surgió Dead Snow (2009). Una idea genial quizás desaprovechada para una película que no cumplió del todo las expectativas puestas en ella. Cinco años más tarde el director noruego vuelve a la carga con una película que se decanta de forma descarada por el humor, marginando del todo el horror. Esa tendencia hacia la comedia le permite a su autor la libertad de no ponerse límites, y así consigue que la incorrección política se desate dentro del desmadre que es el film. Nada se respeta -desde niños hasta paralíticos- en una secuela que enfrena a zombis nazis contra zombis rusos. Pero no solo eso. Brazos que se intercambian, frikis estadounidenses con ínfulas de salvadores mundiales o sexo necrofílico son algunas de las muchas burradas que desfilan ante nuestros ojos. Así que prepárense para disfrutar del humor salvaje, si eso es lo que les gusta.



Zombeavers (Jordan Rubin. Estados Unidos, 2014)
Oficial Fantàstic Fuera de Competición

Los castores no se libran de la moda zombi. El debut en la dirección de Jordan Rubin le debe mucho a la serie B de los ochenta, a la que le rinde un divertido homenaje. Especialmente en el diseño de los animales, que poseen ese encanto característico del cine de hace tres décadas. Como ocurría con Dead Snow 2, Zombeavers jamás se toma en serio, y el humor domina de forma apabullante. El humor estúpido, pero consciente de serlo. Empezando por sus protagonistas. Seis jóvenes (tres y tres) con las neuronas justas para pasar el día que toman siempre las peores decisiones posibles. Siempre es un placer ver retratada la estupidez humana en todo su esplendor, e incluso el film se permite el lujo de subvertir ciertas reglas en el orden en el que van muriendo los protagonistas. Será una tontería, pero la película se enorgullece de su espíritu idiota para regalarnos otra muestra de cine libre de prejuicios y complejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates